Es peor que la primera, pero es que casi todo lo que se estrena es peor que la primera.
Argumentalmente es un refrito de cosas ya vistas en el género (ok, a veces intencionado), y como dice Ropit, la sorpresa del villano está telegrafiadísima; tampoco tienen demasiado carisma los secundarios nuevos.
Más allá de eso la peli es un chute de dinamismo birdiano, que demuestra un coco privilegiado a la hora de planear acción sin restricciones físicas, desde las persecuciones (¡¡¡ese tren vs. moto!!!) a las peleas enloquecidas, con cada poder elegido para poder jugar con algún recurso visual nuevo. Y es alguien con inventiva para varias (y controlar) el tono de escenas similares para que haya algo interesante en ellas, como lo de Elastigirl recorriendo la ciudad mientras oímos el off del villano (y que termina con esa bonita y excesiva idea visual de las pantallas que se apagan y se encienden, QUE SE APAGAN Y SE ENCIENDEN...).
Lo más temible sobre el papel, que es el exceso de humor y lo del bebé, no termina demasiado mal... sobre todo en la pelea con el mapache, por cómo bebe del cartoon.
Y Giacchino parece revitalizado, atención al clímax trompetero con Frozono y el barco al final.