Anthony Mann

The Far Country (Tierras lejanas, 1954). Otra cátedra, aquí hay que ver cómo comienza, con una aventura en off que ha acabado como el rosario de la aurora, con una tensión tremenda, con el protagonista acusado de asesinato que si no le matan a los 30 segundos es porque le temen ... Y de qué manera se define ya la moral al límite de Stewart. Lo que sigue es impresionante igualmente, el barco, la primera ciudad y el equipo que se va formando dejando al antagonista olvidado, una travesía llena de glaciares por Canadá y Alaska!!! Y después otra exhibición de cine social, cómo el oro genera delincuencia por una parte, civilización y asentamiento por otra, la contraposición de justicia y ley con la realidad del que ejerce el poder y la violencia como líder natural del territorio, otra vez Borden Chase firmando su tercer guión memorable para un western de Mann y Stewart. Y el análisis de la moral y las motivaciones de los personajes de James Stewart en estas 4 películas que tengo frescas es interesantísimo, si en Winchester y Horizontes tenía una misión clarísima y la lleva hasta las últimas consecuencias (la primera por venganza y la segunda por redención), en Colorado y Tierras también tiene sendas misiones claras, pero los acontecimientos le harán variar su intención, y hay que tener en cuenta que son 2 películas muy diferentes, la primera es un thriller psicológico y la segunda un drama social de inicio de civilización. En esta última la ambigüedad moral llega hasta a la mujer que es su interés amoroso.

Impresionante todo.
 
Y mi ciclo llega a su auténtico clímax con el binomio El hombre de Laramie (1955) y El hombre del Oeste (1958), no es que me atreva a decir que Mann depure su estilo porque las otras cuatro son maravillosas, pero, sin salirse de su protagonista habitual, sí que introduce un novedoso elemento onírico en estas dos propuestas. En Laramie es muy curioso, tenemos una aparente trama continuista del ciclo Mann/Stewart con una misión de venganza como motor, otra vez con el hecho desencadenante en off (solo vemos las consecuencias), esta vez con un elemento de misterio porque Stewart no sabe quién es el culpable, todo parece indicar que nos vamos a sumergir en un thriller ... Y, paulatinamente, la película se convierte en otra cosa, para empezar es la primera que no es itinerante, se desarrolla toda en un poblado y sus afueras, y ahí, independientemente del prota, hay un dramón shakesperiano de envidias, herencias, etc, en el que Stewart y sus circunstancias ejercerán de demiurgos para resolverlo, se convierte en un ser mitológico, la materialización de un sueño o una pesadilla del patriarca, Mann aprovecha el acojonante formato alargado para introducir motivos oníricos en varios planos de un protagonista que se obliga a sí mismo a quedarse en el lugar para resolver su caso pero que lo hace hasta que resuelve la "otra" trama. Una película de una hipnosis, una poesía y una belleza visual desarmante.

Y qué decir de la otra, Man of the West todavía me ha dejado más asombrado, lo que arranca con costumbrismo y desenfado se convierte en una auténtica película de terror, una transición que anticipa la narrativa de los pájaros hitchcockianos, acojonante como un western clásico abraza la pura pesadilla, casi lynchiana, el pasado en forma de espectros malignos y fantasmas, una cabaña más opresiva que la de Tarantino, otra escena nocturna rodada en estudio que parece de una película de brujas, y un destino para resolverlo todo, como no podía ser de otra manera, en forma de pueblo fantasma que, aparte, tiene un clímax con una planificación de un tiroteo a 3 bandas sublime, con una claridad expositiva inmejorable. Es una película redonda, de Stendhal puro.

Tengo mucho interés en ver algunos de sus noirs de los 40 y algunos westerns más, sobre todo uno con Henry Fonda, y también la de la guerra de Corea y sus superproducciones ...
 
Qué pasada también su etapa noir, he visto Side Street (1950), que tiene buena fama, historia de un tipo corriente en la metrópoli que, por una torpeza, se mete en un berenjenal infinito, puro descenso a los infiernos, rodado con ese toque seco y sobrio de Mann que no es nada extraño si se han visto sus westerns (que tienen mucho de noir), con gran pulso y, otra vez, sacando todo el provecho a un magnífico guion. Y todavía me han gustado más 2 propuestas similares entre sí, ambas con el gran John Alton en la foto, ambas con 2 policías infiltrados hasta la cocina en organizaciones criminales y terroríficas, en La brigada suicida (T-Men, 1947) una red de falsificación y en Border Incident (1949) en las mafias, a ambos lados de la frontera, de la inmigración ilegal y explotación de mano de obra mexicana, fantásticas ambas, de una densidad temática impresionante. Si ya me pareció muy langiano Mann en sus westerns con su concepción arquitectónica del encuadre, el tormento psicológico de sus protagonistas, su toque de cine negro, la sequedad de sus propuestas, sin alardes sentimentales ni épicos, su aire documental, con estos noirs me lo confirma, otra vez con el documental por bandera.
 
