Hay un chiste seguramente imposible de comprender o de transportar a cualquier otro contexto que no sea esa peli, en la deliciosa película "Autopista al infierno". El protagonista es un pipiolo que se ha fugado con su novia, y esta es secuestrada por un policía-demonio que la lleva al infierno, como regalo para el demonio, porque el demonio colecciona chicas vírgenes. El chaval, Charlie, se va al infierno a recuperar a su amada. Bueno, es Kirsty Swanson en sus buenos tiempos, yo también iría, qué coño.
Al llegar al infierno, unos demonios le joden el coche, y es recogido por un amable camionero, Beezle, que le arregla el coche, le explica cómo va la movida del infierno, y medio irónicamente se burla de él porque no se ha atrevido a fockar con su novia todavía.
Posteriormente, Charlie recibe un tiro en un bar (donde Hitler, Cleopatra y Gengis Khan juegan a las cartas) y de nuevo llega Beezle al rescate, que mientras le cura le dice "esta vez pierdes algo más que aceite, Charlie" en referencia, desde luego, a que le reparó su coche que efectivamente, perdía aceite, pero desde luego también, a su incomprensible retardo en tirarse a Kirsty Swanson.
Intraducible.