Mucho ha llovido desde que comenzamos a hablar de
Passengers, el guión de Jon Spaiths que parecía haber entrado en fase fulgurante de producción habida cuenta del éxito que provocó su anterior libreto,
The Darkest Hour. Desgraciadamente, la película se metió una leche de aúpa (si bien no guarda mucha relación con el libreto original, disponible en los Internets). No es que lo haya pasado mal Spaiths desde entonces: en su filmografía tenemos
Prometheus y
Doctor Extraño, y sigo esperando la adaptación de su formidable
Shadow 19*.
Ahora, con el anuncio de hace unas horas sobre el fichaje de Morten Tydlum (
Headhunters, The Imitation Game) como nuevo director de
Passengers para Sony, vamos a rebobinar para los recién llegados.
Passengers sucede en una nave espacial donde un error informático despierta por error a uno de sus cientos de pasajeros. Dado que el viaje es larguísimo y no hay forma de volver a criogenizarse, nuestro compañero está bastante jodido, porque morirá antes de la llegada.
Y entonces llega el
DICK MOVE. A punto de perder la cabeza por el aislamiento, nuestro protagonista decide perpetrar una cabronada: despertar a otro pasajero, una mujer, para hacerle compañía. Comienza así una historia de amor bajo la amenaza de que ella descubra la mamonada suprema de la que acaba de ser objeto.
Este proyecto estuvo durante bastante tiempo en manos de Keanu Reeves. Ya no. Iba a ser dirigido por Gabriele Muccino primero, y por Bryan Kirk (
Juego de Tronos) después. Ahora ya no. Iba a estar coprotagonizado por Reese Witherspoon. Not anymore, Clarice. Rachel McAdams. Nones.
Ahora mismo el proyecto tiene director, tiene guión. Lo tiene todo. Menos protagonistas.
Pero está más cerca de ver la luz de lo que nunca estuvo.
Variety
*Imagináos
Al Filo del Mañana. Y luego id un paso más allá.
