Muy simpática, muy divertida, muy amena, también es cierto que no va a ningún lado (es, por así decirlo, un capítulo alargado de la serie) y con una frenética concatenación de persecuciones, gadgets, locuras enajenadas y sin apartarse un ápice del estilo Dreamworks. Es un título menor a fin de cuentas que se olvida fácilmente (el guión en sí casi es lo de menos) pero la hora y media que dura se pasa en un plis plas.