Antiguamente Apple nos entregaba medios físicos con los ordenadores que comprábamos, diskettes, CDs, DVDs e incluso hasta un pendrive en miniatura para los últimos modelos que no llevaban ningún tipo de unidad óptica. Eran otros tiempos, todo iba más despacio y esos medios físicos no se quedaban obsoletos tan rápidamente como sucede hoy, en donde las actualizaciones se suceden a velocidad de vértigo.
Con la introducción de la Mac App Store a partir de la versión 10.6.8 de Snow Leopard, Apple llevó a los ordenadores personales el sistema de distribución de aplicaciones equivalente a la App Store utilizada por los iPhone, iPad y iPod Touch en iOS, poniendo a nuestra disposición un punto central desde el que poder gobernar nuestro software y sus actualizaciones.
Inicialmente la Mac App Store se encargaba sólo del control de las aplicaciones, mientras que el sistema operativo tenía su propia sección independiente a través de la opción en el menú Apple "Actualización de software...", pero desde la última versión de OS X Mountain Lion, estas actualizaciones también se han integrado en la Mac App Store y con el centro de notificaciones, de forma que todo se gestiona desde un único punto central y el usuario recibe alertas en la medida que se publican actualizaciones para el software que ha descargado desde la Mac App Store.
Una observación importante es que no todo el software que instalamos en nuestros Mac proviene de esa tienda central. En el caso de los dispositivos con iOS Apple ha prohibido directamente la instalación de software que no provenga de su App Store, y con ello ha obligado tanto a los desarrolladores de software como a los consumidores a adoptar su modelo de negocio, quedándose con un 30% de la facturación de las aplicaciones publicadas. Esa prohibición ha favorecido la aparación de un mercado paralelo no autorizado con Cydia como App Store alternativa y con un ecosistema de aplicaciones de la App Store oficial "piratas" que es por lo que el Jailbreak goza de tanta popularidad.
En el mundo del Mac no se ha impuesto ese modelo porque los fabricantes de software no estarán dispuestos a ceder un trozo del pastel de su facturación por el hecho de disponer de una plataforma de distribución de su software. Nadie se imagina a Adobe, Microsoft, Oracle o a Autodesk - por citar algunos grandes - entregándole un 30% de las ventas a Apple ¿verdad?
El principal perjudicado en este caso es el consumidor, pues si todos los fabricantes adoptaran este modelo de distribución y se bajaran los precios del software como se ha hecho en iOS, aumentarían sin duda las ventas de software legal y además tendríamos un único sistema centralizado para las actualizaciones y no un ecosistema de actualizadores independientes que va creciendo día a día invadiendo nuestros sistemas con alertas y consumiendo nuestros limitados recursos.
En caso de desastre, la necesidad de disponer de un medio físico para rescatar nuestro sistema sigue totalmente vigente. Si un día nuestro disco duro falla, o simplemente hemos decidido cambiarlo por otro de mayor capacidad, tendremos que recurrir a un medio físico de instalación del sistema operativo, pues ni siquiera la partición de recuperación que Apple crea ahora de forma oculta en nuestros discos estará disponible.
Y ya que ahora no se distribuyen medios físicos, tendremos que crearlo nosotros mismos en formato DVD o USB y preocuparnos de mantenerlo actualizado. Si no lo hacemos de forma rutinaria y con tranquilidad, el día que sobrevenga un desastre nos tocará hacerlo con nervios y puede que no dispongamos de acceso a un ordenador porque el que se ha estropeado es el único que tenemos a nuestro alcance.
Insisto en la idea, aunque tengamos un DVD o un pendrive con el instalador de OS X Mountain Lion, cada vez que Apple publica una actualización del sistema, al mismo tiempo actualiza el instalador disponible en la Mac App Store, por lo que si queremos tener actualizado el medio físico, tendremos que volverlo a descargar.
Además, en caso de realizar una instalación limpia de OS X, hacerlo desde la última versión disponible nos garantiza una mayor limpieza en el sistema, ya que no será necesario instalar las diferentes actualizaciones que se hayan producido posteriormente.
OS X Mountain Lion está disponible para su descarga desde https://itunes.apple.com/es/app/os-x-mountain-lion/id537386512?mt=12 por un precio de 17,99 €. Estableciendo ese precio tan bajo creo que han conseguido que la mayoría de los usuarios lo compren de forma legal, y sólo hay que ver a la competencia haciendo lo mismo con Windows 8 para saber que ese es el camino a seguir.
Si ya hemos comprado Mountain Lion, tendremos la opción de volver a descargarlo y para ello la opción más sencilla es acceder a nuestra lista de software comprado mediante el botón superior que indica "Comprado".
Pulsando el botón "Descargar", la aplicación de la App Store conecta con los servidores de Apple y comienza la descarga del archivo, que como podéis comprobar en la pantalla inicial, tiene un tamaño de 4,07 GB y por lo tanto requerirá de un buen rato para su descarga, siendo este variable en función de vuestra velocidad de conexión. En mi caso y con 30 Mbps de ancho de banda disponible, no consigo descargar desde los servidores de Apple a esa velocidad, y la descarga se realiza en algo más de una hora.
