La mafia del azúcar (y las farmacéuticas)

jorgetorre2

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Copio/pego un articulo muy interesante sobre el azucar, la industria alimentaria y las farmaceutticas.

Si no va aqui moverlo donde corresponda...




demasiadaazucar1.jpg

El azúcar es un buen negocio. Las grandes empresas que controlan la industria alimentaria dependen del azúcar para aumentar sus beneficios.

Saben que más azúcar en sus productos genera más dinero en sus bolsillos.

He recibido muchas consultas esta semana de personas confundidas a partir de un artículo reciente en La Razón, donde una "experta" (ahora hablamos de ella y sus amigos) habla de las bondades del azúcar, y nos regala joyas informativas como estas: "el azúcar tiene importantes propiedades", "es imprescindible para el desarrollo de las funciones cognitivas y la actividad física" y "existe una asociación negativa entre el consumo de azúcares y la ganancia de peso".

Veamos ahora lo que dice la ciencia de verdad.

El azúcar y la salud
Un importante estudio con datos de 175 países encuentra asociación entre el consumo de azúcar y diabetes, independientemente de otras variables como actividad física o grasa corporal. Un estudio reciente asocia mayor consumo de azúcar con incremento de mortalidad por enfermedad coronaria.

A pesar de su relevancia, ambos estudios son observacionales (no pueden establecer causalidad), pero existen metaanálisis de ensayos clínicos donde la causalidad está clara: más azúcar empeora a corto plazo los indicadores principales de salud cardiovascular (como triglicéridos y presión arterial).

La relación entre las bebidas azucaradas y la obesidad está ampliamente demostrada (estudio, estudio), al igual que con infarto cerebral (estudio) y problemas metabólicos como resistencia a la insulina (estudio, estudio).

El British Medical Journal realizó uno de los trabajos más completos sobre la materia, en este metaanálisis de estudios observacionales y ensayos clínicos. Las conclusiones son claras: "en dietas libres, la ingesta de azúcar y bebidas azucaradas es un factor determinante en el peso corporal".

El concepto de "dieta libre" es importante. Los estudios a los que algunos se aferran para defender el azúcar controlan las calorías (dietas isoenergéticas), reduciendo las variaciones de peso entre las distintas dietas. Es evidente. Si consumes 800 calorías de azúcar al día, y nada más, te aseguro que no engordarás. Las calorías importan. La cuestión es que en la vida real un exceso de azúcar desequilibra el ciclo natural de hambre-saciedad del cerebro y promueve el desequilibrio energético. Parte de la llamada dieta de cafetería.

A la luz de la evidencia, la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) propone reducir a la mitad las recomendaciones de consumo máximo, del 10% al 5%.

Y esto a la industria no le gusta. Nada.

La respuesta de la industria
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La industria debe defenderse de la ciencia. Según esta revisión lo hacen con técnicas muy similares a la industria tabacalera en su momento. No en vano Philip Morris (la mayor tabacalera mundial) es propietaria de grandes compañías de alimentación como Kraft o Nabisco. Diferentes productos, mismas estrategias:

Estrategia 1 - Hacer marketing emocional
Sin argumentos racionales para consumir sus productos, deben apelar a las emociones. Te venden felicidad, placer, aventura, comodidad... Y para ello gastan mucho, mucho dinero.
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Entre los 10 primeros hablamos de más de $7.000 millones de dólares. Se lo pueden permitir. Vender agua con azúcar o harinas refinadas es tremendamente lucrativo.

Estrategia 2 - Comprar científicos y académicos
Como la ciencia de verdad no les apoya, se crean la suya propia. Ponen el foco en las cosas que desconocemos (que sin duda las hay), cuestionando las que sabemos.

Financian sus propios estudios para añadir ruido a la literatura científica. Según esta revisión, más del 80% de los estudios independientes asocian las bebidas azucaradas con obesidad, pero sólo el 20% de los estudios financiados por la industria encuentran asociación. Esto les permite alegar que existen "inconsistencias" en la literatura. Inconsistencias creadas por ellos mismos con su ciencia manipulada.

Contratan científicos/médicos (marionetas) para que aparezcan en los medios hablando de las bondades de sus productos con estudios, sus estudios, en la mano. Compran posiciones dentro de instituciones científicas reconocidas.

