¿alguien recuerda la segunda parte? ¿tan mala era? a mí el rollo cutre scifi europeo de la época me puede.
La segunda parte es un verdadero despropósito (aún más) pero se puede soportar por el histrionismo desbocado de Michael Ironside y la belleza espectacular de Virginia Madsen. También recuerdo algún plano resultón (el cambio de formato ayuda) que jugaba de forma interesante con la iluminación (el responsable es el fulano de Casino Royale; me acuerdo porque hace unos días emitieron por tv. Escape de Absolom, que también es suya).
Incluso tengo (mira si soy friki) la versión ánime del 2007: Los inmortales: "En busca de la venganza"
De friki nada: es, posiblemente, la menos mala de todas las secuelas (lo cual tampoco es decir mucho... pero bueno). En ella se lleva hasta el límite la influencia original de The Duellists (referente fundamental para el guionista original de la primera) con dos fulanos, enfrentados a lo largo de los siglos, representando dos formas irreconciliables de pensar. Todo muy básico y masticadito pero directo a las pelotas, no como el resto de entregas y series que me parecen un soberano coñazo. Por cierto, a pesar de ser un film de animación se trata de una secuela oficial, producida y escrita por occidentales pero realizada por Kawajiri y cía.
Destaca, por inusual en nuestros días, su marcado discurso cristiano... aunque matizado, de forma más bien burda, por la revolución de los oprimidos y el cachondeo casi blasfemo del realizador japonés (ese montaje paralelo de la típica escena de folleteo de la saga, con la fulana desnuda excepto por un crucifijo que cuelga de su cuello, con imágenes del interior de la iglesia y las velas encendiéndose). Este MacLeod no deja de chupar hostias (siempre pierde) a lo largo de los siglos por parte de su Feraud (¿o más bien de su D'Hubert?) particular (un antiguo general romano) hasta que invoca a Dios (que siempre aparece en forma de druida vejete cachondo o con forma animal) en el duelo final. Su camino egoísta de equivocada venganza puede, al fin, terminar, después de que la tipa le enseñe el valor de la fe y el sacrificio volando por los aires (otra vez el crucifijo).
No es el mejor Kawajiri (Ninja Scroll, Wicked City) pero se puede ver... tiene ritmo (la versión japonesa, que no he visto, es más larga), la ambientación postapocalíptica está lograda, posee diálogos esporádicamente inspirados en medio de la pochez y los tópicos habituales (por ej: el de los dos antagonistas en la iglesia durante la WWII) y hasta aparece (muy) brevemente la batalla de Trafalgar. Si hay una secuela que no ofende demasiado es ésta.
Sin embargo, al igual que las otras, poco tiene que ver con la original... y la inclusión de una mujer inmortal (inevitable en los tiempos que corren) se carga, además, todo el cachondeo mitológico cuasigayer de la(s) de Mulcahy. Porque el australiano retorció el guión primigenio (mucho más serio) convirtiéndolo casi en una parodia de la masculinidad (aquí incluyo al poli abusón aparentemente duro, pero inseguro, que hace chistes homófobos... o al justiciero veterano de la guerra de Vietnam). Al igual que algunos pintores clásicos retrataban de tapadillo a místicos y místicas experimentando orgasmos, aquí tenemos a fulanos machotes (en plena era de macho movies) corriéndose como animales después de atravesarse entre ellos con sus espadones. Por ejemplo, en el primer duelo (el del garage) hay un par de planos (detalle) con líquidos derramándose libidinosamente (entre ellos, el de un coche que pierde aceite...) mientras Connor casi levita y grita como un poseso (un descarado descojone); Ramírez muere cuando se la clavan por detrás (toda la escena, desde el comienzo con El Kurgan rompiendo gratuitamente la mesa o el final con el tipo cayéndose como si fuera El Coyote de los dibujos animados es, simplemente, de coña); por no hablar de los exageradísimos gimoteos del escocés al vencer en el duelo final... Vamos, que la cosa no es precisamente sutil ("no podemos tener hijos"; "debes dejar a las mujeres y centrarte en cruzar tu espada con los nuestros... somos diferentes y tal y tal y tal"). Es como la música de Queen: en teoría es rock duro para tipos duros... pero viene con sorpresa (yo recuerdo situaciones esperpénticas como gente renegando del grupo al enterarse de la condición sexual del cantante; tipos que se negaban a creérselo; etc. Algo parecido pasó con Judas Priest).
Curioso que la parte "seria" de la película funcione a pesar de ello: por ejemplo, la muerte de la primera esposa (una escena bellísima y que duele de verdad... yo siempre he experimentado cierto vértigo existencial al verla) o la despedida de Raquel (en origen era más larga) con el plano subjetivo del prota contemplándola mientras baja, de nuevo, a las catacumbas (en el ascensor). También me gusta mucho el comienzo (gran descripción de Wontner), con esa cámara buscando al prota en el estadio, el montaje paralelo (en principio iba a ser un partido de hockey) y la lucha verdadera y trascendente que tiene lugar bajo toda esa farsa, ese circo... El sótano/aparcamiento se convierte así en un escenario perfecto y evocador. Si le quitas lo gratuito del saltimbanqui, que provoca una acertada sensación de irrealidad pero que se sobreutiliza innecesariamente, te queda un arranque bien majo.
En cuanto a lo de los saltos temporales, yo no los veo mal. Ese que dice Elliot, que pasa del techo del aparcamiento subterráneo a las Highlands, tiene su lógica (volver a la superficie, pero en otra época, para comprobar que allí habita siempre la misma chusma enajenada y sedienta de sangre que grita "mátalo"). Pese a todo, el conjunto no acaba de cuajar, y la cosa va empeorando en progresión geométrica a medida que la película avanza. Encima con escenas gratuitas que no aportan nada (el Terminator sale de su habitación en el motel e intimida al recepcionista... ¿era necesario?) o clamorosos fallos de continuidad (¿dónde va a parar el agua de la azotea en el duelo final?).
me encanta la escena donde abre el maletín y empieza a montar la espada haciéndola bailar alrededor suyo
Esa escena es fantástica (muy videoclipera) y tiene también su cachondeo sexual de fondo: el fulano juguetea con su espada (hay un plano en el que acaricia el filo mientras la sostiene en posición erecta evidentísima) mientras espera a la prostituta (recordemos que Katana, en la dos, incluso la tiene retráctil... la espada, digo); en la versión doblada nos perdemos el doble sentido de Candy... pero sigue funcionando en lo que respecta a no saber qué es lo que va a hacer con ella: trajinársela o matarla; en esta película parece ser que no hay diferencia). Por cierto, creo recordar que el doblaje corrige algunas absurdeces de la v.o. como la "Toledo Salamanca Sword" (que pasa a ser de Toledo o de Salamanca) o Charles the Fifth of Spain (por Carlos I de España... En la segunda parte, Ramírez, nombre que pasa a ser extrarrestre porque resulta que ya lo utilizaba en su planeta de origen, lo cambia por Felipe II).
siempre he sentido debilidad por la tercera entrega de 1995
"Los Inmortales III: El hechicero", porque aun siendo una mala película (Mario Van Peebles
)
A mí es un tipo que siempre me ha caído bien (no creo que el problema de la tres sea él): su presencia icónica en El Exterminador 2; su memorable papel de 'Stitch' Jones en El sargento de Hierro (de lo mejor de la cinta); incluso dirigió una película bastante interesante (y muy polémica en su momento) como es New Jack City. Luego ya vino la decadencia (con excepciones, como su Malcom X en el Ali de Mann).