No le apetecía interpretar a un tipo que se limitaba a correr detrás de Tom Cruise, fueron sus palabras. De todos modos, siendo justos con el tipo, cómo entras en una industria es fundamental. Una vez estás dentro ya puedes elegir puerta con más libertad, pero cuando llegas de nuevas, si te equivocas de entrada te puedes quedar encerrado en al habitación más fea para toda la vida. Si te conviertes en el malo que corre detrás del bueno, por mucho que fuera en un film de Spielberg, lo mismo eso es todo lo que te querrán dejar hacer por un tiempo.
Como diría el gran William Goldman, en el cine "nadie sabe una mierda", pero, añadiría yo, todos se fijan en el cielo por si va a llover... por si acaso.