La etnia que no puede ser nombrada...

Intelectualmente se que no son todos iguales, que no se puede generalizar.

Visceralmente no los soporto. He convivido con ellos de crío y ahora, desgraciadamente, vuelvo a hacerlo. Y todos los que conozco son escoria. Algunos simpáticos, te saludan y tal. Pero si te despistas, zasca! Te has quedado sin cartera.

Vivo pegadito al barrio de San Roque y JAMÁS he visto a ninguno en un trabajo que no sea venta ambulante. Y, por lo que se, la música y el baile.
 
Última edición:
A mí me pasa como a Tiberiuz.

Recuerdo que hace unos años, recién llegado a una nueva ciudad, me encuentro con una compañera que me comenta que ha dado un rodeo para ir al trabajo para evitar cruzarse con los gitanos. Lo primero que pensé fue: "esta señora es un poco racista". Algunas semanas después, era yo el que daba un rodeo para evitar cruzarse con los gitanos.

Sí, yo también soy consciente de que no todos los gitanos son iguales. Pero es que el 100% de interacciones que he tenido con gitanos han sido negativas. Y eso ya no es tener mala suerte: es un patrón.

A lo largo de mi vida he interactuado con gente de todo tipo de culturas y procedencias y, aunque ocasionalmente puedes tener algún encuentro negativo, lo cierto es que con el 99% de la gente nunca he tenido ningún problema. Pero con los gitanos, todo lo contrario: problemas el 100% de las veces. Y la cuestión es que esto no es solo mi experiencia: conozco a mucha gente cuya experiencia ha sido similar a la mía.

Obviamente esto no es un problema de raza, sino un problema cultural. La etnia gitana tiene una serie de valores que chocan frontalmente con los del resto de la población. Y ellos se sienten muy orgullosos de cómo son y no tienen ningún en interés en facilitar la convivencia con el resto. Pues que apechuguen con las consecuencias. La posible discriminación que puedan sufrir los gitanos en nuestro país se la han ganado a pulso.
 
Tienen sus caras, tienen su matrícula... Todo lo que sea que no acaben varios años a la sombra, me produciría un asco y una furia irrefrenable.
 
Fy7U1exWAAArvn8
 
Jostias, que han puesto a la venta la fragoneta... :mparto

 
Son gentuza de la peor calaña, con pocas excepciones. :sudor
Una compañera de clase de COU (1999-2000), en el turno de tarde, era gitana y muy buena chica (en su caso era "compatible"). Había tenido problemas con su familia porque no quiso casarse con apenas quince años, con un chico elegido por su abuela materna, dejar de estudiar y mudarse a la casa de su futura suegra. Dieron una paliza a sus padres, quienes la apoyaron en su decisión, y les quemaron el piso donde vivían. Tuvo que mediar su abuelo paterno para parar la venganza por el desagravio. Al final tuvieron que marcharse de Torrejón de Ardoz a Alcalá de Henares con un destierro de cinco años, aunque al final se quedaron a vivir aquí para evitar problemas.
El año que la conocí trabajaba en Risi, la empresa de patatas fritas y otros aperitivos, e iba a clase, sin faltar un solo día. Solamente podía estudiar los fines de semanas porque trabajaba de mañana o de noche (venía esas semanas con tres o cuatro horas de sueño). Sacó todas las asignaturas en el mes de junio, con unas notas mucho mejores de lo esperado (notables y bienes). Sé que estudió un ciclo superior de FP de "Comercio Internacional" y estuvo trabajando en Atocha, en las taquillas, unos cuantos años, pero la perdí la pista (con novio payo, para más señas).
 
Última edición:
Sólo aquellos que no han tenido ningún tipo de trato con ellos pueden decir que no han tenido problemas con ellos. Es un hecho.

Como dice @i-chan no es un problema étnico, como no lo es en ningún caso, es un problema cultural. Lo que pasa es que ambas cosas son inherentes la una a la otra e inseparables.
 
