LOS TIPOS BONDADOSOS de LANTHIMOS aka Kind of Kindness

pero si no tragas al dire inviertes 3 horas de tu vida en esto?
Es verano, hay tiempo libre, aburrimiento y hastío... Y tenía curiosidad por ver si el tipo podía ser más desagradable que en la anterior.

En todo caso voy a escribir una opinión un poco más elaborada: Lanthimos ofrece una peli en forma de tríptico, jugando en los tres capítulos con el mismo conjunto de actores y un McGuffin en forma de un señor cuyas iniciales son R. M. F., donde hace foco en los monstruos que engendra la sociedad moderna, en este caso a través de la sed de poder, el descenso a a locura mental y el estremecedor mundo de las sectas, todo ello acompañado de unos tétricos teclazos de piano que le dan a la obra un aura bastante perturbadora.

Entiendo que Yorgos pretende ser muy provocador y todo eso, pero personalmente no comulgo mucho con sus propuestas recientes (no he visto las anteriores). Lo que sí tuve muy claro es lo hostiable que resulta Meth Demon-Plemons en todas las pelis en las que participa.

Uno quiere peldañear pero así no, hombre :no
 
Este pérfido turco (o griego, no importa) nos trae su propia versión de Pulp Fiction. Y puede que no lo parezca, pero toda la película es una alegoría contra el cristianismo. Ya desde los créditos iniciales, cuando empieza a sonar Sweet Dreams, Lanthimos enfatiza: Everybody's looking for something, Some of them want to use you, Some of them want to be used by you, Some of them want to abuse you, Some of them want to be abused... Bueno, ya sabéis lo que os espera, la canción es básicamente un resumen de la película y también hay asesinatos, sectas, abusos sexuales, canibalismo, juegos de poder y crueldad animal. Pero a pesar de todo esto, la película es extremadamente aburrida.

Lo único bueno que se puede decir de ella es que no es tan manierista como Poor things, es una vuelta al cine del pasado, copiando el minimalismo cínico de Haneke, el cine provocador, violento y perturbador de Lars Von Trier y, por último, las ambiciones de Kubrick. El Turco dice que sus directores favoritos son Bresson y Tarkovski (típico de un estudiante de cine filisteo), pero imagínense si un señor católico (Bresson) y otro señor ortodoxo (Tarkovski) vieran esta inmundicia tan simplistamente blasfema y políticamente correcta... escupirían sobre su creador.

Leí por ahí que las historias también son una crítica a la dominación masculina y al cristianismo patriarcal (¡GUAU! Este hombre se puso de pie con valentía), cada historia es una alegoría satírica sobre El Padre (el dios demiurgo del gnosticismo, más que del cristianismo), el Hijo y el Espíritu Santo. La trinidad que es Dios Padre (Defoe en la primera historia), el ser superior que vela por nosotros (aquí un psicópata), el hijo que se sacrificó para salvar a la humanidad (Emma en la segunda, una mujer estúpida que lo da todo por su marido loco), y el espíritu que prevalece.

El director cree ser el nuevo Buñuel: Lanthimos se imagina a sí mismo como un cristiano no practicante, muy versado (ja!) pero crítico de la religión organizada, sus prácticas, creencias y aptitud para la sumisión y el control. Cree ser un outsider cuando sus creencias no son mas que las creencias del vulgo. La blasfemia anticristiana no es atrevida ni valiente. Este es el tipo de “gesto transgresor” completamente hueco que define el arte contemporáneo. Antes, si hacías un gesto vanguardista, había que pagar un precio por ello… Desde los años 80, ¿Cuál es el precio que se paga? Si tomas algo de la iconografía católica (siempre católica, ¿no? Nunca judía, nunca musulmana) y haces algo escandaloso con ello, te escribirán y alabarán en medios de comunicación, recibirás una beca en universidades y tus proyectos serán financiados y todo el mundo dirá que eres atrevido y transgresor. La anarquía vende.

El cristianismo es el blanco perfecto para los pseudoprovocadores, que consiguen parecer provocadores sin sufrir ninguna de las consecuencias que suelen acompañar al arte verdaderamente contracultural. Para Lanthimos y sus semejantes, el cristianismo es al mismo tiempo tan tiránico que burlarse de él es un acto de valentía heroica, pero en realidad es tan impotente y Lanthimos tan cobarde que se puede burlar de él con impunidad. No puede ser ambas cosas a la vez.

Es difícil encontrar un director vivo más convencido de ser un Enfant Terrible. Langosta me hizo reír mucho en su momento, pero ahora me doy cuenta de que necesito volver a verla...
 
Última edición:
Ayer noche me tentaba ponérmela, pero leo "Duración: 2 horas 45 minutos" y me retracté, no me vi con fuerzas.
 
Ayer noche me tentaba ponérmela, pero leo "Duración: 2 horas 45 minutos" y me retracté, no me vi con fuerzas.

Dale una oportunidad. Probablemente te guste porque tiene lo que sueles buscar en una película.


Karen.gif
 
Cuando vi Pobres Criaturas juré y perjuré que no volvía a ver una peli de este director. Ayer "pequé" y me puse a ver Kinds of Kindness esperándome otra aberración pretenciosa, de mal gusto, llena de tópicos visuales y falta de talento y lo cierto es que, afortunadamente para mí, me equivoqué. También es verdad que no se trata de una peli "amable" para el espectador pero, aun así, me parece un buen trabajo tanto del director como de los actores que acompañan de manera impecable a tres buenas historias (algunas mejores que otras) que, por lo menos en mi caso, captaron mi atención. Al contrario de lo que me pasó con los 110' de "The Trap" (se me hicieron interminables por poner un ejemplo de una peli que he visto hace poco) los 165' de ésta me fueron más llevaderos, tal vez, por estar el metraje dividido en tres historias.

En resumen, No es la peli de mi vida pero puedo concluir que me gustó.
 

KINDS OF KINDNESS (2024 -Yorgos Lanthimos)​




El último film del polémico realizador griego Yorgos Lanthimos, tras el éxito de "Pobres criaturas", marca un regreso en toda regla a sus títulos más primigenios de la etapa Griega... Aunque algo se perdió por el camino y este retorno estilístico se concreta en una producción extraña, con un tono tragicómico que no funciona y con un metraje alargado hasta lo indecible. Un elemento particular de la película es la utilización de tres historias en las que los mismos actores interpretan diferentes personajes.
El problema del film radica en que cada una de estas historias es lo suficientemente interesante como para construir un relato por sí sola. Sin embargo, el director, que se considera el *enfant terrible* del cine actual, opta por un estilo que, a mi parecer, resulta cada vez menos natural y más forzado, en una especie de cruce formal entre Haneke y Kubrick que comienza a mostrar sus costuras, y que termina devorado por su propio vacío.
 
Arriba Pie