El cine de Terence Davies

Dussander

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Imitando torpemente a Ropit abro hilo sobre alguien con quien me estoy poniendo al día tras mucha recomendación.

He visto las dos primeras (sin contar la que junta sus tres cortos) y me han gustado mucho; EL LARGO DÍA ACABA y VOCES DISTANTES, pelis con marcas tan claras que podrían ser un díptico, o la segunda una continuación. Davies, criado en Liverpool en un hogar proletario, nos cuenta su infancia y juventud a base de pequeños placeres y pequeñas miserias; dos películas sin estructura definida, a base de recuerdos, en cierto modo, fiel al proceso que siguen en nuestra cabeza: sin orden, texturas, decisiones, variaciones en la rutina, asociaciones de ideas.

En su caso, orbitan en torno a las fuerzas que mueven las vidas de sus personajes (él y cercanos) en esos años: la música y las canciones (constante importantísima, la idea de que cada canción nos rememora un momento concreto, trascendente o no), el cine, la religión, los padres como pilares que se van revelando humanos...

Lo bueno es que jamás da la impresión de que Davies se esté dando importancia ni de que te diga ESTO ES SERIO; siempre está contenido, prefiere quedarse corto con lo emocional a perder la sensación de intimidad y cercanía (nada huele a falso, ni en el momento más cercano al "ojo que la peli va de esto" en la de la infancia, que está resuelto con unos cenitales y queda terriblemente elegante). Y tampoco se pone dramática, por ejemplo el humor en LARGO DÍA entra muy bien (el tío de las imitaciones); aunque la misma no es lo más sutil cuando entra en los sueños.

Reparto sin famosos (perdería un poco la gracia), aunque rondan por ahí Pete Postlethwaite o Lorraine Ashbourne... Ayuda que tengo debilidad por retratos de esa Inglaterra de posguerra, en ciudades GRISES al borde de que entre la avalancha pop (local y americana), en los que la comunidad un bálsamo mientras que la familia es una certeza.

Cine pequeñito y encantador, sin buscarlo.

Veo que siguió saltó al cine de época con nombres más internacionales, aunque tuvo un periodo sin rodar. Tampoco tiene una carrera demasiado larga, claro.

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Última edición:
Recupero lo que dije de Voces distantes cuando la vi hace unos años:

Film británico de los ochenta que narra la historia de una familia de Liverpool, desde la infancia de los hijos y los años de posguerra.

“Distant voices, still lives” (Voces distantes, vidas tranquilas) es el título original, con una coma en medio, de igual modo la película la forman dos largos capítulos que tienen como nexo de unión el fallecimiento del padre (Peter Postlewaithe), una figura autoritaria y problemática que los tiene a todos en vilo. Clarísima autobiografía en forma de recuerdos y fragmentos, como si de un álbum de fotografías se tratase, donde diferentes épocas y momentos se van sucediendo de manera inconexa, sin llegar a expresar una idea concreta en su conjunto. No hay más argumento que las vicisitudes de una familia que podría ser cualquiera de aquellos tiempos, de unas gentes que viven su vida, se casan, tienen hijos... y en las reuniones familiares cantan como forma de estar unidos, para no perder la alegría en medio de una realidad gris.

Y no hay más. Hay, eso sí, una meticulosa puesta en escena con predominio del plano fijo (a la manera de retratos humanos, actores mirando a cámara incluso) y travellings muy medidos, lo cual puede generar cierta frialdad. Los personajes cantan mucho; la música tiene un protagonismo especial, desde composiciones religiosas a canciones populares inglesas, incluso como argamasa dramática (la propia narración es más “musical” que lógica y explicativa, siendo más costumbrista en su segunda mitad), de ahí que algunas relaciones no queden claras del todo, como si el director fuera el único conocedor de todos los vericuetos de la historia y tal ambigüedad fuera intencionada.

Una película algo suspendida en el tiempo y relegada al olvido, casi un “Zerkalo” a la inglesa, aunque desde luego sin ser tan radical.
 
Qué susto, busqué hilo hace poco y no lo encontré.

Por lo que tengo visto me parece un tipo con una sensibilidad muy imperfecta (siempre hay algo que me chirría), pero especial y muy recomendable. [Frase hortera borrada]
 
Yo le tengo muchas ganas a la nueva sobre Emily Dickinson...Alguien?
 
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THE TERENCE DAVIES TRILOGY (1983)

Colección de sus tres anteriores trabajos, tres cortometrajes que son tres seguimientos en la vida del mismo personaje. El Antoine Doinel de Davies y evidente alter ego suyo, un inglés de clase proletaria, relación difícil con su padre y pura y totémica con su madre, lo católico, lo homosexual, el aislamiento impuesto o heredado.... No es solo el elemento autobiográfico lo que está cien por cien presente aquí, sino también su estilo, con saltos atrás y adelante en el tiempo que solo se contextualizan poco a poco y (una de las cosas que más me gustan de él como realizador) las elipsis a base de contraplanos.