Por ejemplo en 2010 varios científicos protestaron cuando Pepsi compró un blog en la prestigiosa (hasta ese momento) web de ScienceBlogs (detalle). En España patrocinan por ejemplo la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas y la Asociación Española de Pediatría, algo denunciado constantemente por los compañeros de Dietética Sin Patrocinadores.

Estrategia 3 - Comprar políticos
La industria del azúcar intentó que el Congreso de Estados Unidos retirara el financiamiento a la OMS cuando, hace más de diez años, alertó de los riesgos del consumo excesivo de azúcar (detalle). No sólo compran científicos, también políticos. Esta imagen muestra los millones que la industria, como empresas individuales o asociaciones, invierte en políticos (lobbying).
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Amistades peligrosas: industria alimentaria y farmacéutica
La industria farmacéutica funciona de la misma manera. Las sinergias entre ambas están claras. La industria alimentaria te enferma con sus alimentos hiper-procesados, mientras que la industria farmacéutica trata los síntomas de la enfermedad para mantenerte vivo (no sano) y asegurar que sigas consumiendo (alimentos industriales y fármacos).
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¿Suena exagerado? Las tácticas de la industria farmacéutica están bien retratadas en el libro "Medicamentos que matan y crimen organizado". Su autor no es un charlatán. Peter Goztsche es nada menos que director del Nordic Cochrane Center y cofundador de la Colaboración Cochrane, una de las organizaciones más prestigiosas por la rigurosidad y objetividad de sus revisiones científicas en materia de salud.


El prólogo está escrito por Richard Smith, antiguo editor jefe del British Medical Journal, una de las más prestigiosas revistas médicas. El título del libro tiene que ver con las propias palabras de Peter Rost, ex-vicepresidente de la farmacéutica Pfizer: "Es aterrador ver las semejanzas que existen entre la industria farmacéutica y la mafia. La mafia gana una obscena cantidad de dinero; la industria también. Los efectos secundarios del crimen organizado son asesinatos y muertes; los mismos que los de la industria farmacéutica. La mafia soborna a políticos y a otros, igual que la industria…" .

El libro detalla cómo la industria farmacéutica corrompe la ciencia, exagerando los beneficios de los fármacos (estudio) y escondiendo sus efectos secundarios. ¿Suena conspiranoico? Algunos ejemplos:

Leer artículo entero...

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Esta semana publiqué el Episodio 30, donde respondo a varias consultas recibidas:
  • Recomendaciones de entrenamiento y nutrición para atletas maduros.
  • Enfoque de una fase de volumen tras una fase larga de dieta baja en carbohidratos y entrenamientos con mucho CrossFit.
  • Productividad personal y cómo organizar trabajo y entrenamiento. Mi caso.
  • Beneficios y riesgos de las latas de conservas.
  • Problemas de tiroides y goitrógenos en vegetales crucíferos. Recomendaciones.

Puedes escuchar el episodio en ivoox o suscribirtepara escuchar los siguientes episodios desde el teléfono, iTunes etc o descargar directamente el MP3.

Saludos Revolucionarios,
Marcos

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http://www.fitnessrevolucionario.com/2015/02/28/la-mafia-del-azucar-y-las-farmaceuticas/
 
En un episodio de Doctor Who, el Doctor es envenenado y le dice a su compañera que para contrarrestar los efectos del veneno necesita ingerir algo salado. Su compañera le da un puñado de algo salado, el Doctor se lo traga, y acto seguido lo escupe. "Pero esto, ¡¿qué diablos es?!" "Es sal" " ¡Esto no me vale! ¡Es DEMASIADO salado!" Esta paradoja es muy similar a la relación que los humanos tenemos con el azúcar: el azúcar posiblemente sea el macronutriente más importante de nuestra alimentación, después del agua; pero, al mismo tiempo, se da la paradoja de que muchísimos de los alimentos que produce la industria alimentaria tienen demasiado azúcar.

