@migblah en su ya célebre Curious Cat sobre La La Land.
"¿Qué tal La la land?
La película no me ha gustado. Tampoco me interesaba mucho y ya me esperaba que fuese mala, fui a verla por curiosidad, por ver si cuadraba algo de lo que se decía sobre ella. Y porque se estrenaba en versión original, lo que es algo muy raro en Lugo y considero que son iniciativas que hay que apoyar. Ya lo hicieron hace tiempo, pero con cosas chungas como The Revenant o Mad Max (¿qué sentido tiene elegir Mad Max como tu única película VOS? ¿Escuchar los gruñidos en inglés?), que me daba muy mal rollo ver.
En twitter había leído a gente quejarse de que se la comparase con los musicales clásicos cuando su auténtico referente era Jacques Demy. Pues bueno, sin llegar al nivel de Filipe Furtado, que dice que le encantaría pegar (punch in the face) a los que hacen esa comparación, yo diría que La La Land no tiene nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, nada, que ver con el cine de Demy. Es lo contrario. Esto no es malo de por sí, es simplemente por clarificar. El cine de Demy parte de lo viejo, de lo usado, de lo destartalado, de lo cotidiano para crear su universo kitsch. La decoración de las casas antiguas, los cafés de provincias, las fiestas de pueblo... en su anacronismo es donde nace lo kitsch. Y en La La Land todo es nuevo, de diseño, reluciente. No necesariamente malo (aunque en este caso sí), pero la comparación es innecesaria.
Durante la primera parte de la película, la rechace por ir con esto en la cabeza, así que recomiendo olvidarse de Demy, porque no viene a cuento. Conviene olvidarse, realmente, de cualquier musical anterior, con los que no tiene mucho que ver. Ya desde el primer número, desde el primer plano, un travelling lateral filmando las carrocerías de unos coches en un atasco, y luego filma un imposible y poco elaborado plano secuencia, ya sabes que no va a ser como un musical clásico. ¡Y esto no es malo, insisto! Hay una idea clave para entender esto, y es que en el musical clásico, aunque hay grandes planos secuencia de una complejidad enorme, el objetivo es que el espectador no sea consciente del trabajo de cámara, de ahí que los movimientos sea sutiles, imperceptibles en muchas ocasiones. Que la cámara avance o retroceda lentamente y que a veces, debido a este control exquisito, no notemos los cortes en el montaje. Y en la película de Chazelle pasa lo contrario. Que es todo el rato "mira qué bueno soy con la cámara". Y no, no eres bueno. Eres un principiante intentando lidiar con un montón de información ante tu cámara sin querer cortar los planos. Y encima de paso metes de vez en cuando esos giros violentos de 180º, uno de los gestos de estilo más feos de la historia del cine, que imagino que esconden, además, un corte en el montaje oculto por el giro brusco y efectos digitales.(sigue)"
"¿Qué te pareció La La Land?
(viene de la anterior) Pero estos planos secuencia, esta situación tan consciente de la cámara tienen otro gran peligro para el film. Que hacen que el espectador sea consciente de ese trabajo. Pero si llevas al espectador a ese nivel de exigencia, corres el riesgo de que el espectador te exija eso durante toda la película. Y ahí llega el gran problema de Chazelle. Que lo del plano secuencia y el cinemascope vale para cuando me viene bien, pero cuando tengo que rodar algo que no se adapta a eso, pues tiro del convencional televisivo y a tomar por culo. Hay una escena que comienza con un plano donde se aprovecha la longitud del cinemascope (que hacemos mal en llamarlo cinemascope, porque no lo es -hasta en eso engaña-). Están Emma Stone y una amiga sentadas en una mesita a la izquierda de la pantalla y luego, en primer término, otra de sus compañeras de piso acostada en un sofá, ocupando la parte central y derecha del encuadre. Aunque el plano es superobvio y tampoco es que sea un prodigio de la composición, está claro que ahí hay un trabajo. Sin embargo, aparece otra voz en escena, hablando en fuera de campo, y Chazelle corta a otro plano, una cosa muy fea y convencional donde vemos la cabeza de Stone (y parte de la cabeza desenfocada de la amiga que la acompañaba) girándose para responder a la otra chica. Es decir, que los planos-secuencia y las composiciones en panorámico del film no dejan de ser más que un guiño cómplice, una mera anécdota, y no algo fruto de una mirada personal, de un trabajo coherente a lo largo de todo el film.
Y por eso digo también que no es un musical. Es que en la segunda parte del film tampoco es que haya muchos elementos musicales. Más que musical, es una "cosa" con partes musicales. Digo "cosa" no de manera despectiva, porque tampoco es un drama o una comedia. Supongo que habría que decir cine de autor, pero es muy banal llamar a Chazelle autor después de todo lo señalado. Es alguien que ha hecho una película superconvencional y le ha metido cuatro o cinco cosas para llamar la atención. Al igual que The Artist, La La Land no es una película cinéfila, ni sobre el cine clásico. Son películas sobre el mundo en el que ocurrió ese cine, que no es lo mismo. Les interesa más la imagen de postal, los guiños, el glamour que la lógica interna de aquel cine. Son películas turísticas, como el guiri que va de ciudad en ciudad sacando fotos a todo lo que se encuentra de particular, que a lo mejor un día come un plato tradicional, pero el resto de los días va al McDonalds y toma café en Starbucks. Por utilizar terminología de la película, La La Land es un bar de samba y tapas, y no uno muy bueno."
"¡Extiéndete sobre La La Land!
(sigue CON SPOILERS) Teniendo en cuenta todo lo anterior, que ya hace la película bastante pobre, tiene el problema de que es poco o nada carismática u original. Los dos protagonistas son unos auténticos "palos" arquetípicos sin nada de desarrollo. Podría haberlos trabajado algo más. Además, cantan muy mal. Bueno, quizás no cantan mal en lo absoluto, pero sí para el tipo de musical que es. Y luego la escena final donde ella tiene que improvisar, es un delirio autotunero con acompañamiento musical excesivo para tapar vergüenzas.
También tiene otra cosa que no me gusta, y que incide en la idea de Chazelle más preocupado por su propio estatus más que por el propio desarrollo de la película. Se trata de la estructura estacional, demasiado cerrada y obvia. Es algo que funcionaría si la película fuese más artificial, más fantasiosa, pero en esa mezcla de realismo y kitsch, la película fracasa estrepitosamente.
También es muy confusa a nivel argumental. La idea más o menos bonita que tiene es que el tipo es un integrista del jazz que se niega a ceder en nada y ella es una aspirante a actriz dispuesta a arrastrarse con tal de conseguir una oportunidad. Y lo que pasa según avanza la relación es que ella se contagia de sus ideas, y él de las de ella. Así, ella se olvida de castings y se centra en una obra de teatro independiente escrita y protagonizada únicamente por ella (y muy maltratada en importancia en el film) y él pasa del free jazz para tener éxito en un grupo de mierda. Significado todo ello con el guiño a Vertigo, cuando ella llega a casa y está la luz verde, aquella que transformaba a Kim Novak en el fantasma y que transforma a Emma Stone (esto supercutre y supermal, y tampoco sé si es adrede o lo pensé yo). Pero Chazelle no apuesta a ir a saco con eso, y al final, la obra independiente le vale a Stone para alcanzar su sueño de gran actriz y él también termina renunciando a la banda para abrir su local... así que todas las elecciones que toman no valen para mucho, ya que al final vuelven a repetir la típica mierda de american dream de cualquier otra película de medio pelo."
Curious Cat - migblah