Hollywood siempre se ha quejado de perder dinero, del riesgo que supone producir una película y que el público no responda a la inversión. Tres pesos pesados de la meca del
cine (Steven Spielberg, George Lucas y Steven Soderbergh) predicen una implosión inevitable en la industria de Hollywood. El fracaso en la taquilla de media docena de películas que costaron doscientos millones llevaría, según ellos, a un cambio sustancial en el precio de las entradas de cine. Para Lucas, la metamorfosis que auguran ocurrirá pronto y obligará a que el precio de las entradas de películas de gran presupuesto sean más caras que aquellas producidas con menos dinero. En el futuro que predicen estos gurús, el público tendrá que pagar 25 dólares por una superproducción y 7 por una cinta independiente.
Lucas y Spielberg se presentaron ante un grupo de estudiantes universitarios para hablar sobre los grandes cambios que se esperan en el sector. «El gran peligro es una enorme implosión que obligue a un nuevo planteamiento del sistema cinematográfico. El camino a los cines para los productores de
películas independientes es cada vez más pequeño. Hay que estudiar nuevos modelos de negocio», manifestó Lucas.
Johnny Depp
Siguiendo la ruta de las
películas que han fallado en 2014 encontramos títulos como «Transcendence», filme que costó 100 millones y recaudó en la taquilla norteamericana menos de 25 millones. La cinta «El cielo es real», producida con doce millones, se estrenó el mismo fin de semana y consiguió el doble que «Transcendence». Este es el cuarto fracaso seguido de Johnny Depp tras «El Llanero Solitario», «Sombras tenebrosas» y «Los diarios del ron». Atrás quedan los taquillazos de la saga «Piratas del Caribe».
El año que termina iba a ser el renacimiento de Kevin Costner. Sin embargo, el público no respondió y sus dos últimos filmes ?«Jack Ryan: Operación sombra» y «Draft Day»? se hundieron en la taquilla norteamericana. Los 137 millones que recaudó la primera película en el mercado internacional no llegan para compensar los gastos de marketing y producción invertidos por el estudio en esta cinta.
«Cuento de invierno» fue el primer fracaso del año. Una extraña cinta que Colin Farrell, Russell Crowe y Will Smith hubieran preferido no ver nunca. Con un coste estimado de producción de 60 millones de dólares, sólo consiguió recaudar 31 millones en todo el mundo. «Al filo del mañana» fue la gran apuesta de Tom Cruise para este año. Una cinta de 200 millones de dólares que en Estados Unidos recuperó 74 millones.
Tampoco ha sido un buen año para Adam Sandler. Su ultimo filme, «Juntos y revueltos», que costó a Warner Brothers 40 millones de dólares, debutó con la pobre cantidad de 14 millones en un fin de semana de tres días de vacaciones y sólo recaudó en el mercado internacional 16 millones. La cinta, considerada por los críticos la peor de Sandler, es la tercera colaboración del
actor con Drew Barrymore. Por su parte, «Hércules», la cinta protagonizada por Dwayne Johnson, consiguió en la taquilla norteamericana 79 millones de dólares cuando costó 110 millones.
Schwarzenegger
Arnold Schwarzenegger debe reconocer que otro
actor austriaco, Christoph Waltz, es quien ahora seduce al público. Su cinta «Sabotaje» recaudó 5 millones de dólares en su semana de estreno, los peores datos de este actor en tres décadas de carrera. Esa película logró 17 millones de dólares en todo el mundo. Pero si en marzo el público se mostró frío con él, en agosto le dejaría helado cuando «Los Mercenarios 3» no superó los 60 millones. Muy lejos de las cifras conseguidas por las anteriores entregas de la serie. La primera recaudó 100 millones y la segunda, 85. Sylvester Stallone, productor de la cinta, debe recordar aún haber pagado 3 millones a Harrison Ford por cuatro días de trabajo. Ni Mel Gibson, ni Antonio Banderas, ni Silvester Stallone, ni Arnold Schwarzenegger impresionaron al público.
Otra película de sandalias y músculos que se estrelló en la taquilla fue «Pompeya». A pesar de estar protagonizada por Kit Harington (Jon Snow en «Juego de Tronos»), el filme nunca superó los 60 millones de recaudación, quedando muy por debajo de las expectativas del estudio.
«Sex Tape (Algo pasa en la nube)» no fue lo suficiente sexy como para seducir a la audiencia. Cameron Díaz y Jason Segel no pasaron de los 15 millones de dólares el fin de semana de su estreno. En total logró recaudar en Estados Unidos 30 millones de dólares. Y, aunque internacionalmente superó la barrera de los 100 millones, la cinta está considerada un fracaso.