¿Miente la "experta" que habla de las bondades del azúcar? No exactamente. El principal combustible del cuerpo humano es la glucosa, que es un azúcar. La glucosa es imprescindible para el desarrollo de las funciones cognitivas y de la actividad física; sin glucosa, la vida es imposible. Que el azúcar desempeña un papel fundamental en el correcto funcionamiento del cuerpo humano, es innegable. Pero en el ser humano se da una curiosa paradoja: el azúcar es el principal combustible del cuerpo humano, pero un exceso de azúcar es altamente letal (los que realmente piensan que el ser humano es el resultado de un diseño inteligente, tal vez deberían preguntarse qué diseñador haría semejante chapuza), como bien saben los diabéticos. Por eso los humanos tienen un sistema de autorregulación del nivel de azúcar en sangre, a través de la secreción de insulina, que se encarga de "barrer" los excesos y convertirlos en reservas de energía (grasas).

Los alimentos muy refinados son ricos en azúcares (carbohidratos simples), que son rápidamente digeridos y absorbidos, con lo que pasan rápidamente al torrente sanguíneo, provocando un exceso de azúcar en sangre, lo que a la larga sobrecarga el organismo, y acaba derivando en numerosas enfermedades: cardiovasculares, obesidad, diabetes... Esto está demostradísimo, y nadie lo pone en duda.

Ahora bien, a nadie le hace daño comerse un bizcocho de vez en cuando. Lo que hacen daño son los abusos reiterados, y ahí es donde entra la responsabilidad individual. Casi todo el mundo conoce cuáles son los fundamentos de una alimentación equilibrada: abundancia de alimentos de origen vegetal (verduras, frutas, legumbres, cereales integrales), un poquito de alimentos de origen animal, un casi nada de alimentos excesivamente ricos en azúcares, sal o grasas saturadas. Casi todo el mundo sabe esto y, sin embargo, muy pocos lo ponen en práctica. ¿Quién tiene aquí la culpa: la industria alimentaria o los consumidores?

Por eso, personalmente, me cuesta mucho creer en este tipo de relatos "conspiracionales". Una conspiración es cuando una serie de entidades se confabulan para engañar a la masa e impedir que la verdad salga a la luz. Aquí no hay conspiración posible, porque aquí la verdad la sabe todo el mundo: el abuso de alimentos ricos en azúcares es malo para la salud. Y si los alimentos ricos en azúcares son potencialmente perjudiciales para la salud, ¿por qué se permite su fabricación y comercialización? Por que al fin y al cabo, estos alimentos no son dañinos para la salud, lo que es dañino es su abuso. Resumiendo, lo que nos enferma no son los alimentos aislados per se, sino el estilo de vida que llevamos. Y eso, en gran medida, es una responsabilidad individual.

Es muy fácil echar balones fuera, que te diagnostiquen una enfermedad y querer echar la culpa a la malvada industria alimentaria (la que obviamente quiere venderte muchos dulces y cocacolas) o a la malévola industria farmacéutica, a la que no le interesa curarte (pero gracias a la cual vas a poder convivir muchos años con una enfermedad que, sin tratamiento, hubiera sido mortal). No cabe duda que las industrias alimentaria y farmacéutica son gigantes poderosos que hacen mucha presión por preservar su intereses y que, a veces, incurren en prácticas propias de un clan mafioso. Pero de ahí a afirmar a que todo responde a un plan secreto para enfermar a toda la población, me parece que hay un abismo.

A día de hoy, todos los alimentos llevan una etiqueta con su contenido nutricional, su idoneidad para la salud y las raciones máximas recomendadas. Los más potencialmente perniciosos, suelen venir acompañados del dibujo de la pirámide nutricional y un mensaje alertando que las chucherías deben tomarse con mucha moderación y recomendando el ejercicio diario. A casi todos, nuestro médico de cabecera nos ha dicho qué tenemos que comer y qué no, y por si no fuera suficiente, todos los días aparece algún médico informando de los fundamentos de una alimentación sana, ya sea en prensa, radio, televisión o internet. La gente tiene más información nutricional que nunca y, a pesar de ello, la gente decide libremente alimentarse mal y echarle la culpa a los otros.

Sí, es cierto que los supermercados están repletos de alimentos no especialmente recomendables. Sí, es cierto que Coca-Cola dedica muchos recursos a crear una imagen corporativa positiva y a incitar a la gente a consumir sus productos. Pero, en última instancia, el consumidor tiene plena libertad para elegir lo que servir en su plato. Si la industria alimentaria fabrica basura es porque la gente la consume y la demanda. Si todos nos negásemos en redondo a comprar patatas fritas, donetes y embutidos, ya veríais como nadie los fabricaba.
 