Pasa casi una década entre rodajes (mucho más en la vida del personaje) y aunque la voz es la misma, se ve a un guionista/director que va descubriéndo qué funciona mejor y qué peor, quitándose algún tic perdonable de film de estudiante (lo que realmente es CHILDREN) al retratar el punto de vista de una infancia difícil. MADONNA AND CHILD da un salto a algo un poco más arty y tiene un par de los mejores momentos (los paneos por la iglesia con el off del tatuador, el corte de la oficina a la salida nocturna) y algunos de los peores (el actor no cumple, la evocación gay es muy burda).

Como decía Trelko la mejor es DEATH AND TRANSFIGURATION, al menos en la que Davies parece encontrarse más seguro... y curiosamente más sobrio y taciturno. Dos muertes reflejadas por recuerdos; quizá demasiado parco, pero el tono de velatorio llega a ser agobiante; el detalle de contraponerlo en los primeros momentos con la canción es la señal de alguien que aprende a trabajar con lo que dispone.
 
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LA CASA DE LA ALEGRÍA (House of mirth, 2000)

No parece demasiado cómodo aquí, perdiendo no sólo lo que comentaba sobre el paso de los años y lo bien que se mueve salteando en él, dilatando unos tiempos y resumiendo otros. Aquí trabaja con una narrativa más lineal (no he visto el paso intermedio, La biblia de Neón) y más convencional, la caída en desgracia social de una solterona en la América del cambio de siglo. También se cae el tono susurrado de sus semi-autobiografías; pasamos a un cine de tacitas en el que todos los personajes (quizá su reparto con más famosos) parecen permanentemente miserables mientras se sonríen entre ellos.

Esa ambivalencia es una decisión consciente a toda la película, momentos sombríos en un ambiente lleno de luz (me echa para atrás la foto en exteriores, con colores quemados), una historia de humillación pública que nunca pierde la sobriedad... a costa del dramatismo de algún momento; los enfrentamientos con Akroyd o Laura Linney es cuando mejor está medido.

El mantener esa grave dignidad es, claro, un servicio a su protagonista y al punto de vista de sus personajes (con detalles de clase social como esa visita de LaPaglia a la "horrible casa"), pero cuando el bonito encuentro en la estación o lo del tableau vivant funciona mucho más que los momentos importantes... algo no está en su sitio. Al final quien la lleva a hombros es Gillian Anderson, estupenda, siempre controlando hasta dónde dejar ver intenciones ocultas.
 
Yo le tengo muchas ganas a la nueva sobre Emily Dickinson...Alguien?

A por ella, GROUCHO. Es maravillosa. De lo mejor del año pasado.

Me ha decepcionado mucho. En principio el material le viene al pelo, la vida recogida de Emily Dickinson en torno a esa quiet passion (bello y adecuado título). Me gusta cuando visualiza su poesía o se detiene en momentos estéticos puntuales (el plano circular), pero es insufrible en cuanto se ponen a dialogar. Retórica continua, pretendidamente ingeniosa, alambicada a la fuerza. Los intercambios afilados pueden tener gracia, pero cuando te das cuenta de que va a ser la norma en cada diálogo (o más bien, en verbalizaciones al aire que se van salteando) y que nadie a bordo consigue vendértelo, adiós muy buenas. No hay timing y los actores no se mueven de la nota en la que están bien (cada uno en una distinta). Me resulta todo absolutamente falso.

A Davies solo lo despiertan cuando toca rodar algo mudo: lo demás es todo plano-contraplano, escenas enteras así, cortando a cada frase. Y hasta así... el morphing lo aplaudo, aunque sea por echarle morro, pero hay un montaje power point sobre la Guerra que es de pedir que te devuelvan el dinero.

Lástima. Al menos sale Braxiatel de cura
 
A mí me pareció una obra maestra y el trabajo de Davies lo encontré maravilloso.

Hace un año y medio que la vi así que necesitaría revisarla para hablar de detalles concretos y tener un debate serio, pero al leer tu comentario siento que hemos visto películas completamente diferentes.
 
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THE DEEP BLUE SEA (2010)

Melodrama de tono huidizo, ajustado a su protagonista; una mujer del Londres de los 50, que abandona a un muy mayor marido, por un piloto que ha venido de la guerra con demasiado equipaje. Unos pocos elementos, con origen teatral (esquivado) que indica por dónde va el camino simbólico de los mismos; la conveniente vida acomodada, la seguridad, que entumece, frente al descubrimiento pasional. Hay un cuidado continuo por el contraste entre ello, desde las rutinas en cada una de esas vidas (visitas de compromiso vs. sexo apretado, discusiones frías vs. broncas a gritos, emociones reprimidas vs. un drama de cada cosa) hasta la forma de juntar en plano a Weisz con los otros dos actores. El plano final lo casa con el contexto de posguerra.

