Es un western excelente que tiende a la sequedad, eludiendo instantes que podrían haber resultado efectistas: ojo a con qué rapidez resuelve el encuentro con los indios o el combate de navajas. Tommy Lee Jones antológico, en clave crepuscular y de vuelta de todo pero con cierto código ético. La Swank, espléndida en su crudísimo papel de mujer dura pero frustrada. Y sobre todo dos escenas inolvidables: el fragmento relacionado con ese extraño hotel aislado (tensísimo, y rodado con un sentido estético abrumador) y la escena final, que simplemente es PERFECTA. A todo esto, es un western visualmente arrebatador, con un uso del plano largo que es para aplaudir con las orejas. Puestos a preferir, prefiero "Los tres entierros de Melquiades Estrada", pero este Tommy Lee Jones es un crack como director.