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INCIDENTE EN LA FRONTERA (Border Incident, 1949 -Anthony Mann)


Muy notable thriller centrado además en el mundo de los braceros mexicanos que eran (y son) entrados ilegalmente en los EEUU para trabajar como mano de obra barata...El film, además de muy bien escrito y construido es una producción de bajo presupuesto de la Metro Goldwin Mayer en la que ya se demuestra la grandeza de su director, creando secuencias de absoluta tensión gracias al gran trabajo en la composición de los planos (gran fotografía del clásico John Alton), su permanente sentido del espacio y la fisicidad con al que rodaba todo (de ahí su natural salto al western en años posteriores). Remata esta excelente película el gran score musical del jóven Andre Previn

Publicado por Germán

EL HOMBRE DE LARAMIE (The Man From Laramie, 1955 -Anthony Mann)


El último de los westerns interpretados por James Stewart a las órdenes de Anthony Mann (en un ciclo de 5 títulos muy memorables) y directamente otra obra maestra del género que narra las aventuras y desventuras de un cowboy decidido a descubrir quien participó en la muerte de su hermano. La película, de un gusto visual sublime y una integración del paisaje con los personajes íunica (los encuadres en Scope del maestro son antológicos) tiene angustiantes detalles de violencia física y moral - al pobre Jimmy lo arrastran por el suelo con caballos y hasta le pegan un tiro en la mano- todo en un guión ejemplar de Philip Yordan con toques de tragedia griega y una una trama que siempre avanza dando información nueva al espectador. Finalmente tenemos un reparto en el que además del gran Stewart podemos encontrar a sólido secundarios como Artghur Kennedy , Donald Crisp o Jack Elam. Memorable

SENTENCIA PARA UN DANDY (A Dandy In Aspic, 1967 -Anthony Mann)


El último film firmado por Anthony Mann (murió en pleno rodaje y fue completado por Lawrence Harvey), y un thriller de espionaje tan irregular como curioso. En lo positivo está su atmósfera desencantada, la presencia de un Laurence Harvey tan estoico como acertado (siempre me pareció más una presencia que un actor completo) y ese aire de cine de espías de los años sesenta al que ayuda la música de Quincy Jones...En lo negativo un guión excesivamente simple y una puesta en escena en la que a veces se abusa de algunos ticks estéticos de aquella década.
 
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Jojojo, y ahora he visto este pulp delicioso en tiempos de la Revolución Francesa que reseñó hace poco sik, conspiraciones, espías, torturas y todo mezclado con una coyuntura social y política apasionante, una joya oculta y poco conocida Mann y John Alton (qué maravilla de foto) en la que el género entra en la Historia, Oh la la!!!

qué placer volver a ver The Reign of Terror / The Black Book (Anthony Mann. 1949), es un tópico pero es así, Mann traslada el cine negro, que tan bien se le da, para contar una historia sobre la Revolución Francesa y la caída de Robespierre, en un argumento vibrante y con un sentido estético apabullante, al final tan importante es su labor como la del inevitable John Alton, al que se descubre en casi cada plano... además tiene un final muy conseguido, que se aparta ya del rollo noir, y tira a la pura política.. pero los códigos del género están siempre presentes... hasta acaba lindando con el western

Ver el archivo adjunto 6260
 
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LAS FURIAS (The Furies, 1950-Anthony Mann)


Magnífico western de un director que aun tenía que ofrecer bastantes obras capitales en el género (ese mismo año pej con "Winchester 73"), centrado en la turbulenta relación familiar -de clara reminiscecia a tragedia griega- entre un colosal Walter Huston & Barbara Stanwick.Extraño y maravilloso film más cercano al melodrama que al género en el que se ubica, con exteriores de contrastado y negrísimo blanco y negro, sensacional score de Franz Waxman y ambiente por lo general de indescriptible fatalismo trágico


CAZADOR DE FORAJIDOS (The Tin Star, 1957 -Anthony Mann)