Una vez descargado y como sucede con todas las aplicaciones que se descargan a través de la App Store, se copian directamente a la carpeta de aplicaciones, y podréis comprobar que en la misma está disponible una aplicación llamada "Instalar OS X Mountain Lion".
Como la instalación del sistema requiere de nuestra intervención, aparece un asistente que muestra la siguiente pantalla de bienvenida.
Si continuáramos con la instalación de OS X Mountain Lion, una vez finalizado el proceso, el programa "Instalar OS X Mountain Lion" se elimina, por lo que vamos a cerrar el instalador en este momento para poder acceder a su interior y así poder obtener la imagen del instalador con la que crear nuestro medio físico.
Porque esta aplicación llamada "Instalar OS X Mountain Lion" contiene en su interior una imagen de disco equivalente al medio físico. En alguna otra ocasión ya os he comentado cómo localizarla haciendo clic con el botón derecho sobre la aplicación y seleccionando la opción "Mostrar contenido del paquete" y navegando hasta la ruta Contents\Shared Support\InstallESD.dmg, que es la imagen del disco de instalación.
Ahora hay una forma mucho más cómoda de crear el medio físico que necesitamos, y para crear un DVD o un pendrive de instalación, la forma más sencilla es utilizar el programa Lion Disk Maker que podéis descargar desde http://blog.gete.net/lion-diskmaker-us/ que actualmente va por su versión 2.0.1
Una vez descargado e instalado, el programa no puede ser más sencillo. Tras abrirlo nos pregunta si queremos crear una imagen de OS X Lion 10.7 o de OS X Mountain Lion 10.8. En nuestro caso elegiremos esta última.
El programa está desarrollado en inglés, y tratará de encontrar en nuestra carpeta de aplicaciones una aplicación llamada "Install OS X Mountain Lion", y al tener el sistema en español falla e indica que no la encuentra, ofreciéndonos la posibilidad de localizarla de forma manual en la carpeta de aplicaciones o bien indicarle la ubicación del archivo InstallESD.dmg
Una vez localizada la aplicación "Instalar OS X Mountain Lion", nos ofrece la posibilidad de crear un DVD o un disco de arranque con un pendrive y elegiremos la opción que deseemos, recordándonos que la instalación desde un DVD será mucho más lenta que desde un pendrive USB.
En este caso hemos seleccionado la opción para crear un pendrive USB y seleccionaremos la ocpión que indica "An 8GB thumb drive", recordándonos que el pendrive que elijamos deberá tener al menos esos 8GB de capacidad.
Mi recomendación es que uséis pendrives USB de calidad, de marcas reconocidas y no los modelos más económicos que suelen ser extremadamente lentos. Para estas cosas serias utilizo un pendrive Kingston Elite con conexión USB 3.0, con tasas de transferencia de 70 MB/s en lectura y 30 MB/s en escritura cuando lo conectas por USB 3.0 y de 30 MB/s en lectura y 25 MB/s en escritura cuando lo haces con USB 2.0. Está disponible en 3 capacidades a unos precios muy económicos, poco más de lo que cuesta uno de los baratos y os aseguro que la diferencia se nota y mucho.
Y por último, os aconsejo que ese archivo InstallESD.dmg lo copiemos a un disco externo para tenerlo a buen recaudo. Si no queremos crear ahora un medio físico para su instalación podremos hacerlo más adelante, pues es todo lo que nos hace falta para crear un DVD o un pendrive de instalación. Y si por lo que sea perdemos el medio físico, podremos volver a crear uno fácilmente sin necesidad de acceder a la Mac App Store.
Con la introducción de la Mac App Store a partir de la versión 10.6.8 de Snow Leopard, Apple llevó a los ordenadores personales el sistema de distribución de aplicaciones equivalente a la App Store utilizada por los iPhone, iPad y iPod Touch en iOS, poniendo a nuestra disposición un punto central desde el que poder gobernar nuestro software y sus actualizaciones.
Inicialmente la Mac App Store se encargaba sólo del control de las aplicaciones, mientras que el sistema operativo tenía su propia sección independiente a través de la opción en el menú Apple "Actualización de software...", pero desde la última versión de OS X Mountain Lion, estas actualizaciones también se han integrado en la Mac App Store y con el centro de notificaciones, de forma que todo se gestiona desde un único punto central y el usuario recibe alertas en la medida que se publican actualizaciones para el software que ha descargado desde la Mac App Store.
Una observación importante es que no todo el software que instalamos en nuestros Mac proviene de esa tienda central. En el caso de los dispositivos con iOS Apple ha prohibido directamente la instalación de software que no provenga de su App Store, y con ello ha obligado tanto a los desarrolladores de software como a los consumidores a adoptar su modelo de negocio, quedándose con un 30% de la facturación de las aplicaciones publicadas. Esa prohibición ha favorecido la aparación de un mercado paralelo no autorizado con Cydia como App Store alternativa y con un ecosistema de aplicaciones de la App Store oficial "piratas" que es por lo que el Jailbreak goza de tanta popularidad.