Se les permite todo. Lo que a ti no, a ellos sí. Vas al mercado un sábado y están los gitanos aparcados en cualquier sitio. Dejad tu el coche un minuto con alguien dentro y viene la policía. A los otros coches no les van. Son detalles mínimos que delatan el miedo y respeto que se tiene a esta etnia desde siempre.

A raíz de eso, pues directamente son los que manejan la distribución de la droga. Así que con lo que gestionan de pasta, los que podían ir contra ellos de fuerzas policiales, se compran en un momento.

Quien crea que soy exagerado que venga a Ferrol, donde su campamento es públicamente el centro de distribución para cientos de kilómetros a la redonda. Y no lo tiran abajo porque así tienen controlado el asunto y no en mil pisos.
 
Son un anacronismo fascinante. Si tú te despiertas mañana y decides "voy a vivir igual que esta gente", en el plazo de un año estás en la cárcel, o en la ruina pagando multas y sanciones. Sus modos de vida, comportamiento y sustento no están bien vistos si no eres "de ellos", pero con ellos, hay un levantamiento general de mano por parte de todas las instituciones.

Vivo al lado de una ciudad donde hay un poblado gitano. He ido al colegio y al instituto con docenas de ellos, y tengo anécdotas para parar un tren, y ninguna buena. Básicamente, desde muy niños se les enseña que ellos son ellos, y el resto del mundo, basura de la que aprovecharse. Y si a nadie en las instituciones le interesa parar esa cadena, pues la cadena sigue. Es, por supuesto, un problema cultural, como se ha dicho.
 
En mi calle vivían gitanos y los esquivaba como si fueran el demonio o acababas en calzoncillos. Había un parque porque el que acortaba para ir al cole y una vez que lo hice con dos amigos y eso era Walking Dead. Cuanto más lejos, mejor.
 
Comentaros que esa es mi "comarca". Y os cuento de primera mano:

Incluyendo a la víctima, todos son gitanos. Ya el lio empezó en el mercadillo de Cicero a unos escasos 2 km del centro comercial. Por lo visto a la víctima se le acusaba de haber violado a una niña de 13 años de etnia gitana en Santoña (mi pueblo). Ya en el mercadillo desmontaron parte del puesto de venta cogiendo ls hierros de la estructura y dándose a la fuga la victima.

Cómo sabían que trabajaba en ese centro comercial allí se presentaron aconteciendo lo que habéis visto en el video.

¿Ajuste de cuentas, venganza, la ley del talión?


Un abrazo!
 
Última edición:
En mi ciudad vive el clan Manzanita y son gitanos con dinero gracias a la venta de ropa de todo tipo y muchos pisos de alquiler. Tienen estudios superiores casi todos (sí, gitanos universitarios). Hasta ahí todo normal, pero cuando se "sienten discriminados" se arma la de San Quintín (con más de una pelea multitudinaria). Nadie dice nada porque "ellos son así." :fiu
 
Supongo que ya estaréis al tanto de varias violaciones grupales a menores por parte de también menores, algunos de menos de 14 años e imputables, que se han cometido en un centro comercial de Badalona. La mayoría por parte de menores de esa etnia.
En su entorno más cercano y en el colegio (aún están obligados a ir) son "héroes".
Aún así, las autoridades de su pueblo (manda cojones) han decidido darles un castigo ejemplar a ver si aprenden. Los han exiliado a Tarragona con otros familiares durante la vacaciones de verano. Manda cojones.
Luego tienen que volver para seguir con sus "hestudios" :cuniao

 
Espero que a las pobres criaturas, al menos les hayan dado un pase permanente a Port Aventura y un buen hotel. No vayan a descarriarse.
 
