Ha llegado a mis oídos que usted se ha permitido criticar DOCTOR WHO, e incluso, que ha puesto en entredicho a David (Dios) Tennant. Le advierto, de buenas maneras, que si esta lamentable situación se repite, me veré obligado a ir a su casa y quemar, delante de sus ojos, todas sus ediciones especiales de El señor de los anillos, así como cualquier otro merchandising de dicha saga que pueda encontrar. Mida sus palabras cuando hable de DOCTOR WHO, jovencito...