En el mundo del Mac no se ha impuesto ese modelo porque los fabricantes de software no estarán dispuestos a ceder un trozo del pastel de su facturación por el hecho de disponer de una plataforma de distribución de su software. Nadie se imagina a Adobe, Microsoft, Oracle o a Autodesk - por citar algunos grandes - entregándole un 30% de las ventas a Apple ¿verdad?
El principal perjudicado en este caso es el consumidor, pues si todos los fabricantes adoptaran este modelo de distribución y se bajaran los precios del software como se ha hecho en iOS, aumentarían sin duda las ventas de software legal y además tendríamos un único sistema centralizado para las actualizaciones y no un ecosistema de actualizadores independientes que va creciendo día a día invadiendo nuestros sistemas con alertas y consumiendo nuestros limitados recursos.
En caso de desastre, la necesidad de disponer de un medio físico para rescatar nuestro sistema sigue totalmente vigente. Si un día nuestro disco duro falla, o simplemente hemos decidido cambiarlo por otro de mayor capacidad, tendremos que recurrir a un medio físico de instalación del sistema operativo, pues ni siquiera la partición de recuperación que Apple crea ahora de forma oculta en nuestros discos estará disponible.
Y ya que ahora no se distribuyen medios físicos, tendremos que crearlo nosotros mismos en formato DVD o USB y preocuparnos de mantenerlo actualizado. Si no lo hacemos de forma rutinaria y con tranquilidad, el día que sobrevenga un desastre nos tocará hacerlo con nervios y puede que no dispongamos de acceso a un ordenador porque el que se ha estropeado es el único que tenemos a nuestro alcance.
Insisto en la idea, aunque tengamos un DVD o un pendrive con el instalador de OS X Mountain Lion, cada vez que Apple publica una actualización del sistema, al mismo tiempo actualiza el instalador disponible en la Mac App Store, por lo que si queremos tener actualizado el medio físico, tendremos que volverlo a descargar.
Además, en caso de realizar una instalación limpia de OS X, hacerlo desde la última versión disponible nos garantiza una mayor limpieza en el sistema, ya que no será necesario instalar las diferentes actualizaciones que se hayan producido posteriormente.
OS X Mountain Lion está disponible para su descarga desde https://itunes.apple.com/es/app/os-x-mountain-lion/id537386512?mt=12 por un precio de 17,99 €. Estableciendo ese precio tan bajo creo que han conseguido que la mayoría de los usuarios lo compren de forma legal, y sólo hay que ver a la competencia haciendo lo mismo con Windows 8 para saber que ese es el camino a seguir.
Pulsando el botón "Descargar", la aplicación de la App Store conecta con los servidores de Apple y comienza la descarga del archivo, que como podéis comprobar en la pantalla inicial, tiene un tamaño de 4,07 GB y por lo tanto requerirá de un buen rato para su descarga, siendo este variable en función de vuestra velocidad de conexión. En mi caso y con 30 Mbps de ancho de banda disponible, no consigo descargar desde los servidores de Apple a esa velocidad, y la descarga se realiza en algo más de una hora.
Una vez descargado y como sucede con todas las aplicaciones que se descargan a través de la App Store, se copian directamente a la carpeta de aplicaciones, y podréis comprobar que en la misma está disponible una aplicación llamada "Instalar OS X Mountain Lion".
Como la instalación del sistema requiere de nuestra intervención, aparece un asistente que muestra la siguiente pantalla de bienvenida.
Porque esta aplicación llamada "Instalar OS X Mountain Lion" contiene en su interior una imagen de disco equivalente al medio físico. En alguna otra ocasión ya os he comentado cómo localizarla haciendo clic con el botón derecho sobre la aplicación y seleccionando la opción "Mostrar contenido del paquete" y navegando hasta la ruta Contents\Shared Support\InstallESD.dmg, que es la imagen del disco de instalación.
Ahora hay una forma mucho más cómoda de crear el medio físico que necesitamos, y para crear un DVD o un pendrive de instalación, la forma más sencilla es utilizar el programa Lion Disk Maker que podéis descargar desde http://blog.gete.net/lion-diskmaker-us/ que actualmente va por su versión 2.0.1
Una vez descargado e instalado, el programa no puede ser más sencillo. Tras abrirlo nos pregunta si queremos crear una imagen de OS X Lion 10.7 o de OS X Mountain Lion 10.8. En nuestro caso elegiremos esta última.
- 16 GB por 17 € en http://www.pccomponentes.com/kingston_datatraveler_elite_16gb_usb3_0.html
- 32 GB por 30 € en http://www.pccomponentes.com/kingston_datatraveler_elite_32gb_usb3_0.html
- 64 GB por 55 € en http://www.pccomponentes.com/kingston_datatraveler_elite_64gb_usb3_0.html
Y por último, os aconsejo que ese archivo InstallESD.dmg lo copiemos a un disco externo para tenerlo a buen recaudo. Si no queremos crear ahora un medio físico para su instalación podremos hacerlo más adelante, pues es todo lo que nos hace falta para crear un DVD o un pendrive de instalación. Y si por lo que sea perdemos el medio físico, podremos volver a crear uno fácilmente sin necesidad de acceder a la Mac App Store.