Un amigo mío tuvo un lío muy gordo con unos gitanos de su barrio, el más conflictivo de Alcalá de Henares (el famoso Lianchi, a las afueras en dirección a Madrid). Hace tres años estaba paseando al perro y de repente apareció un pitbull marrón que mordió a su mascota, tuvo que llevar al veterinario al animal para atender sus heridas y se gastó la friolera de 200 euros. Luego se enteró de quién era el dueño y resultó que era una gitana de la zona, con un novio bastante conflictivo. Habló con ella y la respuesta fue clara, "Me has hablado con poco respeto, no te voy a pagar la factura y ya puedes esperar una represalia, payo." :facepalm

Tuvo una semana relativamente tranquila, aunque iba por la calle con un "ojo en la nuca" por lo que pudiera pasar. A la semana siguiente salió a comprar el pan y de repente le rodearon diez tipos, entre ellos el novio de la muchacha. Intentaron pegarle dos y salieron trasquilados, pues tiene amplios conocimientos de artes marciales mixtas, pero poco pudo hacer cuando uno de ellos le golpeó en la cabeza con una barra de hierro. Cayó al suelo y le empezaron a zurrar de lo lindo, hasta que pasó un coche patrulla de la Policía Nacional y salieron huyendo. Le llevaron a la Casa de Socorro para atender sus heridas (una herida en la cabeza que requirió doce puntos y múltiples contusiones, pero sin fracturas) y puso la correspondiente denuncia al cabecilla (es al único que conocía, ya que vive a dos portales del suyo). Cuando la familia de esta escoria supo de la existencia de la denuncia, con un juicio pendiente, intentaron pedirle por las buenas que la retirara y se negó, luego le amenazaron de nuevo. :disimulo

Pasó un año y por fin llegó la fecha del juicio, le cayeron al gitano seis meses por la agresión. Junto a otras causas pendientes fueron un total de dos años y medio de cárcel, con una multa de mil ochocientos euros. Ya está en la prisión de Alcalá-Meco, pero este buen hombre no ha recibido ni un solo euro. ¿Le pagarán?

Epílogo: Los gitanos de la familia del muchacho le miran muy mal y sorprendentemente nadie le ha puesto un dedo encima. Sin embargo, va con mucho cuidado, por si acaso...

Postdata: Tiene la sentencia enmarcada en el salón de su casa. :mparto
 
Última edición:
La que montan los gitanos en el hospital cuando hay algún familiar ingresado es de venir y montar un docu reality.
Aunque no solo he visto shows estrafalarios y conflictivos cuando un clan recala en el hospital. También he sido testigo de historias tristísimas y miserables de completo abandono por parte de familia y clan cuando han visto que por enfermedad, uno de sus miembros (concretamente una niña) ya no era "útil" (es decir, que por estar enferma no podía tener hijos). Sus códigos de conducta son increíblemente crueles de puertas para adentro...
 
Me ha tocado convivir con gitanos gran parte de mi vida. Mentiría si dijese que todas mis experiencias han sido malas, pero si que lo han sido la mayoría de ellas. Y las buenas, podrían resumirse en cierta amistad, que era imposible que llegase a tal cosa porque pronto comprobé que para un gitano, un payo jamás será su amigo. Podrá ser un conocido, un tipo que les cae bien y con el que no se meten, o una cartera con patas. Formar parte de su círculo... jamás.

Por contar una de tantas, de niño vivía en San Carlos, una barriada militar de San Fernando (Cádiz). Eran dos "círculos" de viviendas, cada uno de ellos con un patio circular interno, comunicados por un pasillo. Un recinto cerrado al que se accedía por los portales.

No sé bien como, establecimos una especie de "tradición". Todos los viernes por la tarde/noche, dejábamos abiertos los portales de uno de los patios, y nos atrincherábamos en el otro. Al patio abierto ingresaban entonces todos los gitanillos de La Casería, un barrio chabolista de etnia gitana cercano. Construíamos hasta parapetos y "trincheras", y... daba comienzo la "guerra".

Aclaro que la cosa empezó como un juego. Jugábamos a la guerra. Nuestra munición eran bolsas de pipas, que recolectábamos pacientemente durante la semana, llenas de arena. Era sumamente gratificante ver como esas bolsas impactaban en un "enemigo", desprendiendo una nube de tierra, y este se agarraba la tripa, simulando estar gravemente herido, y se desplomaba al suelo en su agonía. Nos lo pasábamos pipa (nunca mejor dicho).

