Agree. Normalmente queda eclipsada por las de siempre (que también son muy buenas -entre ellas suele estar mi favorita del Trufas-, PERO).
Subjetivamente me parece una alegoría maravillosa de lo que representa el personaje/persona de la Deneuve hacia el personaje/espectador; un todos somos Belmondo cruel y humillante pero igualmente delicioso. Objetivamente, una buena muestra de romanticisimo fou en clave de thriller noir ligeramente vertigohitchcockiano.