A ver, ha pasado ya mes y medio desde nuestro regreso y ya se nos está empezando a olvidar. Habrá que volver. La próxima tiraremos hacia el norte.
El vuelo muy bien, es evidente que es pesado, es largo, 12h, pero bastante bien, volamos con Cathay Pacific, aviones bastante nuevos, cómodos, dentro de las limitaciones de espacio, amplia oferta de entretenimiento, comidas, maletas incluidas, lo cual ya no es tan obvio en estos tiempos, y hasta había servicio de fideos instantáneos a voluntad.
El vuelo hacia escala en Hong Kong, donde teníamos unas 8 horas de espera, tiempo mas que suficiente como para platearse una visita fugaz a la ciudad, que así hicimos. Pillamos el Airport express y en media hora te plantas en pleno centro. Subimos al Victoria Peak en el característico tranvía de cable y la gran decepción al llegar, estaba lloviznando y por lo tanto en la cima había una espesa niebla que no nos dejaba ver mas allá de 20m y encima era muy pronto, con lo cual ni siquiera pudimos trastear por las tiendas del centro comercial que ha ahí.
Bajamos y pillamos un ferry a Kowloon, paseo por la Av. de las estrellas, bonito skyline del Hong Kong y poco mas. Paseo por Nathan road, y de vuelta al aeropuerto. Al menos podemos decir que estuvimos.
A las 15:00 teníamos nuestro vuelo a Tokyo, unas 4:30h mas.
La ruta al final empezó con 6 noches en Tokyo, estuvimos en un hotel BBB a 10 minutos caminando de la parada Nippori de la Yamanote line, una antes de Ueno, es decir, bastante bien ubicado, aunque el barrio no era nada turístico. Cerca una cafetería con unos bollitos espectaculares. Comparativamente, caros, pero quien se puede resistir!
Aquí confirmo lo leído y releído, Tokyo no tiene un centro, es como varias ciudades fusinoadas, y mientras estés a "walking distance" de la linea Yamanote, vas bien. Y añadiría que mejor huyendo de las grandes estaciones, ya que posiblemente te inhiba de visitar los barrios populares de Tokyo, ir a restaurantes donde se sorprendan de verte entrar, y en otros donde no te acepten, ya sea por ser Izakayas, yendo con menores, ya sea por que se sientan cohibidos por la barrera idiomática. También forma parte del viaje.
De Tokyo que decir, ya estuvimos hace 9 años, y hemos repetido algo de lo típico, hemos caminado mucho, muchisimo, nos hemos perdido por calles, hemos hecho infinidad de cosas nada destacables, pero que nos gustó mucho, ya no teníamos la presión de completar el Instagram check list. Aunque algún sellito pusimos.
Así a bote pronto, vimos que este verano había una gimcana donde tenias que visitar diferentes estaciones de la ciudad, y poner un sello de tampon de diferentes pokemons, al completar una primera ronde de 8 o 10, tenias que validarlo en puntos concretos de la ciudad, y te dabarn otro album, que al completarlo te daban un premio y un diploma. Increible la cantídad de niños con el album. Los mios no querían al principio, pero al final entraron en el rollo e iban ya planificando los dias para pasar por las estaciones que nos faltaban.
Aqui el amigo, con su paraguas de empuñadura de Katana.
Ahora en serio, me pareció una iniciativa genial para movilizar a la juventud en esos meses de verano donde posiblemente no se levanten del sofa.
Obviando lo típico, nos lo pasamos pipa, después de ir al mercado de pescado, comprando mi famoso cuchillo (
@manu, rajao) en la calle Kappabashi, donde hay decenas de tiendas de material para la hostelería, con precios muy tentadores, que acabas trayendote alguna que otra tontada que te entra por los ojos. Platitos para la soja con forma de huella de gato, vasitos de gato (todo esto de la jefa) bowls de ramen de esos de plástico (ya tenemos los bonitos), cucharas de ramen, yo que se, mil cosas nos llevamos.
Esta jornada acabó con una crisis fotera por mi parte, el peso de la mochila llena de cerámica, mas una conversación del dia anterior en el Starbucks de Shibuya con un Italiano y su Z fc, con un 28mm f2.8, me calentó y directo para Bic Camera pero el vendedor al ver la Z6 me dijo que si estaba loco, que cambie el objetivo y ya. Así que le hice caso y compré ese Nikkor Z 28mm 2.8, por Amazon. Me hice el prime de prueba de un mes, y lo amorticé... vaya si lo amorticé. Creo que al final hicimos 4 o 5 pedidos que ibamos enviando a lockers a lo largo de la ruta.
Mas cosas, cenar en un restaurante de Sushi donde el dueño nos acabó tocando y cantando a guitarra el Country Roads de John Denver. Curiosa coincidencia, ya que el año pasado estuvimos 3 dias en Denver en nuestras vacaciones. Vaya noche mas rara!!!
Mierda, solo 10 fotos???