Venía a mostrar, orgulloso yo, a mi última mascota, pero semejante intervención me ha hecho pensármelo mucho
¡Michelangelo! Porque tener una tortuga y no ponerle nombre de tortuga ninja, es un desperdicio inaceptable.
Me la tenían prometida desde hace tiempo, pero por temas de Covid y desplazamiento, no la pude recoger hasta hace un par de semanas. Tortuga rusa, con un jardín gigante por el que moverse. La tengo suelta por el día en el jardín, y la encierro en un cajón con sustrato por la noche, aunque alguna noche no la he encontrado, ha dormido al raso y tampoco le ha pasado nada. Le doy de comer escarola, rúcula, y canónigos, pero de todas formas, se pasa el día mordisqueando por el jardín. Sus hojas favoritas son unas pequeñitas en forma de trebol, que crecen alrededor de la escalera. Tampoco le hace ascos a morder los dedos de los pies que se encuentra en su camino
No es de los que madrugan, pues hasta las 9/10 de la mañana no sale a estirar las patas. Cuanto más sol y calor hace, antes sale. Se pasa la mañana dando vueltas por el jardín buscando el sol, y a última hora de la tarde, se recoge en algún rincón de la sombra y de ahí ya no se mueve.
Me ha sorprendido que se mueve rápido de cojones. No sé eso de que son lentas, de donde sale, quizá sea cuando son grandes. Si es en terreno llano, corre que se las pela.