No se qué pasa en este país para que gente del vulgo puedan sacar su odio en redes sociales y pensar qué tienen algo qué decir o discutir sobre la necesidad de indultar a un SEÑOR como Griñán. Frente a tantas firmas que busca Alvise con su Change.org que esconde una campaña de odio y fascismo, el manifiesto en favor de Griñán ha sido firmado por catedráticos, intelectuales, personas de la cultura con cultura... Quiero decir, uno tiene a gente anónima mientras el manifiesto para evitar que se produzca la injusta encarcelación de alguien que ha hecho tanto por los trabajadores y trabajadoras de Andalucía está firmado por personas comprometidas con la justicia social y la democracia. Por eso me alegro ver a grandes andaluces como Javier Aroca habiendo firmado, pues demuestra que no son lo mismo que el PP. Pero claro, la gente común piensa, envenenada por la derecha que tiene algo parecido a la capacidad de dudar de la conveniencia del indulto. Ellos frente a tertulianos, directores de cine, catedráticos... ¡Ellos! ¡Analfabetos que serían capaces de votar a la derecha y defenderles mientras les roban! Evidentemente no somos lo mismo, y más si cabe que frente a un Estado sin cultura, el PSOE demuestra que la cultura está con él, acometiendo desde hace años una "mixtura monederiana" Academia - Estado.
Sin embargo, ahí tenemos a la derecha y la extrema derecha, que hacen noticia de una sentencia de un Tribunal Supremo que no se ha enterado muy bien de los intereses que había en juego, pero que ignora que esa sentecía tiene un voto particular. Ignora el voto particular de un juez justo. Un juez justo, lo contrario a García Castellón y de los miembros del CGPJ controlado por el Partido Popular. Un voto particular que no supone un empate como a veces dirían irónicamente esos mismos fascistas, sino una victoria para demostrar la inocencia de Griñán en base al derecho.
Y aquí estamos, con la villanía haciendo campaña en redes contra aquellos de los que debería de aprender, haciendo el juego sucio al PP que lucha por qué paguen la factura de la luz más cara e ignoran las propuestas del Gobierno en esta materia. Sí, tenemos parte de una sociedad que lucha contra sus intereses, que está dormida bajo los intereses de la extrema derecha, pero afortunadamente tenemos medios, que demuestran mediante datos que lo que denuncia el Gobierno sobre la oposición más desleal de Europa es cierto, y que hay que luchar contra ellos.
Ánimo, compañeros y compañeras.
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