Historia de un aprendizaje entre un ex-sheriff reconvertido en caza recompensas (Magnífico Henry Fonda) y un sheriff novato (esforzado Anthony Perkins) en el que el maestro vuelve a demostar su grandeza en el género, amén de su gusto por el detalle y el gesto (la historia de amor entre Fonda y la mujer no puede estar mejor y más elegantemente expuesta) o esa forma de rodar los paisajes y el polvo como nadie. Obra maestra


CIMARRON (1960 -Anthony Mann)


Espectacular western con el que Mann cerraba un ciclo en el género en el que estuvo casi siempre rozando lo notable y la excelencia. Película claramente dividida en dos mitades, en la primera parte hay una excelente pieza de dirección (el reparto y los secundarios son inmaculados), con el habitual buen uso del espacio y una espectacular carrera por la tierra como colofón (luego plagiada entre otros por Ron Howard ).La segunda mitad baja muchos enteros, no tanto porque Mann no se siga aplicando bien, sino porque el guión parte de una obra escrita a modo de folletín que pesa como una losa.


LA PUERTA DEL DIABLO (Devil´s Doorway, 1950 -Anthony Mann)


Muy notable y a ratos antológico western de Mann, que aquí aborda el género desde una perspectiva pro-india. La historia de un Indio (muy creíble Robert Taylor) tratando de defende sus tierras de la ley injusta que se las quita, del racismo explícito y también de un país que no lo considera como ciudadano con derechos. Todo expuesto con una atmósfera triste, a veces cercana al cine negro y ese gusto/habilidad por retratar la fisicidadde los ambientes, la incorporación del paisaje como protagonista de la historia, que el director dominaba a la perfección


LA ÚLTIMA FRONTERA (The Last Frontier, 1955 -Anthony Mann)


Western "maldito" del maestro por un par de razones: Su guión es interesante pero irregular, especialmente por una resolución algo insatisfactoria, la segunda razón es la presencia protagonista de Victor Mature. Si bien la primera endeblez guionística es cierta, el esfuerzo del actor -rudo, tosco y divertido- es notable. Por lo demás un film muy bien rodado, menor en comparación con los grandes Westerns de su autor, pero para nada despreciable, que narra el conflicto entre un asalvajado cazador de pieles (Mature) intentado convertirse en un tipo civilizado dentro de la estructura férrea del ejército... Un conflicto entre libertad y sometimiento, bastante bien expresado a lo largo de la trama


JUSTA VENGANZA (Raw Deal, 1948 -Anthony Mann)


Excelente ejemplo de cine negro de serie muy B, acertadísimo en el tono trágico que tiene, la utilización de los espacios y un grupo de actores secundarios sensacional. con este y con otros films Anthony Mann también demostró -además de ser un maestro del western- su grandeza en el cine negro con títulos como el que nos ocupa, producto de serie B rodado con una firmeza y un trabajo de iluminación sensacional (el gran John Alton) justo antes de acometer su primeriza obra magna "El Reinado del terror"

EL REINADO DEL TERROR (The Black Book, 1948 -Anthony Mann)

Muy valorado siempre como maestro del Western, a Anthony Mann le corresponde también esta primeriza obra maestra que convierte y subvierte un drama histórico. La trama francamente divertida sitúa al espectador en plena efervescencia sangrienta de la Revolución francesa, con un Robespierre enloquecido (genial Richard Basenhart) dispuesto a decapitar a todo aquel que impida convertirlo en gobernante único de Francia. Con un ritmo vibrante, aprovechamiento imaginativo de los mínimos recursos todo un fascinante e inclasificable film rodado con los modos, las luces y la puesta en escena del cine negro (la fotografía de John Alton es sensacional). Barroquísimo y muy trabajado nivel visual, es casi un film experimental, a contracorriente , arriesgado y rarísimo en el contexto de la producción serie B de aquellos años, a años luz de los tópicos y el encorsetamiento esperado. Una joya



DOS EN LA OSCURIDAD (Two O´Clock Courage, 1947 -Anthony Mann)


Remake de la película "Two In The Dark" (1936), de Benjamin Stoloff y un sencillo pero eficaz noir, con cierto toque de comedia de enredo y el siempre excelente Tom Conway (hermano nada menos que de George Sanders) intentando descubrir -con la ayuda de una taxista- la pista de un asesinato cuyas pruebas le inculpan. Primerizo film del gran Anthony Mann, aquí todavía discreto en la puesta en escena, pero sirviendo la narración (de apenas 60 minutos) con probada eficacia


BAHÍA NEGRA (Thunder Bay, 1953 -Anthony Mann)


