La mujer en la ventana, del Joe Wright
Por lo visto ha sido uno de esos proyectos gafados desde el principio, con remontajes, luego la pandemia y finalmente repescado por la plataforma.
Otra propuesta, por si no se hubiesen hecho suficientes, de homenaje cinéfilo y pajero al “maestro del suspense”, sobrecarga esteticista a manos de un cineasta prometedor en sus inicios, aunque venido a menos, empeñado en barroquizar la imagen y hacer de la película su juguete. No me ha parecido mal la primera parte, aunque está todo más que visto ya y es muy televisivo; el aparato formal es tan logrado como vacuo, pues da la impresión (y aquí está lo malo) de que lo pone al servicio de la nada y tampoco es que haya una reflexión, o lo que sea, sobre aquello hacia lo que se guiña el ojo (de hecho, los constantes insertos de títulos clásicos parece que están elegidos un poco al tuntún).
Lo positivo, la cuestión de la subjetividad, un poco a lo Polanski, reciclando ventanas indiscretas por aquí, un poco de Vértigo por allá… y el apartamento, cómo no, como representación de la mente quebrada de la protagonista y sus traumas, viéndose la realidad alterada por su percepción.
Tras el desfile de secundarios sospechosos y de tebeo el argumento acaba volviéndose no disparatado, sino cogido con pinzas, facilón, y lo peor de todo, extremadamente previsible en sus giros finales, con un Gary Oldman del que se olvidan olímpicamente, motivaciones absurdas, planes inconsistentes… en cuanto a Amy Adams, tan bien como siempre y encontrando una posibilidad de lucimiento actoral en las mayores naderías. Si acaso se puede intuir cierto contexto actual, con atisbos de solidaridad y amistad femenina, un punto a lo “me too” con gente malvada y con poder y sus vástagos degenerados, un poli negro que es muy buena gente y el único que cree en la versión de la prota… pero igual no es algo de esta peli sino ya lo habitual. El Wright se recrea en sus colorines giallescos, en ángulos de cámara y composición de planos, flipándose mucho en la secuencia clave de la revelación y el accidente de tráfico, y a esto es a lo que nos podemos agarrar, estando todo conseguido tan a medias.