"Las trompetas suenan en cada eclipse y en cada luna nueva de este mundo inhóspito. Y tenemos un trabajo. Nuestro sueño. El velo del amanecer de este mundo se levanta y todo se convierte en realidad infinita hasta en la más aciaga noche."
Puedo desvelar, gracias a un mensaje de Wonter, que está de "misión especial" en Albacete para comprar navajas y cuchillo varios, miguelitos y comprobar si la crítica de Van Helsing de Klopek avanza o no.
Al volver, se ven las huellas y la senda desnuda y libre.
Se oye la voz de un sueño, de un poeta gritar. Los bosques se tiñen de verde y hadas, los árboles mortecinos se llenan ahora de jilgueros que cantan, y el cielo azul riega el océano de vida. Verso a verso, dentro de un mundo esplendoroso, grávido y hermoso.
Este sitio utiliza cookies para ayudar a personalizar el contenido, adaptar tu experiencia y mantenerte conectado si te has registrado.
Para continuar utilizando este sitio, debe aceptarse nuestro uso de cookies.