Una de las colaboraciones entre el director Anthony Mann y el actor James Stewart que sin llegar a las cimas de ambos en el género western, si que merece ser reivindicada como entretenida y bastante notable. El film narra las vicisitudes entre un ambicioso ingeniero y su compinche (James Stewart y Dan Duyrea) que pretenden extraer petroleo desde una plataforma marina, enfrentados su vez a los pescadores de la zona (entre ellos el carismático Gilbert Roland). Muy bien rodado y con un ritmo que no decae...De nuevo es un dechado de virtudes de su autor, especialmente en la capacidad que siempre tuvo para jugar con la fisicidad de los elementos y del paisaje e integrarlos como uno más en la estructura dramática de sus films
 
He walked by night (1948). Codirigida con Alfred Werker, casi nadie duda de que la autoría de las secuencias tremendas de esta película son de Mann (así lo afirma Miguel Marías, por ejemplo). Estamos ante otra joya docu-noir, basada en un caso real de la investigación y el asedio de un asesino de un policía. Es minuciosa, seca, realista y vibrante. Entre la foto, again, de John Alton y unas secuencias de acción y suspense, sobre todo, en la parte final dirigidas y encuadradas de forma superlativa (es que, literalmente, parece que la policía venga a por ti en esas alcantarillas), volvemos a estar ante otra obra imprescindible de este señor.
 
EL GRAN FLAMARIÓN (The Big Flamarión, 1945 -Anthony Mann)


Uno de los primeros films de Mann, Serie B ejemplar , que tomando una simple historia de corte melodramático ya hace gala de su incipiente habilidad como director y una espléndida eficacia narrativa. Una joya, que demuestra el germen de su sabiduría cinematográfica


LA CAIDA DEL IMPERIO ROMANO (The Fall Of the Roman Empire, 1964 -Anthony Mann)


Superproducción histórica (probablemente la última) del ciclo clásico, de la que plagió muchas ideas y secuencias el mediocre "Gladiator" de Ridley Scott. Es una gozada ver un film con tan buena factura, con extras de verdad y sets espectaculares. Samuel Bronston tiró la casa por la ventana -26 millones de dólares de entonces (como 170 de ahora) y se arruinó del todo- El resultado es un buen film, con dos partes muy diferenciadas, la primera muy fúnebre y oscura, la segunda colorista y más desmadrada.Una fiesta


LOS HEROES DE TELEMARK (The Heroes From Telemark, 1965 -Anthony Mann)


Tras el fiasco de colaboración en "Spartacus" Kirk Douglas trató de redimir culpas en este film, penúltimo de Mann, muy bien rodado, pero que tiene en su exceso de metraje el mayor de sus defectos.Aun quedando lejos de sus obras maestras un producto en el que se vuelve a notar la solvencia narrativa de su director
 
La caída del imperio romano (1964) me ha dejado con el culo torcido y demuestra que Kirk Douglas la cagó cuando cambió a Anthony Mann por Kubrick, al menos artísticamente ya que Kubrick siempre renegó, y nadie dirige y encuadra mejor que Mann, algo capital en estas películas de tirar la casa por la ventana (tengo Cleopatra a punto de ver). Es una película descomunal, al nivel de sus mejores westerns, por encima de la magnífica El Cid (1961). La primera hora, intimista, mortecina, psicológica, en una fortaleza en el bosque es algo maravilloso, con la personalidad del Marco Aurelio de Guinness que impregna toda película ya de una época que se acaba. Después, el contraste, el acojonante espectáculo de la entrada de Cómodo en Roma, con un set infinito construido para reproducirla, y Mann tomándose su tiempo para que lo degustemos todo, cuando se habla de cosas que no se repetirán esto es un ejemplo perfecto. Y después, toda la trama política (nada ajena a la situación política de USA en los 60), interesantísima, la desintegración interna de un imperio. Qué película!

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Horizontes lejanos

A grandes rasgos, un western que exprime hasta el tuétano sus posibilidades y una oda al arte de contar bien una historia (en este caso, la de un antiguo forajido reconvertido en guía de una caravana de colonos). Una aventura y un viaje decisivos que condicionan unas existencias sometidas a todo tipo de avatares, en una trama arquetípica cuyos tintes universales trascienden la circunstancia histórica concreta (lo cual no deja de ser lo más interesante del género). El prota busca dejar atrás su pasado, comenzar de nuevo, y de aquí surgen dos mentalidades; la individual del forajido, impulsado por la violencia y la ganancia fácil, frente a los valores comunitarios de los colonos, más estables y duraderos, la búsqueda de un mundo mejor (un tanto idealizado, aunque con sus dificultades). Por medio está la fiebre del oro, poco menos que un virus maligno (el de la codicia) que amenaza los núcleos de civilización prósperos y echa a perder a hombres íntegros en un principio. Contra semejante corrupción se opone el idealismo del héroe, la responsabilidad de un tipo de quien depende un grupo entero de gente para sobrevivir… alguien que también puede convertirse en una fuerza temible y desatada cuando le tocan demasiado los cojones (este hombre no siempre ha sido trigo limpio).

