El odio visceral lo genera un jefe que te maltrata psicologicamente todos los días, regodeándose de que el siendo inferior a ti esta mejor posicionado y posee la llave de tu futuro, y tal vez de tu puñetera y jodida existencia. Es ese animal que te corroe las entrañas y que te desgasta la moral, hasta que lastrada por los suelos llegas a pensar que solo naciste para ser maltratado por este o cualquier maldito hijo de puta al que pertenezcas, que tu vida no la conduces tu, sino que la maneja el y el puede decidir si eres feliz o no. Que como el te paga puede humillarte delante de compañeros, y decidir si te deja en la miseria mas absoluta echándote y dejándote desamparado ante los pagos diarios, o joderte como un juguete pero perdonándote la vida al esconderse al sol, para que descanses hasta el día siguiente.
Mientras sufres por tu familia, a la que crees, desgastado moralmente, que no puedes ofrecerle nada mejor, y te escondes entre las sombras, para llorar desconsolado, mientras tu mujer duerme, y mientras ese pedazo de cabrón se regodea en su almohada, por los numerosos orgasmos que ha tenido al jugar hoy con la comida de varias familias.
Pero al final, cuando abres los ojos, te das cuenta de que, sólo merece tu misericordia y tu compasion, pues la vida de alguien tan infame, esta tan maldita que necesita de su propia maldad para subsistir.
Y que es su única meta en la vida; ya que ha desechado a su propia familia, no tendrá a amigos de verdad ni gente que le llore en su muerte, y sólo le queda eso, joder, porque hasta sus hijos a los que abandonó por levantar una mierda de empresa, por avaricia personal, no por amor a su familia, lo miran con desprecio, y temor; ojos con los que nunca deberia de mirarse a un padre, a alguien que te dio la vida, es esa pena la que me produce la compasion que suscito, que un hijo odie a quien lo trajo al mundo, por la pura codicia y envidia social de querer tenerlo todo, de ser un jodido malnacido con dinero, sin importar todo lo demas.
Gracias por enseñarme que lo importante es mi mujer, sus besos y caricias cuando llego a casa, cansado de un dia duro aguantodote, me prepara la cena con todo el cariño que le deja su azorado cuerpo, y luego abrazados, lloramos juntos por tenernos el uno al otro.