El Magazín Postal (y otras)

Henry Morrison

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El Magazín Postal fue una revista que se recibió en mi casa durante buena parte de los años 90, principalmente a instancias mías. Era una especie de "Círculo de lectores" de imagen y sonido, dedicada casi por completo a la venta de películas en VHS (y más tarde, también en DVD) y con pequeñas secciones dedicadas a música e incluso a libros. Pero era, sobre todo, una revista de cine.

Desgraciadamente, la costumbre era que cuando llegaba el número nuevo (era una revista de periodicidad mensual) el anterior se tiraba. Esto hace que solo conserve unos pocos que escaparon a la muerte por reciclaje; un pequeño vistazo a una forma de comprar ya hoy obsoleta. Tú llamabas a un teléfono, pedías lo que querías, pagabas creo recordar que por giro postal aunque al final admitían contrarrembolso también, y a las dos semanas / un mes, recibías el paquete en tu casa.

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Como todo en aquellos años, el proceso era lento y doloroso.

Para empezar, la revista llegaba con teórica periodicidad mensual, pero a veces llegaba tarde y mal. Y ni una ni dos veces, nos la robaron del buzón a lo largo de los años. Cosas de esa maravilla que es vivir en comunidad. Nunca supe quien efectuaba tales robos, si es que era siempre la misma persona. A veces, la revista simplemente no llegaba, pero otras pillaba trozos del sobre roto en el buzón, evidenciando que llegar, había llegado, para ser chorizada.

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Supongo que esto le parecerá una chorrada a los que tuvisteis la suerte de nacer y crecer en una gran ciudad. Yo, de pueblo enano, nunca tuve cerca una gran superficie hasta bien entrados los 90, y aún así la selección de oferta en películas siempre fue irrisoria ante lo que podía ofrecer un Corte inglés o un FNAC. La idea de entrar a una gran tienda llena de películas a la venta era algo marciano, maravilloso, casi imposible. Tales momentos quedaban relegados a la visita en verano, de alguna gran ciudad, si es que había tiempo. En mi ciudad solo podías comprar lo que los videoclubs quisieran disponer para la venta. La idea de tener una especie de puerta de acceso a esas tiendas gigantes, en forma de revista llena de fotos de películas, era como la llegada del siglo XX a la aldea. Lo curioso es que no recuerdo ahora como, quien o en qué circunstancias se empezó a recibir el Magazín Postal en mi casa.

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Sí recuerdo que al principio de llegar la revista, yo era todavía un crío, debió ser a principos de los 90 y si llamaba para pedir algo, la operadora de turno pedía que la pasara "con mi papá o mi mamá" para confirmar el pedido, aunque en la práctica en mi casa, yo era receptor, dueño y principal beneficiado de la revista, junto con mi hermano pequeño, que cosas de dibujos animados y demás, sí que se pidió algo.

Una vez pedido y pagado (me suena que al principio, los primeros años al menos, la opción contrarrembolso no estaba disponible) te quedabas ahí, a la paz de dios, a esperar. No había tracking, web de seguimiento ni mierdas: la película llegaría cuando llegara. "Generalmente" dos semanas, que casi siempre se alargaban al mes. Y reza porque todo llegue bien y sin problemas, aunque en ese sentido, apenas tuve incidencias. La película te llegaba en cajita, bien envuelta y con suficiente relleno. Rara vez se pedía más de una, sobre todo en los primeros años, que los VHS costaban mínimo 1.995 pesetas, que había que juntar con esfuerzo a lo largo de meses, o bien esperar a hacer el pedido como regalo en fecha señalada; con el paso de los años y la llegada del DVD, los VHS se iban saldando cada vez más y era posible hacer pedidos mayores.

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Como veis, la revista se dividía en temáticas genéricas, quedando las últimas dos o tres hojas dedicadas a música o libros. Solía empezar con las novedades (mucho) más caras, y luego iba reseñando películas más antiguas, agrupadas por temática y (a veces) en ofertas interesantes.

Una cosa interesante es que los títulos que tú veías en la revista eran solo una selección del catálogo real de que disponía la compañía. Es decir, lo que tú veías era solo una parte del catálogo disponible para pedir.
¿Como saber qué había realmente en catálogo? Gracias al Índice temático, una lista impresa de TODOS (ahora sí) los títulos disponibles por esa empresa. Lista que solo venía en los números trimestrales, no en todos los números. Desgraciadamente solo conservo UNA revista que lleva índice temático:

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A principios de siglo XXI quise pedir el VHS de "1997 Rescate en Nueva York" y no me cogieron el teléfono. Nunca conseguí volver a ponerme en contacto con ellos.
Por aquellas fechas, la revista dejó de llegar a mi casa, y finalmente tuve que asumir que la aventura de Magazín Postal había terminado. Eran otros tiempos, cada vez Internet estaba en más casas y tú mismo podías gestionar tus propios pedidos con páginas de grandes superficies u otras empresas dedicadas al business que colgaban su catálogo directamente en web, sin necesidad de imprimir papel y gestionar envíos de catálogos a miles de domicilios todo el país. Todo iba a ser infinitamente más fáicl, aunque, quizá... menos divertido. Menos bonito. Ya no quedaba sitio para el misterio, el ansia de la espera por el siguiente catálogo en casa para hojear las novedades... era una forma de pedir cosas hoy deliciosamente caduca.

No fue, Magazín Postal, la única revista o catálogo de cine que vendía VHS, por supuesto. A principios de los 90 recuerdo que unos amigos de mis padres recibían un catálogo de venta por correo de pelis en vídeo, que era demás, considerablemente más grueso que el magazín postal que luego recibiría yo. Lo hojeé una o dos veces en su casa. Supongo que habría muchos "catálogos" en aquella época, digamos de principios de los 90, que se empezó a comprar películas de vídeo y no solo a alquilarlas, hasta la llegada del DVD que coincidió, más o menos, con la de Internet, que hizo innecesario este tipo de comercio.
 
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