Pero como todos los conflictos armados, la cosa fue escalando. Un dia, alguien tiró una piedra. Eso ya era artillería pesada. Tras la primera brecha (la primera de muchas), empezamos a robar ladrillos de las obras cercanas para crear proyectiles. Aprendimos como romperlos para que, además de golpear, cortaran. Las piñas verdes parecían granadas, y si te daban en la cocorota, hacían mucho daño. Luego, pasamos de unas sencillas pistolitas de juguete hechas de pinzas de la ropa, con una aguja con contrapesos como proyectil, a auténticas ballestas de madera de mimosa con flechas reales. Y de ahí, a unos fusiles de resorte que vendían por esa época (si, eran los felices ochenta y estábamos asalvajados), convenientemente modificados para que en lugar de las bolitas de plástico amarillo que disparaban, soltasen auténticos obuses con aristas, que hacían un daño considerable. De ahí a las escopetas de balines, solo fue un paso.

En fin, que montábamos auténticas batallas campales en las que raro era el día en que alguien no acabase con un hueso roto, o heridas de cierta entidad.

Pero como os he dicho que los conflictos escalan, y estábamos en plena vorágine "El señor de las moscas", decidimos cobrar prisioneros. Así que un viernes, tras la escabechina habitual, realizamos una expedición de castigo a territorio enemigo y capturamos a un gitano. Bueno, llamarlo gitano quizás es ser demasiado optimista. No tendría más de nueve años. Pero pataleaba y berreaba como un berraco. Y lo que salía por esa boca, dios mio... :sudor Os juro que los epítetos que nos soltó habrían ruborizado a cualquier vecino del Rabal.

Una vez capturado, y trasladado a nuestros cuarteles, atrincherados tras los portales cerrados, no supimos muy bien qué hacer con el. :pensativo La verdad es que estábamos acojonados, y nadie quería hacerse responsable de aquel pequeño súcubo que continuaba acordándose de todo nuestro árbol genealógico. Así que alguien decidió amordazarlo (con un calcetín usado de un amable voluntario), y lo trasladamos a un pequeño cuarto que había en uno de los patios, destinado en tiempos a guardar un carrito de chucherías que tenía el portero de la finca (ya difunto). Pero como la puerta no cerraba bien y temíamos que la fiera se escapase y se dedicase a mordernos a todos con furia porcina, lo colgamos de las muñecas de una viga del techo. Si, habéis oido bien. Con dos correas, lo colgamos de una viga. :sudor

El gitanillo no hacía más que revolverse y soltar palabrotas que nunca jamás habíamos oído, entre maldición gitana y maldición gitana, con los ojos inyectados en sangre y contando lo que nos iban a hacer a nosotros, a nuestros padres y a nuestras hermanas, ante lo cual, obviamente estábamos todos más que acojonados. Así que cuando la primera madre se asomó a la ventana y gritó "¡Manuelíiiiiiiinnnn, a casa de una puta veeeeeezzzzz...!!!", Manuelín respiró aliviado y se largó de allí con pies en polvorones musitando "Me tengo que ir, que mi mama se enfada...".

Ese mismo camino fueron tomando todos, y poco a poco, hicimos mutis por el foro sin que a nadie se le ocurriese bajar al prisionero, ya que hacerlo sería reconocer participación en su "colgaje", y allí, misteriosamente y de repente, nadie había visto nada, y os juro que yo acabo de llegar, y este estaba ya aquí en el techo. :disimulo

Total, que ese sábado nos despertaron las sirenas de la policía. Se habían encontrado a un gitano, colgado de las muñecas, que había acabado dislocando con sus aspavientos, con una hipotermia de caballo, y murmurando nosequé de "os vamos a rajar a tós, josdeputa".

La policía, obviamente no hizo nada más allá de un par de preguntas (los gitanos de la Casería eran bien conocidos), y se largaron, tras atender al niño y llevárselo al hospital. Son cosas de críos, sentenciaron. Los gitanos... obviamente no fueron tan "respetuosos".