Última edición:
Pero, en última instancia, el consumidor tiene plena libertad para elegir lo que servir en su plato. Si la industria alimentaria fabrica basura es porque la gente la consume y la demanda. Si todos nos negásemos en redondo a comprar patatas fritas, donetes y embutidos, ya veríais como nadie los fabricaba.

Lo siento, pero este argumento no me vale.
La pretendida "libertad del consumidor" también podría ser aplicable al tabaco. "Si no quieres, no fumas", claro, pero también sabemos que la información y la legislación, también cuentan.
Durante muchos años ha habido publicidad masiva en todos los medios, anunciándolo como "el sabor de la libertad" y chorradas por el estilo, mientras la industria tabaquera -y los estados!- se iban llenando los bolsillos a costa de nuestra salud. Ha hecho falta mucha presión de la sociedad -y que los estados cuantifiquen el gasto de sanidad por tabaquismo- para que el tabaco se considere perjudicial para la salud y se regule su publicidad y su venta.
Entonces, durante la época dorada del tabaco, cuáles eran las prácticas de las tabacaleras? ...sobornar a gobiernos, comprar científicos y manipular informes.

El problema con la industria alimentaria -o la farmacéutica- es la misma. ¿Qué está por encima: las ventas o la salud de sus clientes? :pensativo
No es un tema de conspiranoia: es un tema de sentido común, y de entender cuáles son las prioridades de cualquier empresa privada.
Una empresa privada no es ninguna ONG. Es una organización obligada a competir y a maximizar sus beneficios.

Pongamos de ejemplo a una azucarera. Cuál es su principal objetivo? Colocar las máximas toneladas en los mercados, al mejor precio posible. Punto. De verdad creéis que en su consejo de administración se dedica un solo minuto a reflexionar sobre los perjuicios de una dieta hipercalórica? :inaudito
 
No es un tema de conspiranoia: es un tema de sentido común, y de entender cuáles son las prioridades de cualquier empresa privada.
Una empresa privada no es ninguna ONG. Es una organización obligada a competir y a maximizar sus beneficios.

Pongamos de ejemplo a una azucarera. Cuál es su principal objetivo? Colocar las máximas toneladas en los mercados, al mejor precio posible. Punto. De verdad creéis que en su consejo de administración se dedica un solo minuto a reflexionar sobre los perjuicios de una dieta hipercalórica? :inaudito


No creo que lo hagan, pero sí que creo que deberían hacerlo.

Entre ser una empresa privada (como tú la pintas) y una ONG hay mucho gris. El beneficio económico no tiene por qué estar por encima de la ética y la moral. Puede estarlo, pero si alguien decide ganar cuanto más dinero mejor a costa de la salud de los demás es un desgraciado que se merece la mayor y más dolorosa de las enfermedades.

¿Una empresa está obligada a maximizar sus beneficios? ¿A costa de lo que sea? Entonces me parece bien la industria armamentística, y la producción de heroína... Son extremos, ya lo sé, pero una empresa también obligada a no aprovecharse de las necesidades de la gente ni a perjudicar a nadie.

El problema con la industria alimentaria -o la farmacéutica- es la misma. ¿Qué está por encima: las ventas o la salud de sus clientes? :pensativo


Lo que está por encima es la salud de los clientes, y esto está tan claro que no necesita explicación.

Ahora, si ellos no lo quieren seguir y tomar el camino contrario es en mi opinión de cárcel, nunca de sentido común.
 
wfogg, para la industria alimentaria, como en cualquier otra industria, por encima de la salud de las personas estan los objetivos empresariales. SIEMPRE. Obviamente, esto no convierte a sus directivos en unos monstruos despiadados, sino que ante cualquier decisión, siempre primaran los objetivos empresariales. Tampoco tienen por qué hacer nada ilegal, sino que la mayor parte de las veces las decisiones serán impecablemente legales.
Volviendo al ejemplo de la industria azucarera, si pueden vender 500 toneladas más al mercado, lo harán. Y si para ello necesitan lanzar una campaña sobre las bondades del azúcar para concienciar al consumidor, lo harán.
La salud es un argumento más del màrqueting que puede ayudar a las ventas, pero para una empresa nunca es un objetivo en si mismo.
El responsable de velar por la salud de las personas es el regulador, o sea, el estado, la OMS, la UE o la FDA, algo fácilmente corruptible como ya se ha demostrado en bastantes ocasiones (valga el ejemplo de la vacuna de la gripe-A)

Todo esto no es culpa de la industria, sino del sistema capitalista que hemos creado entre todos.
 
