Uno de ellos invadio el recibidor de mi casa del pueblo el pasado verano.Si te acercas mucho hacia lo tipico de hacerse un ovillo con las puas de punta para protegerse.Era una ricura pero vaya como pincha el jodio...
Por lo menos el que me toco a mi no estaba dispuesto a dejarse acariciar ni lo mas minimo.
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