LLovía torrencialmente. Aquel hombre duro e impasible no se acobardaba ante los embates de la lluvia contra los cristales de su casa de campo. Ni la ira del viento ni los rayos deslumbrantes hacían mella ni en su fortaleza de cemento ni en su ánimo. Aquel era el momento de arreglar las cosas, de arriesgarse, de jugárselo todo y ganar lo que debía ser suyo hace tiempo. Era el presidente del banco más importante de España, uno de los más grandes del mundo, y había convocado a otros 15 presidentes de bancos de otros paises, de bancos que estaban a su altura, de sus iguales.
Un golpe en la recia y gruesa puerta de ébano de su despacho le sacó de sus pensamientos y su ayudante de cámara y confesor de sus miedos y anhelos le indicó que todos sus invitados estaban ya en la sala de reunión y esperaban ansiosos su presencia. Se ajustó la chaqueta de su traje de alpaca y se dirigió a ejercer de anfitrión. Un esbozo de sonrisa apareció en sus labios cuando sobrepasó a su ayudante y le dijo:
- Emilín, vamos a cambiar el mundo.
La sala era grande, sobria, elegante, digna de sus invitados, que se deleitaban con unas botellas frías de clos d'ambonay, champagne insignia de krug y unas ostras inmensas traídas del mejor restaurante de marisco de españa, que es como decir del mundo, Rias de galicia, templo gastronómico de la ciudad de barcelona. Se saludaron como amigos , como camaradas de trincheras, como complices del mismo secreto. Alguno le preguntó de manera directa por el motivo de su convocatoria inexcusable. -"Vamos a cambiar el mundo, paciencia". Y apuraron las últimas gotas del exclusivo champagne.
El hombre duro, impasible e implacable movió levemente la mano ante la atenta mirada de su ayudante que de inmediato ordenó la salida del camarero que atendía a los invitados. Emilín espero su salida y se dirigió a una pantalla táctil que , a media altura, estaba a la derecha de la puerta. Posó su mano sobre la misma y la pantalla emitió un pitido que reflejaba que sus huellas habían sido reconocidas. Se abrió un menú de instrucciones y tecleó unos iconos. Las paredes que rodeaban la sala , de cristal blindado inmaculadamente transparente, se tornaron opacas, con un efecto espejo que aislaba visualmente sus interior. A otra presión de un icono informó que todos los aparatos electrónicos de la sala habían quedado inutilizados temporalmente. -"Lo que aquí se diga y se oiga no podrá ser grabado de ninguna manera posible y quedará entre nosotros para siempre"- Se giró sobre si mismo y cedió la atención a su presidente.
- Gracias a todos por venir. El motivo de esta convocatoria es la necesidad. Necesidad que tengo de contar con vosotros y necesidad que teneis vosotros de contar conmigo. Necesidad de cambiar las cosas, de volver a empezar para volver a crecer. Hay que romper el mercado, o sea, el mundo, pulverizar las leyes económicas por las que nos hemos regido, eliminar a la competencia que nos ha robado nuestros beneficios, que ha mermado nuestro crecimiento. Hemos de ser nuestro ave fenix. Ha llegado la era del resurgimiento.
El presidente volvió a mover con levedad y elegancia su mano y el dispuesto ayudante tecleó otro icono y una pantalla transparente descendió a un lado del presidente.Aparecieron los primeros de muchos datos que se usarían esa funesta noche.
- En los últimos años hemos tenido que asistir a un descenso drástico de nuestro margen de beneficio en nuestras operaciones tradicionales por la aparición de pequeñas entidades financieras que ,con agresividad, nos han obligado a reducir los tipos de interés que aplicamos a nuestros créditos. Entidades virtuales, cajas y microbancos que nos han quitado una parte importante, una porción del pastel, inadmisible, del mercado. A esa competencia reaccionamos tarde preveyendo su escaca implantación. Pero nos hicieron daño. A esta disminución de márgenes reaccionamos comisionando todas las operaciones posibles, que ha sido la base de nuestros beneficios de los últimos años.Pero ya no queda nada sobre lo que aplicar una comisión. La aparición de nuevos productos financieros de alto riesgo pero de alta rentabilidad ha producido que hayan aparecido en el mercado muchos fondos de inversión privados que no controlamos y que han provocado la fuga de muchos de nuestros capitales a estos fondos. Hemos tenido que aumentar nuestro riesgo compitiendo con estos productos. Sabemos que el mundo se colapsa, que sobra gente en el planeta, que faltan alimentos, fuentes de energía y que esos riesgos financieros hacen crecer nuestro riesgo de manera insostenible. Hemos de pararlo antes de que sea demasiado tarde. Hemos de eliminar a la competencia y para conseguir este plan he pensado en lo siguiente.