Yo sí creo que empresas como Coca Cola, Unilever, Nabisco, McDonalds o Casa Tarradellas hacen estudios sobre las dietas hipercaloricas. Y en la medida que afecten a su cuenta de resultados, obrarán en consecuencia. Un ejemplo lo tienes en la Coca-Cola Zero, sin ir más lejos.
Obviamente Azucarera no creo que los haga o en todo caso no en la misma dirección.
En cuanto a la libertad de elección del consumidor, no existe sin información, eso está claro.
 
Pero, en última instancia, el consumidor tiene plena libertad para elegir lo que servir en su plato. Si la industria alimentaria fabrica basura es porque la gente la consume y la demanda. Si todos nos negásemos en redondo a comprar patatas fritas, donetes y embutidos, ya veríais como nadie los fabricaba.

Lo siento, pero este argumento no me vale.
La pretendida "libertad del consumidor" también podría ser aplicable al tabaco. "Si no quieres, no fumas", claro, pero también sabemos que la información y la legislación, también cuentan.
Durante muchos años ha habido publicidad masiva en todos los medios, anunciándolo como "el sabor de la libertad" y chorradas por el estilo, mientras la industria tabaquera -y los estados!- se iban llenando los bolsillos a costa de nuestra salud. Ha hecho falta mucha presión de la sociedad -y que los estados cuantifiquen el gasto de sanidad por tabaquismo- para que el tabaco se considere perjudicial para la salud y se regule su publicidad y su venta.
Entonces, durante la época dorada del tabaco, cuáles eran las prácticas de las tabacaleras? ...sobornar a gobiernos, comprar científicos y manipular informes.

El problema con la industria alimentaria -o la farmacéutica- es la misma. ¿Qué está por encima: las ventas o la salud de sus clientes? :pensativo
No es un tema de conspiranoia: es un tema de sentido común, y de entender cuáles son las prioridades de cualquier empresa privada.
Una empresa privada no es ninguna ONG. Es una organización obligada a competir y a maximizar sus beneficios.

Pongamos de ejemplo a una azucarera. Cuál es su principal objetivo? Colocar las máximas toneladas en los mercados, al mejor precio posible. Punto. De verdad creéis que en su consejo de administración se dedica un solo minuto a reflexionar sobre los perjuicios de una dieta hipercalórica? :inaudito
LoJaume, tienes mucha razón en todo lo que dices acerca de la industria tabaquera, y de la responsabilidad que tienen empresas y gobiernos. Pero el tema de la alimentación creo que es bastante màs complejo que el del tabaco.

El argumento de la libertad del consumidor no tiene las mismas implicaciones en el caso del tabaco que en el caso de la alimentación. Si te atiborras a Coca-Colas, la única salud que pones en riesgo es la tuya; si fumas, pones en riesgo tu salud y la de todos los que te rodean. Las consecuencias no son exactamente las mismas.

Por supuesto, la ingesta de Coca-Colas también es un problema de salud pública, porque si un millón de personas se vuelven diabéticos por haberse atiborrado de Coca-Colas, es evidente que eso tiene grandes costes personales y económicos (en un sistema sanitario público lo pagamos todos).

El problema es que una Coca-Cola, per se, no es peligrosa para la salud. Es decir, si te tomas un par de Coca-Colas al mes, eso no va a tener ningún efecto nocivo sobre tu salud. Si te bebes dos litros diarios, sí. ¿Habría que prohibir la Coca-Cola? ¿Por qué, si consumida esporádicamente y con moderación no supone ningún riesgo para la salud?

Dicen que beber un vasito de vino con las comidas es beneficioso para la salud. No sé si esta afirmación es cierta, o si el lobby de las bebidas alcohólicas ha comprado a los científicos, pero vamos a suponer por un momento que sea cierto. Un vasito de vino es bueno, pero hay mucha gente que no se conforma con tomar un vasito, y se toma dos, o tres, o cinco, y a veces después coge el coche, o se le da por mezclarlo con antibióticos. Cada año, miles (o tal vez millones) de personas mueren por culpa de un uso indebido del alcohol. ¿Que hacemos entonces, prohibirlo?

