Respuesta: Los jovenzuelos y los cacharros tecnológicos
Mi vida es sufrimiento... yo soy profesor de informática. Ergo, soy un genio de la informática con capacidad para arreglar cualquier cosa rota, por supuesto en no más de cinco minutos, porque la gente tiene prisa, y además seguro que puedo "programar juegos como el Counter" (sic, frase verídica, cuando a mi no me saques de Windows+Office+Photoshop/Corel Draw y VB, esto último muy, muy, muy por encima) o "hacerme una tabla, ahí en el escritorio, que me permita hablarle" (aún me estoy preguntando que coño quería decir con eso). Además, seguro que tengo acceso a "piezas de repuesto" (placas base, discos duros nuevos, microprocesadores.. ¡nah, lo que haga falta!, soy el señor del bazar informático) que por supuesto, puedo conseguirles gratis porque "tienes contactos". Por no hablar de las explicaciones que te dan sobre lo que le pasa al PC "suena raro" "me va lento" "se me ha petao" "sale todo negro" "sale una pantalla azul" "me da error" "no me va el internet" "huele a quemao" y así sucesivamente, hasta el infinito y muchomásllá... y esperan que con esos datos ya puedas hacer un diagnóstico inmediato, y que por supuesto, les digas que "eso no es nada, solo hay que apretar un botón".
¡Y pensar que todo empezó de la forma más inocente! Con un puto Spectrum y un primo mío, juntos nos encantaba quemar horas en aventuras conversacionales, juegos de películas, y La abadía del crimen. Y leer revistas de videojuegos, y aprender a hacer tonteridas en Basic... de ahí a meterme a hacer un módulo de informática solo restaba un paso. Me quedé en un PC Box durante dos años tras las prácticas (lo puto peor) y no había día en que no me llamaran. Lo peor que le puede pasar a un informático es estar preparando una cena con los amigos en un local, y que te llamen a las nueve de la noche porque "no me van los altavoces, ¿te importa pasar a ver?" y tener que coger la moto y andar hasta el quinto pino para solucionar lo que fuese. Llegó un momento en que me compré DOS teléfonos móviles, uno normal, para mis amigos, mi novia, mis padres... y otro, bautizado "el teléfono de los cansinos" que estuvo en "Silencio" durante toda su existencia, y que solo miraba de vez en cuando.
Que conste que no me importa (ni siquiera hoy, ya quemado de todo esto) ayudar a la familia y a los amigos en sus problemas. Me puede coger mal un día, si me viene mal, digo que no, que pasaré al día siguiente, cosa que antes me daba reparo. Pero voy, miro lo que sea, y si puedo, lo arreglo. Y si no, muchas veces hasta llevo yo el ordenador a la tienda y explico lo que le pasa. No me cuesta nada, y en ocasiones es un placer, pues es la gente que me importa.
Pero ya llegué a un acuerdo conmigo mismo: familia, y amigos. PUNTO. No me duele decir que no a todos los demás. Y es que, como han comentado más arriba, llega un momento en que vas a casas totalmente desconocidas, a tocar ordenadores de extraños, por puro compromiso y sin confianza. A eso me niego. Me llegaron a llamar una tarde porque al primo de un compañero de clase con el que no crucé ni diez palabras, no se le veía el disco A: en mi PC. O gente que por messenger me decía "mira, no me va la tarjeta gráfica, me da error. Te mando las capturas" y me tenía que pasar una hora mirando y pidiendo capturas, en plan asistencia técnica a distancia. NO. Me niego a repetir eso. Familia y amigos, punto. Es que si no, hubiera acabado peleándome con alguien. Esto es TOPE estresante.