No va nadie. Pero es que también es el problema de El Corte Inglés. En medio de una ciudad, vale, pasas... ¿Pero en una carretera? Sí, cogemos el coche para ir a centros comerciales, pero si en la siguiente salida hay uno con cines, restauración, y un montón de tiendas, pues tienes más capacidad de elección. Sí, en El Corte Inglés hay de todo, pero tiene otro público objetivo de viejos fachas con buenos ingresos y que se sientan como en casa en su modelo caduco de comercio. Porque vamos a ver, El Corte Inglés ahora mismo, vas a cualquiera y es casposo. Pero casposo, casposo. Y no mires al techo.
Por otra parte, habría que derruir los bunkers de Kim Jong-un.