frank zito
Miembro habitual
Pues eso, un hilo pa'quien quiera pueda establecer las semejanzas y diferencias entre determinada obra literaria y su adaptación cinematográfica. Creo que puede ser un tema interesante.
¿QUIÉN ANDA AHÍ? (1938) de John W. Campbell / LA COSA (1982) de John Carpenter
Relato largo (72 páginas) de culto de Campbell, que podría formar parte de una tetralogía polar de obras interconectadas: “La narración de Arthur Gordon Pym (1838)” de Poe, “La esfinge de los hielos (1897)” de Julio Verne, “Las montañas de la locura (1931)” de Lovecraft, y finalmente “¿Quién anda ahí?”; aunque en la de Poe (magistral para mi gusto, y que extrañamente parece no interesar para una adaptación cinematográfica), la parte polar solo ocupa el último cuarto del libro, pero ha sido tan influyente que ha dado lugar a una especie de secuela (la de Verne), otra en la que se cita abierta y verbalmente a la historia de Poe e incluso se recoge alguno de sus elementos e ideas fantásticas dentro la propia trama … (Lovecraft) y otra, a su vez, una especie de respuesta-spinoff a Lovecraft (Campbell).
Hay una primera adaptación de QAA, como bien sabeis (“El enigma de otro mundo (1951)” de Christian Nyby & Howard Hawks) que si bien coge la idea básica de un alien enterrado bajo el hielo (aunque en el Polo Norte, no la Antártida del cuento) y que escapa, aterrorizando a una Base USA, y varias situaciones concretas (los americanos desentierran la nave y monstruo, la lucha del ser contra los perros…); bien es cierto el cambio del alien polimórfico del cuento, por una ser vegetal de apariencia humanoide, hace que la trama discurra por muy diferentes meandros (desparece pues la idea de la criatura imitando humanos, y con ello, el corte paranoico que interesa y en que se basa el cuento), añadiendo además la película a una mujer entre los ocupantes de la base (love story clásica) y otros importantes personajes, como el científico que quiere estudiar a la cosa, “que no se destruya!!!”etc, personaje muy repetido en producciones similares venideras.
Voy a centrarme en la versión de John Carpenter. El director de “Halloween”, el guionista Bill Lancaster & Co, recuperan la idea básica de la naturaleza “informe” y clonadora del bicho, y respetan la idea de situaciones truculentas en que se descubre de alguna manera al alien y éste se “exhibe” (intentado escapar como puede: con el caos que provoca su grotesca y atemorizante aparición) y respetando también todo el clima paranoico que se forma entre los miembros de la base, sin saber quién es quién y “¿es el hombre que está a mi lado realmente … un hombre?”.
Señalaré las diferencias entre el cuento y la peli de Carpenter: todo el comienzo del film –el perro acosado, la base noruega- es inventado por la peli (en la novela, como curiosamente en la más infiel “El enigma del otro mundo”, son los americanos los que descubren y sacan del hielo al monstruo); en el libro hay 37 personas viviendo en la base (en la peli son 12), aunque lógicamente, Campbell se centra en unos pocos, con varios nombres que se repiten con Carpenter (McReady, Blair, Copper, Bennings, Garry, Clark y Norris), salvo Connat y Kinner, de importancia en el libro, inexistentes en la peli. Este Connat es el encargado de custodiar los restos del alien a descongelar, el cual escapa y tiene una violenta pelea en un pasillo con los perros (no hay “secuencia de la perrera” como tal, que se ve en la peli). Una cosa curiosa en el cuento –que no está en la peli- es que varios personajes tienen pesadillas en que “ven” la naturaleza de la bestia (todo esto antes de que “resucite” al descongelarse), su capacidad de transformarse etc; bestia que, además, tiene poderes telepáticos. Otras cosas: la nave enterrada en el hielo, es de forma discoidal (peli) tipo submarino (cuento); un detalle que muchos se preguntan con el film: “¿porqué hay lanzallamas en un base antártica?”, bien, los hay en el relato, y utilizados para “calentar los motores de los aviones”; en plena vorágine de “¿qué hacer?”, en el relato deciden que lo mejor es ponerse a ver películas en una sala para idem (imagino que dando todo por perdido y sin ideas para descubrir a las imitaciones). Cosas más importantes: Blair, en rapto de “locura” destroza todos los artilugios y aviones (en la peli, helicópteros) supuestamente para que la “infección” no llegue al mundo civilizado, y lo encierran, o desea ser encerrado en un almacén aislado (¿para no ser contagiado o … poder trabajar ejem tranquilo?); tras varias infructuosas y distintas pruebas de sangre, acaban con la prueba definitiva también vista en el film (aunque en el relato, claro, resulta haber más infectados: catorce); y, finalmente, Blair construye una especie de artilugio-mochila antigravedad, fabricado con energía atómica (¡) para escapar … saltando, con saltos-vuelos de gran distancia, diferente pues a esa especie de nave terrestre construida por el Blair fílmico. Por cierto, final el del relato, más positivo que el de la película.
Por último, destacar las hipótesis y discursos científicos de todo tipo que dispensan los personajes del relato (que si es un virus, que si es bueno o malo, que si viene de un mundo de mucho calor, que cómo actúa su naturaleza física …), por ej: que asimila al ser vivo que sea y simultáneamente las células de “la cosa” empiezan a imitar las de la víctima; y que el núcleo de las células de “la cosa”, se oculta hábilmente “debajo” del núcleo de perro o humano de imitación, por lo que ni con microscopio sería casi posible descubrirlo.
