Rebobinar un VHS es un proceso cruel. La cinta se resiente y sufre. Al fin y al cabo, hablamos de una capa de carbono delgadísima que es recogida, forzada, estirada y obligada a correr a gran velocidad sobre un tambor metálico, todo ello a temperaturas elevadas, susceptibles a la humedad o a un fallo del mecanismo.
Y yo sometí a mi VHS de "Abierto hasta el amanecer" a un reiterado abuso del rebobinado cada vez que aparecía Salma...
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.