Netflix ha entrado en las series como un elefante en una cacharrería creando nuevos referentes (House of cards, Making a murderer, Daredevil)... y no podía faltar la animación. Surgiendo en un momento de respetabilidad muy goloso para las propias series de animación (¿dónde empieza y dónde acaba la edad del espectador objetivo de Rick y Morty, Steven Universe, Gravity falls, Archer o Bob's burgers?), ésta tira claramente hacia un público adulto que ya tenga el culo pelado de McFarlanes y dé el salto a algo más sofisticado.
Bojack Horseman fue una gran estrella de sitcom familiar de los 90, en la que criaba a tres encantadores mocosos a base de risas enlatadas. Hoy es un tirado decadente, con serios problemas de ego y alguna adicción de más. Su oportunidad llega cuando contratan a una "negra" para que escriba su autobiografía, una estrategia publicitaria para "abrir su alma" y lograr el ansiado comeback en la industria.
La serie empieza como la típica (pero divertida) sátira sobre Hollywood, la fama y los mass media, con su protagonista antipático, secundarios simpáticos (mi preferido, por puro absurdo, Vincent Adultman: literalmente tres niños en una gabardina) el esperable humor entre acidete y absurdo, las mil coñas sobre el mundo del cine, los blancos no especialmente difíciles... y ojo, un reparto muy chulo que incluye a Will Arnett (cínico y perfecto Bojack), Alison Brie, Aaron Paul (básicamente repitiendo su papel de Jesse de Breaking bad), J.K. Simmons, Stanley Tucci, Kristen Schaal y tropecientos cameos.
Pero según avanza la temporada y pasamos algún episodio irregular (el de la familia de la biógrafa), se convierte en algo bastante más interesante. BoJack busca la redención, busca una "conclusión" a su historia porque es lo que le han dicho que debe buscar; depresivo y autodestructivo, se agarra a cualquiera que le haga sentir mejor aunque sea a costa de ellos: la atención del mundo es una droga muy poderosa. Es un camino de redención lleno de malas decisiones, en el que nuestro protagonista mira hacia su pasado (atención a Bojack acostándose con su antigua compañera infantil de reparto o a cómo termina su relación con su showrunner enfermo) y hacia su futuro (en un desarmante episodio alucinógeno e introspectivo).
Al final del día, la idea de que alguien pueda validar que pese a tus millones de defectos, pese a los millones de errores que has cometido incluso a sabiendas, pese a las vidas que puedes haber jodido, no eres una mala persona: una pregunta que mata preguntar y cuya respuesta puede ser todavía más terrible.
Y esto sólo la primera temporada. La segunda ya se emitió y presuntamente sube el nivel; la tercera está en camino.