No, no le toca en el pecho. Le toca claramente en el brazo. Además, el movimiento del brazo por el impacto es sumamente esclarecedor, como un "látigo" (véase muñeca-mano)
En cuanto a si tuvimos suerte de no llevarnos un carro, pues sí. Tuvimos muchísima suerte, pero ese es otro tema. Por juego...