Conclusión: el experimento es importante, pero lo realmente importante, y como debe leerse políticamente, es como una llamada de atención para falta financiar trabajos sobre fusión nuclear más intensamente. Los de NIF, los del ITER (y su
sideshow español,
IFMIF-DONES, importantísimo para conocer detalles de qué ocurre cuando se irradian los materiales de los reactores con neutrones), y los de muchas
startups que buscan caminos alternativos. Todos. Es nuestra esperanza para lograr una generación de base libre de emisiones, estable y con futuro.
Aunque cuidado con las
startups. Si hay dineros públicos, debe haber fiscalización pública y consecuencias serias en caso de que alguien actúe de mala fe. Ya sé que esto es rarísimo, pero qué queréis, con tanto aspirante a billonario megalomaníaco suelto, soy desconfiado.
Si hablamos de decrecimiento, ¿por qué queremos fusión nuclear?
Una reflexión para concluir: ¿desarrollar la energía de fusión no es incompatible con hablar de decrecimiento? No. Tenemos que optimizar la energía que usamos, y eso incluye reducir el gasto energético en los países desarrollados para limitar las emisiones. Ahora bien, los países menos desarrollados
tienen derecho a mejorar su estandar de vida, y eso significa sí o sí aumentar su uso de energía per cápita. Por otro lado, el cambio climático obligará a gastar más energía para sobrevivir en dos áreas principales: climatización y potabilización. Necesidades estas que, por cierto, se sentirán con mayor intensidad en los países más pobres.
La densidad energética que ofrecen las fuentes renovables no nos permite vivir tranquilos. El objetivo de una generación eléctrica totalmente renovable es discutible: hay estudiosos que lo sostienen y otros que lo cuestionan, y mucho ruido e intereses industriales cruzados alrededor de este campo. Pero ese cien por cien renovable está calculado a partir de nuestras necesidades actuales, incluso con cierta optimización. No se está teniendo en cuenta, por lo general, un futuro de olas de calor y sequías brutales. Y si algo sabemos es que este futuro está llegando. La única cuestión es cómo de intenso y dañino será. Recordemos que la generación renovable depende también de unas condiciones climáticas determinadas.
La eficiencia de las placas fotovoltaicas disminuye al crecer la temperatura ambiente. Los aerogeneradores no funcionan en condiciones de viento tormentoso, teniendo que detenerse por seguridad. Y nada es más peligroso para la generación hidroeléctrica que las sequías prolongadas.
No nos podemos permitir prescindir de ninguna fuente libre de emisiones. Fisión incluida. Pero, por todo esto, pisar el acelerador en el desarrollo de la fusión es obligatorio.