Aunque sea un proyecto de más recorrido y con caras más vendibles, el estilo sus primeros largos es perfectamente reconocible: los continuos saltos temporales atrás y adelante (en torno a un suceso clave), muchas veces con cada plano como una unidad y una elipsis en cada corte... los personajes visualmente aislados, los cánticos (el del túnel del tren, de los mejores momentos de la película), la foto difusa... incluso cierto rollo engolado en los diálogos. A veces resulta un poco huraña por eso, como si estuviese tan reducida a la mínima expresión que queda algo encorsetada.

Weisz, que me parece una actriz muy irregular, aquí casi siempre está donde le piden e incluso brilla en algún momento más emocional; pero quien destaca es Simon Rusell Beale, aunque sea a base de dejar siempre espacio a los otros dos.
 
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SUNSET SONG (2015)

Adaptación de un pequeño clásico de literatura escocesa, sobre el viaje de una granjera de niña a mujer, y un entorno en balancín entre lo escocés (tradición, folclore) y lo inglés (sofisticación, urbanismo). Es probablemente la historia más lineal que le he visto a Davies, y en ella su estilo narrativo no siempre funciona, con saltos extraños y golpes dramáticos que pierden fuerza por ir a trompicones; a cambio consigue algunos momentos muy líricos de paso del tiempo, como esas elipsis a base de fundidos en la boda, o en un plano circular sin cortes... Los paisajes lucen, claro, aunque salte la diferencia de foto cuando pasa a interiores.

A partir de cierto punto la historia empieza a parecer un folletín de amores en guerra; me interesa mucho más todo el inicio con la protagonista aún no adulta, cuando empieza a descubrirse (casi con secretismo) más que una extensión de su familia. Hay ahí una serie de momentos tratados con bastante delicadeza: el encuentro por sorpresa con el chico, el cambiarse de ropa a contraluz, la conversación en el bar... ahí Davies está fino, con el dedo bien puesto en lo íntimo. Y la actriz desconocida (Agyness Deyn) que es un hallazgo.
 
The deep blue sea

Una película que parece de otro tiempo, de un estilo como deliberadamente acartonado en su adaptación de una obra teatral. Melodrama contenido en gran parte, contado a través de flashbacks, de una narrativa desordenada y siguiendo la lógica de los recuerdos; la presencia del humo del tabaco aporta un componente etéreo, al igual que una fotografía de aspecto vaporoso que recrea nostálgicamente un pedazo de tiempo y de país, pues no es nada gratuito el contexto: Inglaterra, años de posguerra, valores que se desmoronan. El trío actoral (Beale, Weisz, Hiddleston) es el núcleo de una historia típica de infidelidad y amor a tres bandas, con el juez como representante de una sociedad conservadora, aunque más comprensivo de lo que podría parecer, mientras que el joven piloto es un tipo inestable y acomplejado, perteneciente a un mundo muy distinto… en cuanto a ella, su situación es la más difícil, entre una apacible vida conyugal, tan sólida como falta de chispa, y una pasión devoradora, imposible de contener (y de entender, de hecho), autodestructiva. Lo que se dice un auténtico callejón sin salida, un panorama nada acogedor, de amores no correspondidos, de gente hiriéndose entre sí y sintiéndose de algún modo culpable.

Éste Terence parece un cineasta meticuloso, sorprendemente moderno a su manera, pese a trabajar con un texto tan de su época. Descorazonador el final, aunque aún queda la esperanza y el empezar de nuevo, como esa nación que intenta reconstruirse (simbólico plano final de los niños correteando entre las ruinas), comenzando la película con ese travelling hasta la ventana y terminando de manera inversa, con ese concierto para violín que acompaña, un tanto enfáticamente, los primeros minutos (mudos) de la acción. El impresionante plano-secuencia del metro, con Molly Malone, de largo un momento cumbre, emocionando con sencillez y muy revelador de ese tiempo fluido. Otra vez la importancia de las canciones cantadas en grupo, la necesidad de estar unidos en tiempos de crisis (la portera, un poco implacable en sus juicios, es un ejemplo de esa gente común que tira para adelante con resignación). Más detalles interesantes: el plano circular de ellos dos post-polvo (como el círculo vicioso de la pasión), el baile con ese You belong to me, las llamas encendidas de la estufa, tras esa despedida llena de emociones sin expresar… incluso hay algún momento de humor, con ese falso doctor metiendo las narices, o el acuchillamiento verbal con la suegra.
 
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