Ya que estamos con CONFESIONES ESCATOLÓGICAS, yo tuve una infección de orina (esto fue en 2o18 y QUE DURE SIN VENIR OTRA) que durante una noche me llevó al planteamiento de si no sería mejor morir y ya dejar de sufrir
De día era llevable, pero de noche, una tortura. Me acostaba y dormía una hora como mucho. Luego, primer despertar.
-Levántese (con el pito irritado de tanto intento (de mear)) y muchas ganas (de mear).
-¡No, espera, abortar! Si me levanto, me meo.
-Joder, si me quedo aquí tumbado me meo igual
-Voy a levantarme para mear (¿no puedo elegir muerte?)
-Total. Voy al aseo. Llego. La sensación es de tener la vegija llena. A punto de explotar. De que voy a soltar dos litros de líquido mínimo (orina)
-Voy, y meo tres gotas. No da ni para manchar la taza del váter. Me espero un rato pero no hay manera.
-Vuelta a la cama
Imaginad el proceso repetido cinco o seis veces por noche
Y sin embargo, lo peor fue una noche en que se ve que tardé demasiado, y la orina se fue OTRA VEZ PARA DENTRO. Supongo que tendrá un nombre clínico (aparte de "joderse los riñones") pero yo solo puedo decir que sentía el camino de la orina por el interior de mi cuerpo hacia los riñones, con dolor intensísimo, temblores e incapacidad de moverme. Como si el meo fuera ácido de xenomorfo.
No quiero volver a pasar por algo así en toda mi puta vida
Sensación chunguísima.