Yo he tenido libre acceso al porno desde que tenia doce años. No tendría xvideos, pero tenía el Lib. Con las páginas pegadas entre si, como era tradición.
Tú espiabas a Eva en el jardín del Edén, en una época en que la gente iba en pelotas. No eres un ejemplo comparable a los pobres mortales que teníamos que pelarnos la banana con una portada de videojuego semi-sugerente, o el recuerdo de una cubierta de Penthouse entrevista durante 1 segundo en un quiosco.
Y no deja de sorprenderme todo esto. Venimos del franquismo, una época donde el sexo fue anatema hasta los años 70, y la represión sexual fue algo absoluto, mezclado con la religión y con las neuras del censor de turno. Mientras otros países vivían su contracultura de la libertad sexual, mientras acudían a ver cosas como Lolita, El graduado, Perros de paja... nosotros disfrutábamos en la comodidad del hogar de la 29º reposición de "¿Donde vas, Alfonso XII?" en TVE1.
Al que quiera leer sobre esta época y como se vivió, le aconsejo echar un ojo a la biografía de Jesús Franco "Memorias del tío Jess" donde relata, con pelos y señales, como era la vida entonces, como casi va al calabozo por echar unos inofensivos besuqueos con su novia en un parque, como lo echaron de casa y lo metieron interno en un monasterio por tocar música jazz, o los mil problemas que tuvo con la censura en sus películas. Un documento impagable.
Luego llegó la democracia. Transición. Exploración. Libertad. El sexo pasó a ser algo bueno. Algo que merecía la pena explorar. Algo que se podía vender, comercializar. Desde los subproductos eróticos a las películas de Landa, Pajares y Esteso, el cine quinqui o incluso películas pretendidamente más serias. Joder, hasta mi querido Garci despelotó a Fiorella Faltoyano o Emma Cohen en sus pelis de solemne y triste nostalgia.
Y ahora... hemos dado la vuelta. Los mismos políticos que celebraban la libertad a finales de los 70, desearían arrebatárnosla en 2025. Pero bueno, es la historia de este país. El franquismo prohibió e ilegalizó la prostitución en 1962, en 1995 la mayoría de las leyes que reprimían y castigaban la prostitución fueron derogadas (¡gobernaba Felipe González!) y ahora los mismos que relajaron las leyes para reprimir la prostitución, se erigen en guardianes de la moral, protectores de las mujeres y abolicionistas. ¡Un sinsentido!
Con el porno, pasa lo mismo. El porno era
progresista. Era libertad celebrada, era el futuro. Ahí tienes a los progres contando su gran hazaña de rebeldía (ir a Perpiñan en el 600 a ver Emmanuelle). Y ahora, de repente... Oceanía ya no está en guerra con Eurasia. Oceanía está en guerra con Asia Oriental, Oceanía estuvo
siempre en guerra con Asia Oriental. Que bajo gobierno del PSOE se ablandaran las leyes contra la prostitución, o se emitiera porno en televisión pública, no da permiso a nadie a preguntarse qué legitimidad moral tiene un partido político para introducir la censura.