Vestir como un putón verbenero y aprender a mover el culo con 11 años no tiene nada que ver con ser libre, ni debería ser la imagen representativa de las niñas occidentales. Que al final va a haber que elegir entre el puterío occidental moderno y el burka, sin término medio.
Sí, pero en personas mayores de edad, no en preadolescentes.
A ver, no es que está hipersexualización de las preadolescentes me guste especialmente, pero que se da es un hecho, y no es ni mucho algo nuevo de nuestra época.
Por ejemplo, cuando yo iba en 5° de E.G.B., o sea, cuando tenía 10 años, dos compañeras de clase en la función de fin de curso bailaron una canción de Marta Sánchez. Su forma de vestir (con minifalda, medias de rejilla, tacones, etc.) posiblemente sería etiquetada como inapropiada por la mayoría de los adultos, y muchos solo se fijarían en eso, pero yo lo que recuerdo es a dos compañeras que les encantaba bailar e imitar a su cantante favorita y compartir aquella afición que les hacía tan feliz con sus compañeros de clase.
Y esto mismo lo he podido observar a lo largo de los años en muchas crías de mi familia: con 11 años a una de mis primas le gustaba bailar las canciones de 'Grease' y caracterizarse como Olivia Newton John, otra prima hacía lo mismo pero con las Spice Girls, mi hermana se pasaba la infancia poniéndose las faldas y los zapatos de tacón de mi madre, pintándose los labios y jugando a que era maestra... Y aunque nosotros pensemos que las niñas deben permanecer niñas prácticamente hasta la edad adulta, ese deseo de crecer y ser mayor y parecerse a las mujeres adultas se da a edades mucho más tempranas de lo que a algunos les gustaría, y no va a desaparecer porque a nosotros no nos guste.
Tampoco creo que mi hermana o mis primas o mis compañeras de clase saliesen unas descarriadas sociales por jugar a "vestirse sexy" cuando tenían 10 o 11 años, del mismo modo que tampoco yo y mis amigos no nos volvimos asesinos por pasarnos los fines de semana descuartizando orcos en partidas de rol.
El twerking me parece de lo más antierótico que existe, y ya no hablemos de ver a niñas de 11 años haciendo twerking. Pero eso no borra la realidad de que en el mundo haya niñas de 11 años a las que les guste el twerking, del mismo modo que a las niñas de antes se pirraban por Marta Sánchez y por las Spice Girls. Yo entiendo que la peli en el fondo no es más que una especie de 'Billy Elliot' en clave de mujer musulmán: hay una niña a la que le gusta bailar y a su alrededor tiene todo un entorno social que le dice que no puede practicar su afición, y yo creo que ahí hay base para contar una buena historia, independientemente de que a nosotros nos guste o no que las niñas de 11 años hagan twerking.