Auque los medios que ella subvenciona en la capital traten de hacernos creer lo contrario, la condesa consorte-delincuente se está hundiendo lentamente en el pozo de mierda que ella misma ha ido creando tras doce años de crímenes continuados. El PP estatal está hasta el gorro de ella y de sus intrigas de parvulario para desplazar al barbas. Fuera de Madrid todo el mundo la odia, salvo lógicamente los fanboys de Libertad Digital y demás medios que ella paga para que nos vendan como mesiánica su ridícula imagen de maruja de familia bien venida a más. Pero nada es para siempre, y ni la fortuna de su marido ni el dinero obtenido gracias a las corruptelas y el tráfico de influencias le va a servir para sobrevivir al huracán de asco y hartazgo que se le viene encima por todos los frentes.
Por otro lado, leyendo El Mundo (uno de los medios que ella controla), resulta triste leer a una persona como Victoria Prego, que nos ofreció el retrato audiovisual más épico y apasionante de la recuperación de las libertades democráticas en nuestro país, cantar loores nada disimulados a una de las personas que más ha hecho por destruir lo que se recuperó entonces, un poco a la manera de aquel juez que interpretó de manera inolvidable Burt Lancaster en 'Vencedores o vencidos'.
Un saludete.