Acerca del intrusismo en la vida personal, algún que otro aspirante a bufón del reino sabe más que nadie. De eso no hay ni la menor de las dudas. Una vez más, queda patente que siempre, siempre la fuerza, poca por cierto, se irá siempre por la boca. Cuanta más boca se tenga meno fuerza se queda.