«Cabra, cabra, cabra». Juan y Richi (Andreu Buenafuente y Berto Romero) cruzan tensos y preocupados la plaza del Codillo acompañados de una cabra mientras son aclamados con este grito por los vecinos de su pueblo natal, Proverzo (Santa Pau, Garrotxa), situado en un lugar indeterminado de la España profunda. Los dos hermanos, que en los años 90 vivieron un triunfo efímero con el dúo Supergalactic, llevaban décadas separados y fuera de la localidad, y ahora han vuelto para pronunciar el pregón de las fiestas. Un encargo por el que el taimado alcalde y terrateniente (Jorge Sanz) les ha prometido 10.000 euros, a condición de que le ayuden a recuperar los favores de su amada Silvia (Belén Cuesta), que sigue siendo una gran admiradora del desaparecido grupo. Lo que no saben los hermanos, uno de los cuales es vegano y ecologista acérrimo, es que también les pedirá que se encarguen de lanzar la cabra desde el campanario, una tradición que cada año se lleva a cabo en el pueblo.
Esta es una de las escenas y una de las muchas peripecias que los personajes interpretados por Buenafuente y Romero vivirán a lo largo de la película El pregón, una comedia dirigida por Dani de la Orden (Barcelona, nit d'estiu y Barcelona, nit d'hivern) y con guion de David Serrano (El otro lado de la cama, Días de fútbol) y Diego Sanjosé (Ocho apellidos vascos, Tadeo Jones), que estos días se está rodando en Santa Pau, aunque también tiene localizaciones en Barcelona, Sant Pere de Ribes y Sitges. El estreno de la cinta, que es la primera incursión en profundidad de Buenafuente en la gran pantalla, está previsto para la próxima primavera.
UN GRAN RETO / «Tengo la sensación de que esto es un reto en toda regla. Estoy descubriendo un mundo nuevo, porque cada formato y género tiene su registro y aquí hay unos códigos de trabajo que yo no conocía, pero hacer algo nuevo a los 50 años te mantiene vivo», explica el popular humorista de Reus, que también es productor del filme junto con Romero y Atresmedia Cine.
«Hemos buscado una historia que fuera un buen vehículo de comedia para los dos y que no tuviera nada que ver con lo que hacemos en televisión. Se trata de dos hermanos que no se pueden ni ver, y nosotros prácticamente también lo somos, y ese conflicto es el motor de la peli», relata Romero, que destaca que el guión es «explosivo» porque los personajes siempre «están al límite» debido a que les toca vivir situaciones muy extremas.
Buenafuente matiza, sin embargo, que es una comedia hecha desde la «naturalidad», en un tono menos payaso del que suelen emplear en la tele. «Mi personaje apenas ríe y hay escenas que no habíamos hecho nunca antes, en las que hablamos en serio y en la que casi se cae alguna lagrimita», afirma.
Un trabajo interpretativo que aplaude el veterano Jorge Sanz, con más de medio centenar de películas a sus espaldas.«Berto y Andreu hacen una pareja fantástica, son como Jack Lemmon y Walter Matthau. A veces tenemos que parar tomas porque nos dan ataques de risa. Andreu es metódico y quiere aprender desde la humildad y la observación, Berto es más espontáneo y se está convirtiendo en un personaje indispensable de la comedia española», afirma el alcalde, que como secuaz y cómplice en el filme cuenta con la ayuda del humorista y actor Goyo Jíménez.
