Entiendo que tampoco es plan el caer en el cebolletismo y en proclamar a los cuatro vientos que el cine comercial actual es una mierda, que cualquier tiempo pasado fue mejor y que vamos directos al apocalipsis y a la idiotización cada vez mayor del público, que se puede hacer un cine comercial como Dios manda pero que casi no se hace... pero sin embargo, es inevitable pensar en algo parecido. Es inevitable pensar que esa parcela del cine es cada vez peor, que las películas las planean ejecutivos en un estudio con la vista puesta en los beneficios por encima de la calidad (aunque siempre se haya hecho), con una conciencia de mega-empresa antes que artística. Y que la originalidad o apuesta por la novedad directamente ni existe, reduciéndose todo a secuelas y remakes de lo que tiene éxito seguro, con guiones que son calcos descarados unos de otros, personajes e historias dignas de un crío tonto de diez años. Y una hipetrofia cada vez mayor de lo digital y del espectáculo aparatoso, que no aporta nada y lo olvidas a los 5 min.
El tema superheroico supongo que es una corriente que se agotará como se han agotado todas las modas, pero es hoy día un filón absoluto, con una legión de fans nostálgicos e incondicionales que saben lo que van a ver y pagan por ello. El público va al cine con una mentalidad de consumidor, a disfrutar de un producto que ya tiene en su cabeza porque se ha leido el cómic o lo que sea. Si no obedece a su idea, se cabrean y hablan de "estafa", como si hubieran comprado una aspiradora que no funciona y les tuvieran que devolver el dinero, y ésto lo he comprobado mil veces. No es un público que vaya con una mentalidad abierta, o esperando que le sorprendan, va con el manual aprendido y pensando más en la escena post-créditos que en otra cosa. La película es mejor o peor en función de si adapta "bien" el cómic (es decir, si se atiene a unos principios más o menos libres que, a quienes no conocemos el cómic de marras, nos la soplan con todo el derecho), no porque tenga un buen guión, o dirección, o actuaciones.
Hoy, que el puto Peter Parker tenga un lanzarredes o telarañas orgánicas es un asunto trascendental, capaz de justificar un remake.
¿Y el fenómeno hater/fanboy, con unas filias y unas fobias absolutamente irracionales y absurdas, a veces dignas de lectores de Superpop, puede ser precisamente de lo que se aprovechan, y en función de lo que funciona este género?
Oscuro - Serio - Realista. La trinidad en virtud de la cual nos venden una película, lo que garantiza su "calidad" cuando nos la venden. ¿Por qué? ¿No hay también diversión intrascendente, o qué? No sé si la culpa la tiene el propio devenir del género y sus influencias (Matrix, ESDLA, la cámara al hombro), o cuestiones más sociológicas (el 11-S, la consecuente violación de la inocencia y la necesidad de héroes que nos salven), pero ahí tenéis el mismo argumento repetido mil veces, "'tú eres el elegidooo, tienes que salvar a la humanidaaaad, porque es tu destinoooo...". En cualquier caso, llama la atención esa querencia por la seriedad, la solemnidad y la adultez (a veces mal entendida) como algo intrínsecamente bueno, cuando la realidad es que el cine se infantiliza, simplifica y homogeiniza con las mismas fórmulas y espectativas cada vez más.