Si hacemos esto, tendríamos que prohibir prácticamente el 80-90% de los comestibles que encontramos habitualmente en los supermercados, lo que en principio tampoco es un problema, ya que en la naturaleza hay suficientes variedades de vegetales y animales sin azúcares añadidos para alimentarnos, sin necesidad de inventarnos nuevos alimentos "artificiales". ¡Ay, pero es que abusar de las carnes y los embutidos (alimentos que tienen cero azúcar) es tan peligroso para la salud como atiborrarse a Coca-Colas! O alimentarse exclusivamente a base de vegetales puede ser tan nocivo como comerse seis donuts diarios. ¿Y el agua? ¡Tomada en exceso puede ser tan mortal como el cianuro!

A lo que voy, es que si nos ponemos a prohibir todos los alimentos potencialmente peligrosos, tendríamos que alimentarnos del aire. Lo que hace al veneno no es la sustancia, es la dosis.

Es obvio que las empresas sólo quieren ganar dinero y les importa un pimiento lo que les pueda pasar a la gente si se toma veinte Coca-Colas diarias. Precisamente por eso es vital que los organismos públicos velen por la salud de los ciudadanos, informando y legislando. Pero es que por mucho que actúen las instituciones sanitarias, al final el ciudadano es el que tiene la responsabilidad última de sus acciones. De poco vale que el Estado prohiba el tabaco si luego un tercio de la población lo compra de contrabando. De poco vale que el estado haga campañas para fomentar la conducción responsable si luego la gente decide conducir beodo, sin cinturón y hablando por el móvil. Y lo de conducir borracho no será por falta de información, o por presión de las compañías de bebidas alcohólicas, porque nunca hemos tenido más información que en el momento presente.

¿Alguna vez habéis ido al médico y este os ha dicho "para la hipertensión, tómate dos botellas de whisky, y para bajar el colesterol, tómate un par de bolsas diarias de Ruffles sabor jamón"? Porque yo, cada vez que voy al médico, siempre me sueltan la misma cantinela: fuera tabaco, fuera alcohol, fuera bebidas azucaradas, fuera dulces y grasas saturadas. Sí, puede que Coca-Cola gaste mucha pasta en publicitar lo mucho que molan sus productos, pero nunca he visto a un médico recomendando tomar Coca-Cola a todas horas. Y además, uno es libre de no comprar los productos que te quieren vender. Llevo años viendo anuncios de colonia que prometen que si uso sus productos, me hartaré a ligar, y nunca he comprado una sola colonia.

Sí, es cierto que las empresas y los gobiernos tienen responsabilidad. Pero la responsabilidad última la tienen los ciudadanos. Si te dicen que tienes el colesterol alto y, a pesar de ello, sigues cenando bocata de embutido todas las noches, si te da un infarto la culpa no la tiene ni la industria farmacéutica ni la alimentaria. Y si te da un infarto, reza por tener a tu lado los productos elaborados por la malvada industria farmacéutica.
 
Última edición:
por encima de la salud de las personas estan los objetivos empresariales. SIEMPRE. Obviamente, esto no convierte a sus directivos en unos monstruos despiadados, sino que ante cualquier decisión, siempre primaran los objetivos empresariales. Tampoco tienen por qué hacer nada ilegal, sino que la mayor parte de las veces las decisiones serán impecablemente legales.


Respecto a la frase en negrita, no puedo estar más en desacuerdo con ella, en lo que a mí respecta esa frase por sí misma ya desacredita la postura entera. Y en si eso hace a los directivos unos monstruos despiadados o no... bueno, imagino que será una apreciación subjetiva si son más o menos monstruos, pero a mí no se me ocurre ningún calificativo bueno para alguien que decide que sus objetivos empresariales están por encima de la salud las personas.

Y por otro lado, hacer algo ilegal... las leyes son las que son y las trampas para burlarlas están ahí. Yo no hablo de decisiones ilegales, yo estoy hablando de conductas moralmente muy reprobables.

Volviendo al ejemplo de la industria azucarera, si pueden vender 500 toneladas más al mercado, lo harán. Y si para ello necesitan lanzar una campaña sobre las bondades del azúcar para concienciar al consumidor, lo harán.