El villano, por su parte, empieza siendo su amigo. El destino sin embargo les hará enemigos, ya que representa todo lo que el héroe quiere dejar atrás, la cabra que tira al monte (o la manzana podrida, según el viejo cebolleta); el río es por lo tanto la frontera geográfica y moral, la línea divisoria donde tiene lugar el enfrentamiento decisivo, que tarde o temprano debía de producirse. Dicen que si el paisaje, pero me quedaría más bien con el protagonismo de los medios de locomoción, las carretas omnipresentes avanzando con trabajo, o ese barco de vapor comandado por unos secundarios tirando a mágicos y desubicados de su entorno originario (el negro idiota como recurso cómico trasnochado es con diferencia lo peor de mucho cine clásico, al menos aquí no tiene mucho protagonismo). Las dos mujeres de carácter opuesto, el joven que busca su camino, completan el panorama humano (y añaden de paso la cuota romántica)... mientras que en el plano visual destaca el lucimiento del technicolor, la contundencia con la que se resuelven unos tiroteos que puntúan el desarrollo (no faltan los indios haciendo de las suyas, a modo de amenaza poco menos que inhumana), asi como mucho ojo para el encuadre y desde luego una concisión narrativa ejemplar.
 
Lo que es capaz de narrar esta película en 90 minutos no es de este mundo. Lo de los indios inhumanos no sé, el punto de vista es el de los colonos, claro que son una amenaza exterior, igual que cuando se pone el foco (no en esta película) en los indios, el hombre blanco representa una amenaza que viene a prostituir sus tierras vírgenes. Y generalizar todo el cine clásico para el tema de los personajes negros idiotas me parece injusto, depende de cómo lo use el director para la historia, aquí, por ejemplo, no creo que sobre para nada.
 
Pero es que Stepin Fetchit es lo que es, un arquetipo en sí mismo.

¿A día de hoy puede chirriar al progrerío? Pues que les den, el problema es suyo.

A mí por ejemplo, sus trabajos con Ford me parecen gloriosos...
 
Lo que es capaz de narrar esta película en 90 minutos no es de este mundo

viendo Bend of the River (1952), y el discurso que construye también en torno a la "civilización" y el envilecimiento del dinero, unos meses después de pasar por la ciudad y comprar la mercancía, el oro y la avaricia han convertido todo en un cenagal moral... en contraposición a los pioneros intentando construir su pequeña civilización en el campo... hay una escena gloriosa con Jay C. Flippen explicando sus planes para una Arcadia en Oregón.

además los paisajes son increíbles y luego la narración casi perfecta que Mann hace, me ha gustado especialmente el personaje de Arthur Kennedy que es donde pivota la moralidad del film en el fondo, con el pasado de ambos y la redención ¿imposible?

es un peliculón tremendo con un fondo argumental muy potente... y además un final precioso, pura utopía.

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Es uno de esos milagros cinematográficos que te cuentan la Historia casi sin que se note y sin dejar en ningún momento su vocación de cine de género (western, aventuras, thriller psicológico, ...).
 
es una peli rarísima God's little acre / La pequeña tierra de Dios, del 58, habría que ver la gestión del guión.... la cinematografía es apabullante y por momentos parece una obra de Tennessee Williams, con gente en celo, sudorosa, ambiente sureño y en general un buen retrato colectivo de personajes, en este caso una familia un poco white trash con un patriarca obsesionado por encontrar oro en su finca y arrastrando a todos al abismo; hasta ahí bastante bien.

el problema es que alterna con una comedia extravagante y bastante pobre que mal encaja con el resto, igual media hora menos de peli la habría beneficiado; el patriarca es Robert Ryan tan excelso como siempre pero teniendo que tragar con algunas líneas argumentales bastante flojas.

hay una cosa excepcional en la peli y no es cosa mía viendo comentarios por ahí :lol y es la presencia fascinante de Tina Louise, cada vez que aparece en el escenario vuelve locos a los personajes y al espectador.

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Joder, y que sólo se haya mencionado en este hilo una vez (y en lista) Men In War, también con Ryan, que esa sí que es brutalérrima...
 
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