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Desconozco, ¿es un remake?
Rebelde, mujeriego, actor de actores. Jack Nicholson ha sido todo esto y más, es una de las últimas leyendas de Hollywood ahora convertido en un recluso en su propia mansión y, según sus últimas declaraciones, temeroso ante la posibilidad de morir solo. “Me gustaría disfrutar de un último romance pero no parece una posibilidad muy real”, ha comentado el actor a la revista Closer. En una entrevista exclusiva el intérprete más veces candidato al Oscar, premio al que ha aspirado en un total de 12 ocasiones (tiene tres estatuillas en su poder), no se lamenta de su carrera sino de su vida personal. “Tengo todo lo que un hombre puede desear pero nadie me puede decir que he tenido suerte en el amor”, añade quien a sus 77 años es considerado como uno de los mayores mujeriegos de la industria, y quien además tiene una fortuna que supera los 338 millones de euros.
La reciente publicación de las memorias de Angelina Huston así lo rubricó, exponiendo los continuos affaires del actor incluso cuando mantenía una relación con la también actriz, la única mujer a quien siempre ha calificado como el amor de su vida. Sin embargo, ahora Nicholson asegura que esta fama de ligón es la que ha truncado su vida personal y le ha dejado solo. “Ninguna mujer me cree. Piensan en mi reputación y me condenan por ello”, añade en la entrevista.
Padre de cinco hijos tan solo se ha casado en una ocasión, con Sandra Knight, pero en su historial se conocen amores tan sonados como el que le unió a Huston, Rebeca Broussard y Lara Flynn Boyle, además de los que le unieron a Michelle Phillips o Christina Onassis, entre otras.
Nicholson vive en la actualidad apartado de los focos y entre rumores nunca confirmados de que puede padecer síntomas de alzheimer. En la reciente entrevista, el actor nunca habla de estos supuestos problemas de memoria que en 2013 hicieron circular informaciones sobre su jubilación porque era incapaz de recordar sus diálogos. Sí confiesa su rutina diaria: dormir hasta la una del mediodía y tomarse entonces un vaso de leche para aplacar las molestias de estómago. Luego disfruta de una partida de golf o de su colección de arte, esa que cuelga en la casa de su vecino, mansión en la que durante años vivió Marlon Brando en las colinas de Hollywood y que Nicholson compró a la muerte de su amigo. El día lo suele completar con una sesión de cine en su propia casa. Nada de salir a cenar fuera con una posible cita. “Como mejor en casa”, añade.
Ante este panorama, la revista confirma los temores del actor de morir solo. El argumento se apoya además en las declaraciones de allegados a Nicholson que han contribuido al reportaje. Se trata de una idea que alimentan también otras publicaciones más escandalosas como The National Enquirer, que el pasado mes de diciembre hablaba de un Nicholson que las escasas ocasiones en las que sale de casa parece “confuso” y “desaseado”, para nada la imagen del “rey de Hollywood”, el galán de sonrisa magnética y perennes gafas de sol con la que siempre se le recuerda.