¿QUIÉN ANDA AHÍ? (1938) de John W. Campbell / LA COSA (1982) de John Carpenter
Relato largo (72 páginas) de culto de Campbell, que podría formar parte de una tetralogía polar de obras interconectadas: “La narración de Arthur Gordon Pym (1838)” de Poe, “La esfinge de los hielos (1897)” de Julio Verne, “Las montañas de la locura (1931)” de Lovecraft, y finalmente “¿Quién anda ahí?”; aunque en la de Poe (magistral para mi gusto, y que extrañamente parece no interesar para una adaptación cinematográfica), la parte polar solo ocupa el último cuarto del libro, pero ha sido tan influyente que ha dado lugar a una especie de secuela (la de Verne), otra en la que se cita abierta y verbalmente a la historia de Poe e incluso se recoge alguno de sus elementos e ideas fantásticas dentro la propia trama … (Lovecraft) y otra, a su vez, una especie de respuesta-spinoff a Lovecraft (Campbell).
Hay una primera adaptación de QAA, como bien sabeis (“El enigma de otro mundo (1951)” de Christian Nyby & Howard Hawks) que si bien coge la idea básica de un alien enterrado bajo el hielo (aunque en el Polo Norte, no la Antártida del cuento) y que escapa, aterrorizando a una Base USA, y varias situaciones concretas (los americanos desentierran la nave y monstruo, la lucha del ser contra los perros…); bien es cierto el cambio del alien polimórfico del cuento, por una ser vegetal de apariencia humanoide, hace que la trama discurra por muy diferentes meandros (desparece pues la idea de la criatura imitando humanos, y con ello, el corte paranoico que interesa y en que se basa el cuento), añadiendo además la película a una mujer entre los ocupantes de la base (love story clásica) y otros importantes personajes, como el científico que quiere estudiar a la cosa, “que no se destruya!!!”etc, personaje muy repetido en producciones similares venideras.
Voy a centrarme en la versión de John Carpenter. El director de “Halloween”, el guionista Bill Lancaster & Co, recuperan la idea básica de la naturaleza “informe” y clonadora del bicho, y respetan la idea de situaciones truculentas en que se descubre de alguna manera al alien y éste se “exhibe” (intentado escapar como puede: con el caos que provoca su grotesca y atemorizante aparición) y respetando también todo el clima paranoico que se forma entre los miembros de la base, sin saber quién es quién y “¿es el hombre que está a mi lado realmente … un hombre?”.
Señalaré las diferencias entre el cuento y la peli de Carpenter: todo el comienzo del film –el perro acosado, la base noruega- es inventado por la peli (en la novela, como curiosamente en la más infiel “El enigma del otro mundo”, son los americanos los que descubren y sacan del hielo al monstruo); en el libro hay 37 personas viviendo en la base (en la peli son 12), aunque lógicamente, Campbell se centra en unos pocos, con varios nombres que se repiten con Carpenter (McReady, Blair, Copper, Bennings, Garry, Clark y Norris), salvo Connat y Kinner, de importancia en el libro, inexistentes en la peli. Este Connat es el encargado de custodiar los restos del alien a descongelar, el cual escapa y tiene una violenta pelea en un pasillo con los perros (no hay “secuencia de la perrera” como tal, que se ve en la peli). Una cosa curiosa en el cuento –que no está en la peli- es que varios personajes tienen pesadillas en que “ven” la naturaleza de la bestia (todo esto antes de que “resucite” al descongelarse), su capacidad de transformarse etc; bestia que, además, tiene poderes telepáticos. Otras cosas: la nave enterrada en el hielo, es de forma discoidal (peli) tipo submarino (cuento); un detalle que muchos se preguntan con el film: “¿porqué hay lanzallamas en un base antártica?”, bien, los hay en el relato, y utilizados para “calentar los motores de los aviones”; en plena vorágine de “¿qué hacer?”, en el relato deciden que lo mejor es ponerse a ver películas en una sala para idem (imagino que dando todo por perdido y sin ideas para descubrir a las imitaciones). Cosas más importantes: Blair, en rapto de “locura” destroza todos los artilugios y aviones (en la peli, helicópteros) supuestamente para que la “infección” no llegue al mundo civilizado, y lo encierran, o desea ser encerrado en un almacén aislado (¿para no ser contagiado o … poder trabajar ejem tranquilo?); tras varias infructuosas y distintas pruebas de sangre, acaban con la prueba definitiva también vista en el film (aunque en el relato, claro, resulta haber más infectados: catorce); y, finalmente, Blair construye una especie de artilugio-mochila antigravedad, fabricado con energía atómica (¡) para escapar … saltando, con saltos-vuelos de gran distancia, diferente pues a esa especie de nave terrestre construida por el Blair fílmico. Por cierto, final el del relato, más positivo que el de la película.
Por último, destacar las hipótesis y discursos científicos de todo tipo que dispensan los personajes del relato (que si es un virus, que si es bueno o malo, que si viene de un mundo de mucho calor, que cómo actúa su naturaleza física …), por ej: que asimila al ser vivo que sea y simultáneamente las células de “la cosa” empiezan a imitar las de la víctima; y que el núcleo de las células de “la cosa”, se oculta hábilmente “debajo” del núcleo de perro o humano de imitación, por lo que ni con microscopio sería casi posible descubrirlo.