El presidente bebió de una vaso de agua antes de proseguir. Realmente ese agua era buena ,pensó. Agua de lluvia de tasmania recogida por dos personas en el norte de la isla a las que lo que ibamos a decidir hoy les iba a afectar poco. O no.
- El primer paso deberá ser restringir de manera asfixiante el crédito a todas las entidades financieras , excepto las nuestras. Esta es la clave. Debemos guardar nuestro dinero. El motivo público para justificar esta desaparición del crédito deberá ser la falta de confianza en el sistema. Sembraremos el miedo en el mercado y usaremos las hipotecas subprime americanas, de alto riesgo, como primera excusa. Nadie sabe cuantas hay, ni su importe real, ni quien las tiene , asi que nos va perfecto para empezar la infección. Enviaremos a los medios de comunicación información manipulada para sembrar el pánico, como el riesgo de quiebra de los bancos, la posibilidad de no recuperar los depósitos de entidades pequeñas y que la recesión está a la vuelta de la esquina. Obviamente el miedo a todo eso hará que llegue. La retirada de depósitos y la asfixia hará que estas entidades quiebren o lo pasen lo suficientemente mal como para que las podamos comprar a bajo precio o las absorvamos fusionándolas. Las grandes empresas que no puedan financiarse con fondos propios lo pasarán mal también y cuando las asfixiemos las compraremos a bajo precio. Las bolsas se hundirán y el valor de las empresas caerá por los suelos. Y aún compraremos más barato. Harán expedientes de regulación de empleo, echarán a mucha gente y estas personas no podrán pagar sus hipotecas, lo que provocará que aumenten los índices de morosidad de las pequeñas entidades y ayuden en su quiebra. Nos quedaremos las casas de la gente y como el precio de las viviendas habrá caído nos quedaremos con la casa y con la parte de la deuda que no se haya cubierto por las subastas de dichas casas , deudas no cubiertas que seguirán debiéndonos aquellos que nos pidieron el dinero. Hicimos negocio financiando la construcción, la compra-venta y además nos quedamos con las viviendas y con parte de las deudas que aún deberán devolver en el futuro.. ¿ se puede pedir más?. Y no solo eso. Volveremos a aplicar diferenciales mayores en la concesiones de crédito. Se acabaros los euribor más el 0,30. Como comprobareis la falta de crédito provocará que podamos subir los diferenciales de inmediato con la excusa de la falta de confianza. Bienvenidos al euribor más el 4.
Tomó otro trago de agua ante las sonrisas codiciosas de los presentes, que palidecían ante el plan. El presidente siguió.
- Asfixiando el crédito y sembrando el pánico, ambas cosas necesarias para la consecución del plan, obtendremos la disminución notable de la competencia, la compra de muchas empresas y entidades financieras, con sus activos, a muy bajo precio y nos quedaremos con las casas de la gente y con lo que aún nos deberán. Los gobiernos, ante semejante hecatombe ,deberán acudir al rescate financiero del mercado con lo que obtendremos financiación extra a bajo coste y dinero gratis que nadie podrá y sabrá controlar hasta la última moneda. Sacaremos beneficio de todos los movimientos. Hemos de empezar a poner en práctica nuestro plan cuanto antes. Así los beneficios serán mayores. Pero sólo podemos ser nosotros 16. Los bancos más importantes, los iguales entre iguales.
Miró a sus iguales esperando reacciones pero se limitaban a coger los vasos de agua de lluvia entre sus manos y beber el transparente liquido para mojar sus secas gargantas. Un hombre francés, altanero, fibroso y moreno fue el primero en romper el expectante silencio.
-¿ no seria mejor celebrarlo con champagne? Estet agua es muy buena pero el Clos d'Ambonay estaba mucho mejor.
- Lo lamento - comentó el presidente esbozando una sonrisa. Era una edición limitada y nos hemos bebido las últimas 12 botellas que había en el mundo.
