120 días en LA LLORONA, de Klopeklini. "Que no me entere yo que vuestros culitos pasan hambre."

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Me recuerda al vestido que llevaba Penélope Cruz en Jamón, Jamón. En una de esas famosas escenas...
Tetas sabor tortilla


Que acabo de comer... :lol


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Aquella tarde no había sido especialmente afortunada, ni un mal «estirón» que llevarse a casa, ni tan sólo unos ojos que se cruzaran provocativos en el camino, como antesala de los empujones y los golpes. Siempre quedaba la posibilidad de languidecer en «Los cazadores» esperando a una Carmen griposa y cada vez más huraña, a la que iba siendo conveniente dar el «piro». Pero estaba harto.
 
Los tres amigos descansaban fumando en un banco pelado de «La Mina», mientras enhebraban con automática facilidad el pasado y el futuro. El presente, igual que cada día, suspendido del hilo finísimo de la coyuntura cada vez menos amable.


«Joder, tú, que la cárcel no es la "prote", que allí tienes que apechugar con muchas cosas.»
 
La pérdida de la infancia la recuerda Angel, «El Torete», como una simple maquinación burocrática. Ya sabía a lo que se exponía con el último coche, acababa de cumplir dieciséis años y tenían todas las posibilidades legales de encarcelarlo. Por las ilegales ya había pasado con creces, al fin y al cabo, a un niño de doce años no se le puede rematar a palos para que confiese el nombre de su compañero que ha logrado huir. Y la primera vez lo molieron a hostias por su silencio. La lealtad, más que formar parte de la nómina de los héroes, era una pura cuestión de supervivencia. Se trataba de reducir en lo posible los golpes y la «poli» había empezado a preguntar mucho después del primero. Al volver al barrio no quería más guantazos.
«Mire usted señor comisario, yo lo que quiero
 
es encontrar al que más destaque. A la star...»

—¿A quién dice?
—A la estrella, hombre, al que más trabajo les dé.
—Hay tantos...
—Ya, pero seguro que usted destacaría a alguien.
Puede ser, pero ahora... No sé, busquen al «Torete».
—¿Al «Torete»?... ¿Por dónde anda?
—«Alcanzar la sabiduría, hermano, exige muchas preguntas. Yo ya no oigo. Busque en la guía.»
 
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