Para aquellos que cada vez que aparece un nuevo producto de la franquicia Batman y se sorprenden de que no parece una historia de superhéroes, cabe recordar que es que Batman no nació como un cómic de superhéroes.
Batman nació en las páginas de la revista 'Detective Comics' destinada, como su propio nombre indica, a publicar historias de detectives. Y en sus inicios Batman no era más que otra historia de justicieros enmascarados como los que estaban tan de moda en aquella época (como 'El Zorro', 'La sombra', 'El hombre enmascarado' o 'El llanero solitario', entre otras) y que se limitaba a resolver casos criminales, eso sí, cometidos a menudo por tipos con pintas raras, pero que a menudo no tenían ningún tipo de poderes.
Si a día de hoy asociamos Batman con los superhéroes es porque la editorial que publicaba sus historietas, DC cómics, se acabó especializando en los superhéroes y Batman pasó a formar parte del mismo universo que Superman, Wonder Woman, Flash, Green Lantern y muchos otros personajes con superpoderes. Y, aunque a día de hoy Batman está acostumbrado a codearse con gente con superpoderes, cabe recordar que durante gran parte de su trayectoria, muchas de sus historias son más fácilmente encuadrables dentro de la literatura negra que dentro de las historias de superhéroes arquetípicas.