Durante un par de semanas, vivimos una calma tensa, en la que de repente, todos queríamos que nuestros padres nos llevasen y recogiesen del cole, y en las que, de repente, jugar en la calle dejó de ser atractivo. Como en casa de uno no se está en ningún lao, desde luego... :sudor

Pero claro, nos acabamos relajando. Lo habrán entendido, tampoco ha sido para tanto, al Joaqui le abrieron la cabeza también, seguro que ahora se están riendo de lo que ha pasao... etcétera.

Y un dia, Monchi no baja a jugar. La madre nos dice que como que no, que Monchi se bajó hace ya un buen rato. Donde está Monchi, donde está Monchi. Bajan todos los padres y madres presentes, y salimos a buscar a Monchi. Y Monchi aparece. Le habían dado una paliza de muerte, y luego lo habían tirado por un terraplén. Ojo, un terraplén de unos 15 metros, suficiente para haberlo matado. Pero es que, además, al fondo, lo que había era un cauce seco... repleto de chumberas. El que conozca como se las gastan las chumberas aquí en el sur, sabrá de lo que hablo. :sudor. Aún recuerdo los alaridos de Monchi mientras lo "desclavaban". Creo que perdió un ojo, no estoy seguro porque los padres se largaron a Galicia a toda velocidad.

Afortunadamente, me largué de allí al poco tiempo también. Siempre he querido ir a ver como está el barrio, y concretamente, La Casería. Pero por una cosa u otra... nunca más me he acercado. :sudor
 
Última edición:
Gracias a los gitanos de San Fernando de Henares (Madrid) decidí cambiar de trabajo, en el Parque Acuático de esa localidad (estaba detrás del Pryca, ahora Carrefour), en el lejano año 2002, cuando fue el cambio de la peseta al euro (unido a la primera tirada de tarjetas de descuento familiar de Parques Reunidos). Yo daba cambio en unos pequeños recreativos, con máquinas y billares, y vinieron dos semanas seguidas a diario, pasándose las reglas por el arco del triunfo (las gitanas bañándose con ropa, los niños meando en cualquier sitio, un montón de líos en las colas de los puestos de comida, peleas y un largo etcétera)e intentando vacilarme (yo tenía el dinero contado y tenía que entregar la misma cantidad al acabar mi turno).
Yo era muy bocazas, ahora menos, y me calentaba a las primeras de cambio (tuve tantas discusiones y peleas que me hubiese hecho millonario con un euro por cada una de ellas), por lo que no me arrugué cuando intentaron manipular las máquinas y los billares, para tener partidas gratis. Les llamé la atención, cuando llevaba un mes y medio trabajando allí, y luego se lo comenté a mi jefa directa. Me sugirió que pasara del tema, no la hice caso y al día siguiente los billares no tenían ni tacos ni bolas (deduzco que aprovecharon cuando me fui al vestuario, poco antes del cierre y tras devolver el dinero en la oficina). Al día siguiente se mofaron de mi abiertamente, sin disimular un ápice, y me dijeron, "Si te pones otra vez chulo te vamos a inflar a ostias, hijo de puta". :mmmh
Fue mi penúltimo día, en cuanto me ingresaron la nómina del mes pedí la baja voluntaria, con la excusa de otra oferta de trabajo que no podía rechazar. ¡Hasta nunca!

Me alegro porque en el fondo tuve dinero de sobra para el resto del verano y el año siguiente, unido a una beca de estudios que me daban antes de empezar el curso. Además, ese mismo verano empecé a correr, algo que sigo haciendo a menudo, y bajé bastante de peso con el paso de los años. :pensativo
 
Se les permite todo. Lo que a ti no, a ellos sí. Vas al mercado un sábado y están los gitanos aparcados en cualquier sitio. Dejad tu el coche un minuto con alguien dentro y viene la policía. A los otros coches no les van. Son detalles mínimos que delatan el MIEDO y respeto que se tiene a esta etnia desde siempre.

Permíteme que te resalte una palabra de tu texto. :ok
 
  • Me gusta
Reacciones: Tim
Todos estos comentarios pueden parecer racistas pero ellos son los racistas más bestias y exagerados que he visto en mi vida. Y orgullosos de serlo. Es su forma de vida y su tradición.
 
Arriba Pie