- Por cierto, ¿alguien quiere ver la final de la champions entre el bercelona y el arsenal? Juegan esta noche.
Nadie contestó afirmativamente. Ese día no estaba para prestar atención a un juego en el que 22 tios semidesnudos le dan patadas a una cosa redonda. Había que pulir el plan antes de ir a la cama.
Un golpe en la recia y gruesa puerta de ébano de su despacho le sacó de sus pensamientos y su ayudante de cámara y confesor de sus miedos y anhelos le indicó que todos sus invitados estaban ya en la sala de reunión y esperaban ansiosos su presencia. Se ajustó la chaqueta de su traje de alpaca y se dirigió a ejercer de anfitrión. Un esbozo de sonrisa apareció en sus labios cuando sobrepasó a su ayudante y le dijo:
- Emilín, vamos a cambiar el mundo.
La sala era grande, sobria, elegante, digna de sus invitados, que se deleitaban con unas botellas frías de clos d'ambonay, champagne insignia de krug y unas ostras inmensas traídas del mejor restaurante de marisco de españa, que es como decir del mundo, Rias de galicia, templo gastronómico de la ciudad de barcelona. Se saludaron como amigos , como camaradas de trincheras, como complices del mismo secreto. Alguno le preguntó de manera directa por el motivo de su convocatoria inexcusable. -"Vamos a cambiar el mundo, paciencia". Y apuraron las últimas gotas del exclusivo champagne.
El hombre duro, impasible e implacable movió levemente la mano ante la atenta mirada de su ayudante que de inmediato ordenó la salida del camarero que atendía a los invitados. Emilín espero su salida y se dirigió a una pantalla táctil que , a media altura, estaba a la derecha de la puerta. Posó su mano sobre la misma y la pantalla emitió un pitido que reflejaba que sus huellas habían sido reconocidas. Se abrió un menú de instrucciones y tecleó unos iconos. Las paredes que rodeaban la sala , de cristal blindado inmaculadamente transparente, se tornaron opacas, con un efecto espejo que aislaba visualmente sus interior. A otra presión de un icono informó que todos los aparatos electrónicos de la sala habían quedado inutilizados temporalmente. -"Lo que aquí se diga y se oiga no podrá ser grabado de ninguna manera posible y quedará entre nosotros para siempre"- Se giró sobre si mismo y cedió la atención a su presidente.
- Gracias a todos por venir. El motivo de esta convocatoria es la necesidad. Necesidad que tengo de contar con vosotros y necesidad que teneis vosotros de contar conmigo. Necesidad de cambiar las cosas, de volver a empezar para volver a crecer. Hay que romper el mercado, o sea, el mundo, pulverizar las leyes económicas por las que nos hemos regido, eliminar a la competencia que nos ha robado nuestros beneficios, que ha mermado nuestro crecimiento. Hemos de ser nuestro ave fenix. Ha llegado la era del resurgimiento.
El presidente volvió a mover con levedad y elegancia su mano y el dispuesto ayudante tecleó otro icono y una pantalla transparente descendió a un lado del presidente.Aparecieron los primeros de muchos datos que se usarían esa funesta noche.
- En los últimos años hemos tenido que asistir a un descenso drástico de nuestro margen de beneficio en nuestras operaciones tradicionales por la aparición de pequeñas entidades financieras que ,con agresividad, nos han obligado a reducir los tipos de interés que aplicamos a nuestros créditos. Entidades virtuales, cajas y microbancos que nos han quitado una parte importante, una porción del pastel, inadmisible, del mercado. A esa competencia reaccionamos tarde preveyendo su escaca implantación. Pero nos hicieron daño. A esta disminución de márgenes reaccionamos comisionando todas las operaciones posibles, que ha sido la base de nuestros beneficios de los últimos años.Pero ya no queda nada sobre lo que aplicar una comisión. La aparición de nuevos productos financieros de alto riesgo pero de alta rentabilidad ha producido que hayan aparecido en el mercado muchos fondos de inversión privados que no controlamos y que han provocado la fuga de muchos de nuestros capitales a estos fondos. Hemos tenido que aumentar nuestro riesgo compitiendo con estos productos. Sabemos que el mundo se colapsa, que sobra gente en el planeta, que faltan alimentos, fuentes de energía y que esos riesgos financieros hacen crecer nuestro riesgo de manera insostenible. Hemos de pararlo antes de que sea demasiado tarde. Hemos de eliminar a la competencia y para conseguir este plan he pensado en lo siguiente.
