Cine Rumano

sikander

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post-rollo.

¿hay miniola de esta gente? o hubo, más allá de las conocidas, 4 meses y la del señor Lazarescu... bueno, y aquella de ciencia ficción con extraterrestre que comenté un dia :cuniao no conozco más.

la verdad es que me gusta bastante, todo muy crudo, pauperrimo, bastante en precario, y sin -creo yo- señalar con el dedo, sino simplemente mostrando la realidad.. supongo que están hasta el nabo de la propaganda que sufrieron con el malnacido de Ceaucescu.

viendo Lazarescu uno sólo puede gritar ¡viva la seguridad social! porque mira que se pasa mal :sudor, al menos tenemos la esperanza reflejada en la enfermera, obligaciones aparte.

y la de 4 meses, pues te deja un poco k.o, con todas esas miserias derivadas de un regimen miserable, paranóico, y lamentable.

yo lo veo muy neorrealismo actual, cine mesa-camilla por decir algo, ¿os gustaron estas dos pelis?

¿algo más? creo que había una sobre la caída de Ceaucescu en forma de humor.. pero no recuerdo el título.

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Respuesta: Cine rumano

A mi La muerte del señor Lazarescu (anda que no tiene coña ese título) y 4 meses, 3 semanas y 2 días me parecen cojonudas. De hecho, Lazarescu es casi un Azcona de silencios. Pero Police, Adjective ya me pareció la tomadura de pelo más grande del año.

Se supone que se estrenaba pronto Cuentos de la edad de oro, ¿no?
 
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12 30 al este de Bucarest, muy divertida. Una comedia hecha con poquísimos medios, dos o tres decorados.
 
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esa era la que decía, gracias!


la de la edad de oro se estrena ya, parece que es parte de una trilogia de Mungiu empezando por 4 meses...
viendo imagenes parece un Kusturica, espero que no tire hacie el exceso del yugoslavo, sería raro en alguien tan 'austero' como Mungiu.

y bueno, más que Azcona un d'Amico o Zavattini, ¿no? al español para mi lo define el humor negro, y en estas rumanas, no hay via de escape alguna.
 
Respuesta: Cine rumano

Lerink dijo:
Pero Police, Adjective ya me pareció la tomadura de pelo más grande del año.
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A mi me parecio eso o la mejor parodia del cine contemplativo de europa del este. Y lo digo totalmente enserio. Lloraba de la risa. Claro que las largas caminatas ya ahí no cuadra, pero ese final, esa cena.... :mparto
 
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Para el que le interese la semana que viene empiezan una retrospectiva de cine rumano reciente dentro del Festival internacional de Cine de autor de Barcelona.

Click
 
Bad Luck Banging or Loony Porn (Radu Jude, 2021). La película inclasificable del año. Empieza como porno casero y termina como una profunda crítica social. Gran actuación de Katia Pascariu, llevando el peso del film en un papel muy difícil, y entre bromas y veras una reflexión muy acertada sobre nuestra sociedad. Opiniones para todos los gustos, pero hay que verla.
 
Ha habido un momento en que he pensado en una porno con los Looney Tunes, pero después he reflexionado en rumano y claro ya todo cuadra.

Babardeala cu bucluc sau porno balamuc.

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Ha rodado un tráiler para inventarse la película. Qué tío. Ha inventado un género.
y yo que pensaba que el hilo se había creado para poder decir agárramela con la mano
 
Seoman, hoy mi propósito para el nuevo año es que, por fin, veas buen cine. Así que, además de La muerte del señor Lazarescu y 4 meses, 3 semanas. 2 días que ya han comentado arriba y que son formidables, te recomiendo Más allá de las colinas (Cristian Mungiu, 2012) y Sieranevada (Cristi Puiu, 2016).

Y antes de que se me olvide: la de Bad Luck Banging or Loony Porn no la veas con la familia. :no
 
Martes, después de navidad, Radu Muntean (2010)

Paul, que mantiene una apacible vida burguesa con su esposa y su hija, tiene además una amante más joven, que no es otra que la dentista de la niña. Un encuentro inesperado une a las dos mujeres y le hace entonces considerar la posibilidad de confesar su aventura.

El enfoque clínico que dominó cierto cine de la década pasada sirvió para crear retratos turbadores de la violencia (Haneke), obras atmosféricas y enrarecidas (Martel), y en el caso que nos ocupa, auténticas exploraciones de la cotidiano, de la vida más trivial que transcurre ante la cámara. Esta propuesta rumana recuerda bastante a nuestro Rosales o incluso a Ozu, tomando un argumento mil veces visto desde la óptica del melodrama y trasladándolo a la normalidad más absoluta, la de unos hechos que le podrían ocurrir a cualquiera y cuyos protagonistas pueden ser nuestros familiares, vecinos, amigos, o peor aún, nosotros mismos; clase media, mundo desarrollado, sus pequeñas trivialidades del día a día.

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Contención, costumbrismo, distancia, sirven para abordar una situación que nos resulta vagamente familiar, de aquellas que son difíciles de manejar y que sin excepción suelen terminar mal, con alguien que sale dañado. Y lo hace de manera sumamente creíble, alejada de cualquier romanticismo novelesco, contando estas cosas como realmente son; más bien tristes y sobre todo patéticas. Estudio del comportamiento humano pues, de la pasión que hace abandonar la zona de confort, la crisis, intuimos, de la mediana edad, las dudas. Imposible valorar las acciones de unos personajes a quienes entendemos, compadecemos, que son tanto víctimas como causantes de sus problemas. Muy bien plasmada queda, sin ir más, lejos, la reacción de la señora cuando descubre el quilombo, la asimilación progresiva, el disgusto y el cabreo que la invade.

Navidades, período corto de tiempo que enmarca un relato sin banda sonora, sin primeros planos, con la cámara a distancia media y movimiento sobre todo lateral y de seguimiento, en una sucesión de planos-secuencia de larga duración, poco espectaculares pero muy controlados; algunos, como el inicial (los instantes posteriores a un polvo), de una estremecedora intimidad. Con un peso considerable de unos actores siempre en su sitio y de un constante diálogo banal, intrascendente, por el que va filtrándose y dándose a entender la información; relaciones que se fraguan mediante una palabra, un gesto sutil (tirantes con la familia política, de incómoda cercanía con quien es conocedor de unos tratos clandestinos…) o bien mediante un oportuno desenfoque. Muntean busca, por lo tanto y ante todo, no cortar esta fluidez ni entrometerse en la escena, se mantiene fiel al punto de vista elegido, semejante al de un voyeur.

Compromisos sociales, compras, entrega de regalos; con ellos, el disimulo, las mentiras piadosas y bienintencionadas, en las que pese a todo parece que estemos condenados a caer. El año nuevo, un instante de cambio, de nueva vida, eso es lo que parece o lo que nos creemos, de una nueva historia que sólo comienza cuando esta termina. El pulso de la vida que sigue estoicamente, como buenamente puede, pese a los errores, como ese Bach torpemente interpretado al piano por una niña (los niños, tal vez los únicos inocentes).
 
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