Quieres decir que si "para ello necesitan lanzar una campaña torticera y manipulada sobre las bondades del azúcar para concienciar al consumidor, lo harán."

Sí, claro, lo que les hace despreciables.

El responsable de velar por la salud de las personas es el regulador, o sea, el estado, la OMS, la UE o la FDA, algo fácilmente corruptible como ya se ha demostrado en bastantes ocasiones (valga el ejemplo de la vacuna de la gripe-A).


Esto es como cuando yo trabajaba en obra, en construcción de túneles para líneas de AVE, y trabajaba en la asistencia técnica, que básicamente es quien controla que la obra se realice conforme a proyecto (entre otras cosas). Eso en otras palabras significa que eres como la policía de la constructora, el padre que vigila que se va a portar bien. Y yo pensaba, qué asco que mi trabajo tenga que existir, qué gasto de los impuestos solo porque la constructora por sí misma no va a hacer las cosas bien porque lo único que le importa es ganar cuanto más dinero mejor incluso si es a costa del dinero de todos. Así que en la obra pública también hace falta un regulador por parte del sector público (y en este caso igual de corruptible, obviamente) porque si no el sector privado se comporta como una rata.

Es una pena, y conceptualmente hablando es vomitivo.

Para mí el responsable de velar por la salud de las personas deberíamos ser todos.

Todo esto no es culpa de la industria, sino del sistema capitalista que hemos creado entre todos.


No, esto no es un problema del sistema capitalista per se, yo vivo en ese sistema pero tengo otra manera ver las cosas. No creo que un sistema capitalista tenga que implicar necesariamente hacer cosas moralmente repugnantes.

Si yo entiendo que esto es así y que de lo que yo hablo son los mundos de Yupi, pero es que según lo escribes parece que lo entiendes y hasta lo justificas.

Y de lo que dice i-chan, sí, la decisión final siempre es del consumidor, pero no vale solo con (mucha) información, lo primero que hace falta es educación, y luego con un poco de información basta.
 
Sí, es cierto que las empresas y los gobiernos tienen responsabilidad. Pero la responsabilidad última la tienen los ciudadanos. Si te dicen que tienes el colesterol alto y, a pesar de ello, sigues cenando bocata de embutido todas las noches, si te da un infarto la culpa no la tiene ni la industria farmacéutica ni la alimentaria. Y si te da un infarto, reza por tener a tu lado los productos elaborados por la malvada industria farmacéutica.

Estoy de acuerdo. La responsabilidad última la tenemos nosotros.
Vivimos inundados de informaciones de todas clases, de gente sin escrúpulos que vende basura, de gobiernos que anteponen sus propios intereses, de bobos que tragan con todo y de conspiranoicos que no creen nada. Es tarea de cada uno saber tomar sus propias decisiones.

De hecho, quizá ahora la selección natural consista en eso.
 
Si yo entiendo que esto es así y que de lo que yo hablo son los mundos de Yupi, pero es que según lo escribes parece que lo entiendes y hasta lo justificas.
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Al contrario, amigo willy, Lo que yo digo es que el sistema es mucho más perverso.
Desde el momento en que la salud de la gente está en manos de empresas privadas sujetas a las reglas del mercado, el conflicto de intereses está servido.

Como seres inteligentes, se supone que deberíamos tener la salud y el bienestar como prioridad absoluta. Sin embargo, está supeditada a las reglas del negocio.
Mira por ejemplo la industria ganadera: El regulador debe establecer los máximos de hormonas, medicamentos y demás porquerías químicas para que los productores puedan comercializar su carne, porque si no hubiera límites, estaríamos comiendo Clembuterol y antibióticos a saco.
En cambio, si la prioridad fuera la salud, no haría falta establecer ningún límite, sino que los propios productores intentarían conseguir el mejor producto posible.

Obviamente, esta prioridad es incompatible con las reglas del mercado (coste, beneficio, competencia, ...)
Hablo de la ganadería, pero esto sucede con todo (agricultura, farmacia, ...). Por un lado hay unos productores que compiten para vender sus productos, mientras por otro el regulador controla que los productores no se pasen de la raya y sus productos se puedan declarar como "consumibles".

Si un extraterrestre nos estuviera observando desde su nave espacial, diría que somos completamente gilipollas.
 
