Harkness_666
Son cuatro
Abro este hilo para comentar algo sobre Murnau en general y sobre Nosferatu en particular.
Clásico del terror donde los haya, icono del cine gracias a la estilizada, cartoonesca presencia de Max Schreck, primer Drácula inconfeso de la historia del cine. Gran trabajo de Murnau al llevar a imágenes muy libremente la novela de Bram Stoker, en lo que viene a ser una fábula sobre el bien y el mal, la luz y la sombra... y muy especialmente, la vida y la muerte, o más bien, la enfermedad contagiosa que parece personificar el conde Orlok; si el expresionismo alemán pretende comunicar unas impresiones profundamente subjetivas a partir de la realidad física y aparente, en este caso dicha representación no reside tanto en siluetas y decorados, como en una criatura solitaria, entre vampírica y espectral, olvidada, un Sheldon Cooper de los Cárpatos que quiere descubrir lo que es estar vivo... y viaja a Alemania en un barco fantasma, con un baúl de tierra como único equipaje. Al final es la pureza lo que acaba matándole; el “pájaro de mal agüero” ama la vida, es un poco humano pese a todo, pero la fuente de la vida es (trágicamente) la muerte para él.
Cine extremadamente tontorrón para nuestros estándares actuales (de lo más moñas la parejita protagonista), desde luego... pero cine, al fn y al cabo. Precisamente es la extrema inocencia del descubrimiento, de estar inventando un nuevo género (el de terror) lo más destacable de un narrador (Murnau) nato, sin tiempos muertos, manejando artesanalmente un puñado de elementos para contar un simple cuento de hadas; el título hace referencia a una “sinfonía del horror”, pero la inspiración la noto más pictórica que otra cosa, prefiriéndose el plano fijo antes que mover la cámara... y sin embargo, no tenemos la impresión de estar viendo algo barroco (las célebres imágenes cinéfilas de la sombra alargada del vampiro puede confundir). La procesión de ataúdes (sociedad conmocionada por la peste), la turba enfurecida contra el espantajo (lo que es el Renfield de turno en realidad)... o el empleo incluso de stop-motion, la inclusión de insertos de fauna y flora inquietante, constituyen un compendio de importantes hallazos visuales, en definitiva.
Comenten, señores.
Clásico del terror donde los haya, icono del cine gracias a la estilizada, cartoonesca presencia de Max Schreck, primer Drácula inconfeso de la historia del cine. Gran trabajo de Murnau al llevar a imágenes muy libremente la novela de Bram Stoker, en lo que viene a ser una fábula sobre el bien y el mal, la luz y la sombra... y muy especialmente, la vida y la muerte, o más bien, la enfermedad contagiosa que parece personificar el conde Orlok; si el expresionismo alemán pretende comunicar unas impresiones profundamente subjetivas a partir de la realidad física y aparente, en este caso dicha representación no reside tanto en siluetas y decorados, como en una criatura solitaria, entre vampírica y espectral, olvidada, un Sheldon Cooper de los Cárpatos que quiere descubrir lo que es estar vivo... y viaja a Alemania en un barco fantasma, con un baúl de tierra como único equipaje. Al final es la pureza lo que acaba matándole; el “pájaro de mal agüero” ama la vida, es un poco humano pese a todo, pero la fuente de la vida es (trágicamente) la muerte para él.
Cine extremadamente tontorrón para nuestros estándares actuales (de lo más moñas la parejita protagonista), desde luego... pero cine, al fn y al cabo. Precisamente es la extrema inocencia del descubrimiento, de estar inventando un nuevo género (el de terror) lo más destacable de un narrador (Murnau) nato, sin tiempos muertos, manejando artesanalmente un puñado de elementos para contar un simple cuento de hadas; el título hace referencia a una “sinfonía del horror”, pero la inspiración la noto más pictórica que otra cosa, prefiriéndose el plano fijo antes que mover la cámara... y sin embargo, no tenemos la impresión de estar viendo algo barroco (las célebres imágenes cinéfilas de la sombra alargada del vampiro puede confundir). La procesión de ataúdes (sociedad conmocionada por la peste), la turba enfurecida contra el espantajo (lo que es el Renfield de turno en realidad)... o el empleo incluso de stop-motion, la inclusión de insertos de fauna y flora inquietante, constituyen un compendio de importantes hallazos visuales, en definitiva.
Comenten, señores.