TRISTRAM SHANDY: A COCK AND BULL STORY (2005)
Ante la imposibilidad de filmar la novela infilmable, Winterbottom decide enseñarnos a un grupo de gente descubriendo ese imposible. Ya lo hizo Kaufman, pero aquello retrataba el bloqueo creativo; aquí vemos las miserias de un rodaje desde su protagonista: las luchas de egos, el rodar a ciegas, la jerarquía como cubo de errores (la de vestuario llorando durante los
dailies), el miedo a que tanto trabajo no tenga relevancia, el no poder separar vida profesional y personal (el chantaje del periodista). Los rodajes, como
Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy (y cualquier vida), una historia demasiado formada por anécdotas dentro de anécdotas para contarla linealmente.
Como director, asume la propuesta de
making of permitiendo sólo algún momento con "algo" más (la noche con batalla y beso), dedicándose a jugar a dónde acaba una peli y empieza otra, con actores-haciendo-de-sí-mismos-haciendo-de-sus-personajes. El centro de esto es entre Steve Coogan y Rob Brydon, que se cachondean -O NO- de su relación, discutiendo imágenes públicas (Coogan harto de Alan Partridge), imitaciones y tecnicismos (
"I'm co-lead, not supporting").
Quizá pierde ambigüedad al buscarse el dire un alter ego y poblar la peli de conocidos no siempre haciendo de ellos mismos (y vaya
face-picking sajón, Gillian Anderson aparte: Kelly Macdonald, Stephen Fry, Dylan Moran, Mark Williams, Naomie Harris, Shirley Henderson, Jeremy Northam, Roger Allam, Ashley Jensen, David Walliams...), pero la sequedad, el tonillo anticlimático, hace pensar que Winterbottom y Coogan sacrifican algo de visceralidad por una sinceridad sin aspavientos.
PD: y si no habéis entendido nada de mi post, da igual, porque es
a cock and bull story.