120 días en LA LLORONA, de Klopeklini. "Que no me entere yo que vuestros culitos pasan hambre."

Esta noche -con lo que me costó dormir- he rodado por la cama hasta caer de espaldas. Me quedé sin colchón. Qué daño, macho. Me duele todo. Encima reboté con el coco al aterrizar. Os juro que los primeros segundos, a oscuras, no tenía ni puta de lo que había pasado. Creía que se había hundido el piso o algo. Al menos no caí de cara. Joder, macho.

CALOFRIANTE.
 
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Esta noche -con lo que me costó dormir- he rodado por la cama hasta caer de espaldas. Me quedé sin colchón. Qué daño, macho. Me duele todo. Encima reboté con el coco al aterrizar. Os juro que los primeros segundos, a oscuras, no tenía ni puta de lo que había pasado. Creía que se había hundido el piso o algo. Al menos no caí de cara. Joder, macho.

CALOFRIANTE.

Si te hubieras quedado despierto haciéndote una paja y jugando a la consola, como hice yo, no te habría pasado nada.
 
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