El presidente bebió de una vaso de agua antes de proseguir. Realmente ese agua era buena ,pensó. Agua de lluvia de tasmania recogida por dos personas en el norte de la isla a las que lo que ibamos a decidir hoy les iba a afectar poco. O no.
- El primer paso deberá ser restringir de manera asfixiante el crédito a todas las entidades financieras , excepto las nuestras. Esta es la clave. Debemos guardar nuestro dinero. El motivo público para justificar esta desaparición del crédito deberá ser la falta de confianza en el sistema. Sembraremos el miedo en el mercado y usaremos las hipotecas subprime americanas, de alto riesgo, como primera excusa. Nadie sabe cuantas hay, ni su importe real, ni quien las tiene , asi que nos va perfecto para empezar la infección. Enviaremos a los medios de comunicación información manipulada para sembrar el pánico, como el riesgo de quiebra de los bancos, la posibilidad de no recuperar los depósitos de entidades pequeñas y que la recesión está a la vuelta de la esquina. Obviamente el miedo a todo eso hará que llegue. La retirada de depósitos y la asfixia hará que estas entidades quiebren o lo pasen lo suficientemente mal como para que las podamos comprar a bajo precio o las absorvamos fusionándolas. Las grandes empresas que no puedan financiarse con fondos propios lo pasarán mal también y cuando las asfixiemos las compraremos a bajo precio. Las bolsas se hundirán y el valor de las empresas caerá por los suelos. Y aún compraremos más barato. Harán expedientes de regulación de empleo, echarán a mucha gente y estas personas no podrán pagar sus hipotecas, lo que provocará que aumenten los índices de morosidad de las pequeñas entidades y ayuden en su quiebra. Nos quedaremos las casas de la gente y como el precio de las viviendas habrá caído nos quedaremos con la casa y con la parte de la deuda que no se haya cubierto por las subastas de dichas casas , deudas no cubiertas que seguirán debiéndonos aquellos que nos pidieron el dinero. Hicimos negocio financiando la construcción, la compra-venta y además nos quedamos con las viviendas y con parte de las deudas que aún deberán devolver en el futuro.. ¿ se puede pedir más?. Y no solo eso. Volveremos a aplicar diferenciales mayores en la concesiones de crédito. Se acabaros los euribor más el 0,30. Como comprobareis la falta de crédito provocará que podamos subir los diferenciales de inmediato con la excusa de la falta de confianza. Bienvenidos al euribor más el 4.
Tomó otro trago de agua ante las sonrisas codiciosas de los presentes, que palidecían ante el plan. El presidente siguió.
- Asfixiando el crédito y sembrando el pánico, ambas cosas necesarias para la consecución del plan, obtendremos la disminución notable de la competencia, la compra de muchas empresas y entidades financieras, con sus activos, a muy bajo precio y nos quedaremos con las casas de la gente y con lo que aún nos deberán. Los gobiernos, ante semejante hecatombe ,deberán acudir al rescate financiero del mercado con lo que obtendremos financiación extra a bajo coste y dinero gratis que nadie podrá y sabrá controlar hasta la última moneda. Sacaremos beneficio de todos los movimientos. Hemos de empezar a poner en práctica nuestro plan cuanto antes. Así los beneficios serán mayores. Pero sólo podemos ser nosotros 16. Los bancos más importantes, los iguales entre iguales.
Miró a sus iguales esperando reacciones pero se limitaban a coger los vasos de agua de lluvia entre sus manos y beber el transparente liquido para mojar sus secas gargantas. Un hombre francés, altanero, fibroso y moreno fue el primero en romper el expectante silencio.
-¿ no seria mejor celebrarlo con champagne? Estet agua es muy buena pero el Clos d'Ambonay estaba mucho mejor.
- Lo lamento - comentó el presidente esbozando una sonrisa. Era una edición limitada y nos hemos bebido las últimas 12 botellas que había en el mundo.
- Por cierto, ¿alguien quiere ver la final de la champions entre el bercelona y el arsenal? Juegan esta noche.
Nadie contestó afirmativamente. Ese día no estaba para prestar atención a un juego en el que 22 tios semidesnudos le dan patadas a una cosa redonda. Había que pulir el plan antes de ir a la cama.
con visos de ser ¿real? 
Qué cabrón 