Última edición:
Sobre soluciones, siempre he pensado que la salud humana debería ser Patrimonio Mundial de la Humanidad, y todo el I+D de la industria farmacéutica debería correr a cargo de la OMS, o algo por el estilo, con un presupuesto a cargo de la ONU. Es decir, la industria farmacéutica debería centrarse en mejorar la salud humana, y no a su valor en la bolsa.
No sé qué opinais, pero a mi me parece demencial que se destine muchísimo más dinero a investigar productos contra la calvicie que contra el Ebola, por ejemplo. O que el precio de un tratamiento contra el cáncer no se establezca según su coste, sino por lo que el mercado estaría dispuesto a pagar por él.
En una empresa privada nadie invierte en i+d si no hay un retorno de la inversión. Y para que la competencia no se aprovechara de la i+d ajena se inventaron las patentes. Claro que una cosa es una patente en la industria automovilística, y la otra es una patente en algo tan básico e imprescindible como la salud. Demencial.

Sin embargo, observo no hay debate sobre ello. Incluso, compramos acciones de Pfizer cuando aparece un caso de Ebola en Europa, porque sabemos que esto disparará su valor. :facepalm

En el fondo, nos merecemos lo que tenemos, por idiotas.
 
Completamente de acuerdo con tu último post (al 100% y más). ¡Ah! Y en lo del extraterrestre también. :cuniao

En cuanto a lo demás y que está generado por las reglas del mercado y del nogocio, no estoy del todo de acuerdo. Por supuesto que tiene algo que ver, pero yendo un poco más allá creo que tiene su raiz en la codicia y el querer más y más aunque sea a costa de los demás (de nuevo el problema moral). Si una empresa asumiera que está mejor tener algo menos de beneficio y sacrificar ese extra de beneficio a cambio del bien común, las cosas serían mucho mejores.

Pero por lo que parece esto no va con la naturaleza humana. Mi esperanza es que esté equivocado y sea un problema de educación, y esperar que la educación vaya mejorando con el tiempo (como lo ha hecho a lo largo de la historia).
 
Lo malo de los conspiracionistas es que con sus majaderias enmascaran informaciones ciertas y alarmantes como la que ha posteado wfogg. Es decir,, que esos bocazas consiguen lo contrario de lo que pretenden.
Al respecto, recuerdo haber leido que el lobby nuclear financiaba actividades de ciertos grupos pseudoecologistas, para que sus tonterias desacreditaran a los antinucleares. Probablemente esto ocurre con todos los lobbies.
 
Y bueno, por estar de alguna manera relacionado:

Periódico Diagonal - Diabetes y el negocio de medicalizar la salud

Un grupo de expertos convocados por la Asociación Americana de la Diabetes modificó en 1997 el umbral de azúcar en sangre por encima del cual se consideraba que se padecía diabetes tipo 2. Pasó de 140mg/dl a 125.Automáticamente, sólo en EE UU 1,9 millones de personas pasaron a tener la enfermedad y a ser susceptible de ser medicados. La cifra prácticamente se duplicó en ese país, y en todo el mundo.

[...]

¿Pero quién se encarga de determinar estas cifras? Grupos de expertos, de profesionales, cuyas vinculaciones con la industria farmacéutica han sido puestas en cuestión. Según una reciente investigación periodística publicada por el prestigioso periódico norteamericano Milwokee-Wisconsin Journal Sentinel, “Cada uno de los paneles de expertos que cambiaron las definiciones de enfermedad para aumentar el número de enfermos susceptibles de ser tratados con medicamentos contaban con miembros que recibieron dinero de este tipo de empresas [...] 13 de los 19 miembros del comité de expertos de 2013 recibieron más de 2 millones de dólares de la industria de la diabetes por hacer de conferenciantes o trabajos de consultoría desde 2009, según un análisis de los datos de las propias compañías farmacéuticas”. En dicha investigación se recoge que la industria de la diabetes ha convertido en enfermos al 45% de los adultos norteamericanos (71 millones de personas) generando un volumen de negocio para las farmacéuticas, sólo en EE UU, de 23 mil millones de dólares al año, “más que los ingresos combinados de la Liga Nacional de Fútbol, la Liga Mayor de Béisbol y la Asociación Nacional de Baloncesto”.
 
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