Llorones, me voy mañana a Cuenca. Yo no quería, pero me han liao. Hasta el domingo no vuelvo, la excusa que les he dado a mis amigos para ir es buena comida, buen bebercio y ver sitios interesantes. Por supuesto, los he engañado como a chinos, yo lo quiero es darme un garbeo por la ciudad encantada de Cuenca, a ver si veo a la bruja aquella de Conan el bárbaro. Que sí, que sí, que luego te mete la dentellada, y todo son risas malévolas y fuegos fatuos, pero, que me quiten lo bailao.