- Una de MIS películas. En otros momentos en que hemos hablado de ella, ya lo he citado pero estuvo tanto tiempo en cartel en el desparecido
cine Urgel de Barcelona, que de crío pensaba que era una especie de título vitalicio. Cada domingo cuando iba al Mercado de Sant Antonio a comprar
"tintines" y
"mortadelos", allí estaba ese cartel que tanto me impactó:
¿Quién demonios era ese tipo vestido de verde sosteniendo una espada en la mano? Porque el caso es que el cartel es impresionante pero el dibujo no se parece demasiado en mi opinión a Christopher Lambert ¿Qué le pasaba? ¿Quién era el mochuelo que le miraba desde atrás con ese casco con forma de calavera de animal?
Sin embargo no la llegué a ver en el cine, sino en video. Una tarde de un fin de semana. Home alone para más señas. Nada más empezar me atrapó. Cuando la cámara recorre el estadio donde se está celebrando el combate de lucha libre y de repente vemos cómo enfoca a MacLeod entre el público. Desde ese momento y a pesar de estar entre más personas, ya sabemos que es diferente. No es un espectador más, sino alguien fuera de lugar. Solo en un estadio a revosar ¿Cómo es posible? No lo sabemos todavía, pero percibimos que es alguien aislado y ajeno al tiempo en el que se encuentra.
MacLeod ve a los luchadores combatir en el ring. Los mira muy serio con ojos encendidos (la cámara le ilumina parte del rostro)¿Los mira en realidad? ¿Sí o no? ¿Dónde está su mente? Si no los ve, entonces ¿Qué ve en realidad? Su mente está muy lejos. Recuerda, recuerda cuando aquellos combates hoy deportivos y para el entretenimiento del público ávido de palizas y espectáculos eran con armas y entonces retrocede en sus recuerdos atrás, muy atrás a su Escocia natal. Probablemente uno de mis arranques favoritos de una película.
Christopher Lambert está perfecto como el misterioso anticuario Russell Nash, con aquella gabardina, barba de tres días y zapatillas deportivas (look 100% de los 80). Hay oro en esta película. Los flashbacks en los que se nos muestra su pasado como Connor MacLeod, especialmente su relación con Heather, su primera esposa en Escocia. Cuando salva a Rachel en la Segunda Guerra Mundial:
"¡Es un truco de magia!",
"Eres una romántica Rachel" o al principio, cuando su primo Angus le salva del linchamiento público y le devuelve su espada, al creerle todo el mundo un brujo por haber sobrevivido a las heridas de la batalla contra el clan rival:
"Nunca te olvidaré Angus".
Lambert que no es un actorazo precisamente, en esta película borda el papel porque transmite esa sensación de estar perdido y desplazado y su risita boba en algunos momentos, boca floja, se puede tomar por la de alguien que a pesar de estar arrastrándose sobre el tierra desde hace cuatrocientos años, no ha dejado de ser un montañés, un tío de campo vamos. Incluso su acento en versión original, el estar empezando a trabajar en inglés (esta película era la segunda en este idioma, la primera había sido
"Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes" (1984) le aporta el toque necesario de extranjero de ninguna parte. En castellano, una voz más propia de actores cómicos que de acción, Eduardo Jover, le dio el punto justo de humor y seriedad al personaje.
Sean Connery perfecto como Ramírez, espadero de su Majestad Carlos I de España:
"¡No puedes morir escocés!" y las secuencias de entrenamiento en Escocia, cuando combaten en la montaña y corren por la playa:
"Siéntelo MacLeod... ¡Es la inmortalidad!" (genial José
"Humphrey Bogart" Guardiola en la voz de Connery) y el gran El Kurgan (Clancy Brown) uno de los mejores villanos del cine de aventuras, que fue doblado estupendamente por la voz gravísima del gran José Martínez Blanco. A destacar la secuencia en la que lame la mano de la monja en la iglesia:
"Hermana... hermanaaaa soy un gusano" y el combate final entre los anuncios de Neón.
Impagable también esas coñas urbanas tan de los 80, como las burlas que hace el vendedor de perritos calientes a la policia que investiga el caso de los asesinatos, cuando aparece en el periódico:
"Cortacabezas 2-Policía 0" y ese paródico guerrillero fascistoide que patrulla la ciudad de noche con una camiseta en la que aparece el Kremlin marcado con una diana y al que El Kurgan atraviesa con su espada:
"Llevo un arsenal en mi coche... Y aun así... ¡¡¡NO ESTOY SEGURO!".
Otro momento a destacar es cuando MacLeod huele el corcho de la botella de brandy cuando Brenda le invita a cenar y recuerda los eventos del pasado, mientras ella le mira atónito.
Y para terminar, mi momento de momentos con la hermosísima música de Michael Kamen y el
"Who wants to live forever" de
"Queen":
- Heather: "Connor, ¿por que no has envejecido?"
- Connor: "Porque te quiero tanto como el primer dia que nos conocimos".
- Heather: "Yo también te quiero... No quiero morir, quiero quedarme contigo, para siempre".
- Connor: "Yo también".
- Heather: "¿Harás algo por mi Connor?"
- Connor: "¿Qué, vida mia?
- Heather: "En los años venideros encenderás una vela para recordarme en el día de mi cumpleaños".
- Connor: "Si, amor. Lo haré".
- Heather: "Siempre quise tener hijos tuyos".
- Connor: "Hubieran sido sanos y fuertes".
- Heather: "No me mires Connor, déjame morir en paz... ¿Dónde estamos?"
- Connor: "En las montañas, en tu tierra, en tu querida tierra. Pronto saldrá el sol y no hace frio. Luego iremos a nadar al lago como tantas veces. Llevas la zamarra de oveja y las botas que yo te hice..."