Ayer, tras haber estado revisando "El fantasma del paraíso" decidí que tenía que hacer todo cuanto pudiera por irme a la cama con Jessica Harper en sus buenos tiempos.
A la hora de dormir, me tumbé boca abajo, con la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda, es la mejor postura para lograr una entrada directa en sueño lúcido (WILD para los amigos). WILD consiste en quedarse quieto, ab-so-lu-ta-men-te quieto, y "engañar" a tu cerebro para entrar en fase sueño conscientemente, haciendo creer a tu organismo que estás dormido.
Nada fácil porque el cerebro te manda pequeños "checks" en forma de picores inesperados en sitios inaccesibles, acumulación de saliva, excesiva presión de la mandíbula, y otros trucos para asegurarse de que no estás tomándole el pelo. Por otra parte, es fácil perder la concentración y dormirte realmente.
En mi experiencia, boca a bajo y con la cabeza girada a la izquierda, entro bien en WILD. Con la cabeza girada a la derecha me entran picores brutales en el cuello y rigidez. De lado, me duermo enseguida, y boca arriba, es un festival de picores imposible.
Estuve unos 15 minutos así, contando de 100 a 0 mentalmente para no dormirme. Sorteé los picores, y empecé a ver "lucecitas" en la negrura, las llamadas alucinaciones hipnagógicas, y a escuchar un sonido como de motor. Como ya he pasado por esa fase muchas veces, me limité a quedarme quieto y relajado.
Poco a poco, las "lucecitas" fueron concentrándose en una imagen, como pegotes de pintura sobre un lienzo. Tardó muchíismo, no puedo calcular cuanto, se me hizo más largo que otras veces, pero pasó lo deseado: se fue formando un escenario coherente, una playa. Una playa que yo había descrito previamente en un documento de Word de casi 5 páginas.
Es curioso encontrarte con "cosas" y "personas" que has diseñado tú mentalmente. Me imagino que un guionista debe sentir algo parecido al ver la película basada en su guión. Había 4 chicas jugando al voleibol, tal y como las describí, y un vendedor de helados. Pero también había un fondo con rascacielos "genéricos" no descrito por mi, y otras cosas por el estilo.
Encontré a Jessica Harper en el bar de la playa, era tal y como era cuando rodó "El fantasma del paraíso", con un bañador rojo y blanco, tal y como yo la había descrito. Su voz fue lo único que no me gustó. En el sentido de que era una voz femenina bastante genérica, que por supuesto hablaba español, no inglés. La próxima vez procuraré mejorarlo, pero seamos sinceros, ¿me he tirado 3 cuartos de hora tumbado en la cama contando de 0 a 100 con el cuello en posición pre-tortículis, para oírla hablar?
El documento de Word explicitaba que yo le propondría ir a pasear por la orilla de la playa, que aceptaría, y que me pediría ir a un sitio más tranquilo. Todo se desarrolló más o menos, como había escrito, incluyendo un balonazo que nos daba un niño. Quizá la única cosa rara fue que me paré en el puesto de helados, y se me antojó un helado de Miko que ya no existe. Improvisé, vaya. Por cierto, ese frescor al abrir el dueño del chiringuito la nevera de los helados, no notarán vds la diferencia con la realidad. Yo no había descrito esa sensación, es parte del sueño, pero tan real, que me metió un chute de lucidez extra.
Cuando Jessica me pidió que nos fuésemos a un sitio más tranquilo le dije "no hace falta" y tras chasquear los dedos, desapareció todo el mundo en la playa, salvo ella y yo. Se asustó, por cierto. Los personajes oníricos se asustan, se enfadan o se ponen nerviosos si les dices que son un sueño, o haces algo que visiblemente, no pùedes hacer en realidad. Por lo que he leído es algo muy común en todos los que practicamos esto, y supongo que tendrá que ver con el inconsciente colectivo. Siempre digo que un día tendré un encuentro con un personaje que SEPA que es un sueño y le preguntaré cosas, pero al final, siempre opto por echar un polvo, para que os voy a engañar.
Por cierto, estuve revisando ayer antes de dormir vídeos de "Inserts" donde la señorita Harper lo enseñaba to, y mi cerebro hizo un buen trabajo de recreación. Diez minutos de tralarí tralará dan para mucho en sueños. Estoy bastante satisfecho de no haberme despertado (la excitación hace que te despierten durante, muchas veces, sobre todo al principio) pero al final, le quería decir de verla hoy, y ya no se lo dije. No se puede tener todo.